Una puñalada mortal sin móvil conocido conmociona a Chipiona: “Se cargó al primero que encontró”
El joven acusado de matar un futbolista del equipo local ingresa en prisión mientras la investigación intenta determinar por qué agredió a una persona que no parecía conocer
La motivación es la clave de cualquier homicidio, uno de los puntos claves sobre los que gira la investigación de un caso y la condena que le acaba cayendo al autor del hecho. Pero en el caso del asesinato a puñaladas de un joven de 25 años, futbolista del equipo local, el pasado sábado se ha convertido en la pregunta que martillea a miles de vecinos de Chipiona: ¿qué lleva a un chico de 21 años a apuñalar a otro que supuestamente ni conocía con la intención de causarle el mayor daño posible? “La conmoción y la tristeza es t...
La motivación es la clave de cualquier homicidio, uno de los puntos claves sobre los que gira la investigación de un caso y la condena que le acaba cayendo al autor del hecho. Pero en el caso del asesinato a puñaladas de un joven de 25 años, futbolista del equipo local, el pasado sábado se ha convertido en la pregunta que martillea a miles de vecinos de Chipiona: ¿qué lleva a un chico de 21 años a apuñalar a otro que supuestamente ni conocía con la intención de causarle el mayor daño posible? “La conmoción y la tristeza es total”, resume Luis Mario Aparcero, alcalde de la localidad gaditana, después de haber enterrado a la víctima este lunes. El supuesto autor ha ingresado ya en la prisión de Puerto 2, después de que el juez haya decretado la prisión preventiva.
El suceso, ocurrido en torno a las 14.00 del pasado sábado, apenas duró una exhalación. Francisco J. Naval Pérez, muy conocido en la localidad por ser jugador del equipo de fútbol Chipiona F. C., estaba hablando con un chico y una chica en las inmediaciones de la rotonda de la Virgen de Regla, cuando A. J. L. se cruzó en el camino. El joven de 21 años portaba un cuchillo de cocina de grandes dimensiones y se lo clavó a Naval en el tórax sin mediar palabra. “Una vez clavado, lo retorció”, apunta una fuente cercana a los hechos que pide anonimato. La confusión fue tal que quienes estaban con la víctima creyeron que “le estaba abrazando”, según apunta la misma persona. Pero no existe constancia de que homicida y atacado se conocieran. “Ni eso, ni que existiera enemistad. Ni un sí, ni un no”, apuntan fuentes de la Guardia Civil.
A. J. L. abandonó el lugar de los hechos, aunque acabó por entregarse una hora después en el puesto de la Guardia Civil de Chipiona acompañado de su padre y con el cuchillo, ya limpio, envuelto en una bolsa de plástico. Para entonces, los agentes ya estaban movilizados buscando a un joven de similares características, alertados por los testigos presenciales. El autor confesó los hechos a su progenitor y aseguró que “iba a comprar marihuana”, según apuntan fuentes cercanas a la investigación, cuando se topó en su camino con Naval. “Fue a cargarse al primero que encontró”, explica la misma persona.
Ante la ausencia de móvil aparente o motivación, la Guardia Civil llevó a A. J. hasta el hospital de Jerez para intentar constatar si sufría algún tipo de enajenación o problema psiquiátrico. Sin embargo, los primeros resultados determinaron que el chico tenía un comportamiento normal y que era conocedor de lo ocurrido. El joven no era conocido en la localidad por ser una persona problemática. “Es un chico anónimo, uno más”, apunta el alcalde Aparcero. Este lunes, la Guardia Civil ha confirmado que el sospechoso ya había sido detenido a principios de febrero por violencia en el ámbito familiar, después de que agrediese a su madre con un palo y lo intentase también con su hermana.
El jugador de fútbol quedó gravemente herido. Falleció a las 2.30 del domingo, tras pasar por los hospitales de Sanlúcar y Jerez y ser trasladado en helicóptero al Puerta del Mar de la capital. Los médicos fueron incapaces de salvar al joven, afectado de importantes heridas internas. Naval, técnico frigorista de profesión, estaba casado y tenía una hija de apenas tres años, para la que tenía previsto celebrar su cumpleaños este pasado domingo. También jugaba como defensa central en el Chipiona Club de Fútbol, de la Segunda Andaluza Sénior.
“Era un chico con su vida hecha, alegre y querido”, ha explicado el regidor. “Participaba del carnaval, era cofrade de una hermandad y conocido en la localidad. La familia está destrozada. Toda Chipiona acompaña a la familia en este dolor”. La ciudad, de 20.000 habitantes, decretó este pasado domingo tres días de luto oficial y ha suspendido diversos actos, justo en unas jornadas en las que el municipio vive los primeros días de su Semana Santa. Mientras, diversos clubes, del Real Madrid al Cádiz C.F., han trasladado mensajes de pesar y condolencias por lo ocurrido.
A. J. L. fue trasladado este lunes a la cárcel de Puerto 2, después de que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Sanlúcar de Barrameda acordase su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza. Aunque en un primer momento se le detuvo por un posible delito de homicidio doloso, el juez aún no ha determinado el delito que se le atribuye al investigado, según explicaron ayer fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Las actuaciones han sido declaradas secretas. La clave del caso girará ahora en determinar qué motivación tenía el joven para perpetrar los hechos y si sufría algún tipo de problema mental que le hubiese llevado a actuar así.