La Policía cree que el atacante de Algeciras “actuó solo” y no le consta que estuviera radicalizado
La investigación policial revela que el detenido estaba pendiente de un procedimiento de expulsión de España por situación irregular
La policía está intentando aclarar los motivos y las circunstancias que condujeron a Yasine Kanjaa, un ciudadano de 25 años y nacionalidad marroquí, a matar a machetazos en la tarde del miércoles a Diego Valencia, sacristán de la iglesia de La Palma, sita en pleno centro de Algeciras (Cádiz); a herir gravemente al sacerdote Antonio Rodríguez, de la cercana parroquia de San Isidro de la misma ciudad; y a agredir a otras tres personas...
La policía está intentando aclarar los motivos y las circunstancias que condujeron a Yasine Kanjaa, un ciudadano de 25 años y nacionalidad marroquí, a matar a machetazos en la tarde del miércoles a Diego Valencia, sacristán de la iglesia de La Palma, sita en pleno centro de Algeciras (Cádiz); a herir gravemente al sacerdote Antonio Rodríguez, de la cercana parroquia de San Isidro de la misma ciudad; y a agredir a otras tres personas más que se cruzaron en su camino. De momento, los investigadores no han constatado que haya existido “un proceso de radicalización” de este individuo. Fuentes policiales sospechan que padecía algún tipo de trastorno mental y creen que “actuó solo”. Además, explican que Kanjaa estaba incurso en un procedimiento de expulsión de España por encontrarse en situación irregular y sin documentos.
El Ministerio del Interior aún no ha calificado los hechos como ataque yihadista, pese a los insultos y agresiones de Kanjaa contra los feligreses que se encontraban en los templos y a sus manifestaciones en defensa del islam frente al cristianismo. Uno de los testigos del ataque ha asegurado que el agresor cogió el libro del Evangelio del templo de San Isidro para decir que eso no valía, mientras a otra persona le dijo, justo antes de darle un bofetón, que no seguía los preceptos de la religión islámica. Además, según el relato policial, el presunto asesino gritó “Allah (Alá)” instantes antes de matar al sacristán. La Audiencia Nacional investiga el asunto como un acto de terrorismo, y la policía registró en la noche del miércoles la vivienda en la que supuestamente vivía el asesino con el fin de clarificar la naturaleza de los ataques.
“Sobre el arrestado se abrió un expediente de expulsión por situación irregular en junio pasado”, han confirmado fuentes de Interior, que han señalado que se trata de “un procedimiento administrativo con todas las garantías y cuya ejecución no es inmediata”. Kanjaa había sido detenido en agosto de 2019 en Gibraltar —tras llegar a la costa en una moto acuática y entrar en el Peñón de forma irregular— e inmediatamente deportado, según ha explicado este jueves en un comunicado el Gobierno gibraltareño.
El agresor residía en una casa ocupada, con otros compatriotas, en un edificio muy próximo a las dos iglesias en las que perpetró los ataques, en la zona más céntrica de la ciudad, a escasos cien metros del Ayuntamiento de Algeciras. Llevaba “algo más de un año en España”, según fuentes policiales, y era una persona conocida por algunos de sus vecinos. Uno de ellos también fue agredido e insultado por el atacante cuando se cruzó en su camino la tarde de los hechos, según ha contado. Fuentes de la investigación aseguran que Kanjaa se ganaba la vida “haciendo trabajillos esporádicos, chapuzas”.
Los numerosos testigos que se toparon con el hombre, armado con el machete, han descrito su actitud como violenta, tanto en su recorrido por la calle como en la interacción con las personas que se encontraban en las iglesias en ese momento en misa o a punto de salir. Muchos de ellos fueron amenazados por el individuo, que, además, provocó desperfectos en el templo de La Palma, tirando los objetos del altar.
Yasine Kanjaa, de quien no constan antecedentes penales por terrorismo ni en España ni en países aliados, se encuentra en la comisaría de la Policía Nacional de Algeciras a la espera de ser puesto a disposición judicial. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha calificado la operación policial de “rápida y eficaz”. Marlaska, que se encontraba en Estocolmo para participar en una reunión de ministros del Interior europeos, ha viajado hoy a Algeciras.
El ministro del Interior ha insistido en que los efectos incautados en los registros de la vivienda del arrestado, así como los interrogatorios a sus compañeros de piso, serán claves para determinar la naturaleza del ataque y concluir si se trata o no de un acto terrorista. Desde Interior han recordado, además, que los efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil en el Campo de Gibraltar han crecido un 31% desde la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno en 2018, debido principalmente al plan especial contra el narcotráfico que se puso en marcha. “En concreto, la comarca ha pasado de tener 1.956 agentes de ambos cuerpos (en diciembre de 2017) a tener 2.579 (en agosto 2022)”. “En Algeciras, la ciudad ha pasado de tener 1.201 agentes a los actuales 1.363″, añaden.
El secretario de la Conferencia Episcopal, Francisco César García Magán, ha pedido este jueves que no se demonice a ningún colectivo, incluso si se constata finalmente que ha habido una motivación religiosa en el ataque. “Hay una motivación religiosa, pero no podemos ni debemos demonizar a colectivos. Cuando este país sufría el azote del terrorismo no se podía caer en una identificación entre los terroristas y el noble pueblo vasco”, ha comparado García Magán durante un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, informa Julio Núñez.
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