Feijóo enarbola la bandera del “feminismo real” en medio de la reforma de la ‘ley del solo sí es sí’ y el 8-M
La cúpula del PP confía en atraer al votante socialista disconforme con las “políticas que han tenido cabida” en el PSOE. El líder de los populares evita criticar la ley de paridad anunciada por Sánchez entre malabarismos en un acto por la igualdad
En medio de la estrategia para captar el voto socialista de centro izquierda —ante las elecciones autonómicas y municipales de mayo, y las generales de final de año—, la dirección del PP se ha enfundado la bandera del “feminismo real”. La cúpula del Partido Popular considera que las rebajas de penas provocadas por la ley del solo sí es sí, la polémica sobre el caso Mediador, la reciente ley trans y la reforma del derecho al aborto serán acicates...
En medio de la estrategia para captar el voto socialista de centro izquierda —ante las elecciones autonómicas y municipales de mayo, y las generales de final de año—, la dirección del PP se ha enfundado la bandera del “feminismo real”. La cúpula del Partido Popular considera que las rebajas de penas provocadas por la ley del solo sí es sí, la polémica sobre el caso Mediador, la reciente ley trans y la reforma del derecho al aborto serán acicates para atraer a un votante que, respecto al feminismo, “ve una postura más razonable en el PP de Alberto Núñez Feijóo que en el del Gobierno de Pedro Sánchez e Ione Belarra”. En ese marco, el líder de los populares ha viajado este lunes a Cáceres para participar en un acto en defensa de la igualdad, previo al 8-M. “Ha sido este Gobierno, el del partido sanchista, el que ha dado el mayor paso atrás en la dignidad de las mujeres”, ha afirmado Feijóo durante su intervención en el evento, con un discurso frontal contra las políticas aplicadas por el Ejecutivo en materia de igualdad.
En su visita a Cáceres, y preguntado por la ley de paridad anunciada por Sánchez el sábado, Feijóo ha evitado tanto censurar como abrazar el texto que el Gobierno aprobará este martes en el Consejo de Ministros. Solo lo ha legitimado al ser una “transposición” de una “directiva europea” aprobada por su grupo parlamentario en Bruselas. “La paridad nos gusta”, ha añadido el líder del PP, al tiempo que ha lanzado un dardo a Sánchez: “Si coge el organigrama del Palacio de La Moncloa y ve a los nueve altos cargos, que dependen del presidente del Gobierno, verá que ocho son hombres y una es mujer. Lo que nos gustaría es que el que propone eso, lo haga en los cargos que de él dependen”.
La elección de Cáceres como enclave del acto “en defensa de la igualdad” no es casual. Cuatro de los candidatos a las 12 comunidades que celebran elecciones son mujeres. Entre ellas, María Guardiola, aspirante del PP a la Asamblea de Extremadura, presente en el evento de este lunes junto a Feijóo. De entre los 17 barones territoriales, las cuatro líderes mujeres corresponden a Madrid (Isabel Díaz Ayuso), Baleares (Marga Prohens), Cantabria (María José Sáenz de Buruaga) y Extremadura (María Guardiola). Y el porcentaje de mujeres entre los altos cargos de la dirección popular es a su vez menor que el de hombres. “La paridad ha sido necesaria en un momento determinado para que las mujeres que no teníamos posibilidad de llegar, llegásemos. Ahora lo que hay que valorar es el talento, la valía, las ganas”, ha subrayado Guardiola. Respecto a la paridad en las instituciones, el PP andaluz recurrió en 2005 ante el Tribunal Constitucional una ley similar impulsada por la Junta de Andalucía. Fue avalada por el tribunal de garantías en 2011.
“Enorme follón en la coalición”
A solo un día de que se debata en el Congreso la propuesta del PSOE para reformar la ley de libertad sexual, Feijóo ha aprovechado para echar más leña al fuego al enfrentamiento protagonizado por los socios de coalición. “Tenemos un presidente que tiene un enorme follón, que necesita los votos del Partido Popular para reformar la ley. No vamos a hacerle ningún favor, vamos a ser consecuentes con las mujeres españolas”, ha sentenciado.
El presidente del PP no acudirá a ninguna de las concentraciones previstas este 8-M —”Feijóo no va a manifestaciones”, puntualizan desde la cúpula—, que ha dado libertad a los dirigentes para que acudan a cualquiera de las protestas convocadas. “Reivindicamos un feminismo real en cuyo nombre no se excarcelen a personas que han abusado sexualmente de mujeres, y en el que no se cobren mordidas con un pago efectuado con el cuerpo de una mujer”, aseveran fuentes del equipo de Feijóo, seguros de tener “no solo la bandera económica”, sino de haber “arrebatado una de tipo social”.
Feijóo ha metido el dedo en la llaga a cuenta de las discrepancias en el seno del Gobierno ante el Día de la Mujer, en el que los socios secundarán las manifestaciones divididos: “En los últimos años, el Partido Socialista y Podemos quisieron instrumentalizar el 8 de marzo contra el PP. Y este año quieren instrumentalizarlo para profundizar en las divergencias que tienen en la igualdad real y efectiva de las mujeres. El feminismo es un campo de batalla en el que pelearse”.