La ruta migratoria de Marruecos a Canarias sigue registrando un goteo de muertes pese a caer el tránsito de pateras

Al menos medio centenar de personas han muerto o han sido dadas por desaparecidas en naufragios este mes, según ONG de ayuda y alerta al rescate

Migrantes magrebíes rescatados en una patera en aguas de Canarias, el miércoles en el puerto de Arrecife (Lanzarote).Adriel Perdomo (EFE)

La ruta de inmigración irregular desde el sur de Marruecos y el Sáhara Occidental hacia las islas Canarias se ha visto reducida este año por el incremento de la vigilancia de las autoridades, pero la travesía hacia el archipiélago sigue siendo una de las más letales para alcanzar Europa. Entre 53 y 56 personas que viajaban en una embarcación neumática han desaparecido o han muerto ahogadas después de haber zarpado desde la zona de Tan Tan (850 kilómetros al sureste de Rabat) el pasado día 7 y de que se tuviera noticias...

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La ruta de inmigración irregular desde el sur de Marruecos y el Sáhara Occidental hacia las islas Canarias se ha visto reducida este año por el incremento de la vigilancia de las autoridades, pero la travesía hacia el archipiélago sigue siendo una de las más letales para alcanzar Europa. Entre 53 y 56 personas que viajaban en una embarcación neumática han desaparecido o han muerto ahogadas después de haber zarpado desde la zona de Tan Tan (850 kilómetros al sureste de Rabat) el pasado día 7 y de que se tuviera noticias sobre su paradero por última vez tres días después. El testimonio de tres supervivientes hallados en los acantilados de Tan Tan el pasado lunes, del que informaron el martes ONG marroquíes e internacionales, ha venido a confirmar el trágico desenlace sufrido por los ocupantes de la patera, originarios de Senegal, Malí, Guinea o Costa de Marfil. No es el único caso mortífero.

El colectivo Alarm Phone, que ofrece ayuda a los migrantes en dificultades y alerta a los servicios responsables de las operaciones de rescate, ha informado de que en la morgue de Tan Tan se hallan depositados 11 cadáveres presuntamente pertenecientes a algunos de los náufragos. Una de sus colaboradoras, Maruki García, precisó este miércoles, que en la morgue de la cercana localidad de Guelmin se encuentran otros 14 cuerpos. “Nos tememos que se trate de otro naufragio de una patera ocupada por magrebíes que salió de la zona en dirección a Canarias en las mismas fechas”, explica en una conversación telefónica. “Y no descartamos que se haya registrado un tercer naufragio este mes, según informes que recibidos desde la zona”, asegura, “pero las autoridades marroquíes no han ofrecido datos oficiales”.

En la madrugada del miércoles Salvamento Marítimo rescató a 77 magrebíes que se dirigían hacia Canarias, según informa Efe. Los migrantes (71 hombres, cuatro mujeres y dos niños) fueron conducidos al puerto de Arrecife en la isla de Lanzarote. “Las muertes de quienes viajaban en la patera con la que se perdió el contacto el pasado día 10 se podían haber evitado”, sostiene la colaboradora de Alarm Phone. “Nosotros informamos a las autoridades de su localización exacta por GPS desde el mismo día 7 a las 21.00, cuando su embarcación hacía agua en medio de un temporal, pero nadie acudió a socorrerles”, enfatiza García.

Desde el inicio de 2022 (con datos hasta el 15 de diciembre) han entrado en Canarias de forma irregular 15.466 personas, frente a las 20.603 de todo el año anterior, de acuerdo con la información publicada por el Ministerio del Interior. La nueva etapa de colaboración con Marruecos, tras el giro del Gobierno de España del pasado marzo favorable al plan marroquí de autonomía sobre el Sáhara Occidental, ha contribuido a contener la inmigración irregular hacia España.

En el último lustro, han fallecido seis personas al día, como media, intentando llegar en embarcaciones precarias a las costas de España, según el informe de la ONG Caminando Fronteras presentado el lunes en Barcelona. La organización especializada en informar y alertar sobre rescates y naufragios concluye que 11.286 personas han perdido la vida desde 2018 en las distintas rutas migratorias, procedentes desde Senegal hasta Argelia. Un 70% de los fallecidos se corresponde a la ruta de Canarias. En 2022 (2.154 fallecimientos a 30 de noviembre) la cifra de muertes en naufragios ha descendido a los niveles de 2020 (2.384) tras el pico experimentado en 2021 (4.639) ante del acercamiento diplomático entre Madrid y Rabat.

Las cifras sobre muertos y desaparecidos son, en cualquier caso, una aproximación y varían según la fuente. La Organización Internacional para las Migraciones, que depende de la ONU es más conservadora en sus cálculos.

“El recurso a las Zodiac (botes neumáticos), mucho menos seguras y estables, está detrás del reciente incremento de naufragios”, considera la colaboradora de Alarm Phone. Un 30% de los casos de pateras con víctimas registrados en 2021 correspondió a este tipo de embarcaciones, según Caminando Fronteras.

Seis cadáveres en la frontera argelina

En la frontera entre Argelia y Marruecos, una de las principales vías de penetración en el país magrebí para los subsaharianos que se dirigen hacia Europa por España, al menos seis migrantes africanos han perdido la vida en la última semana. Los cuerpos sin vida de dos chadianos, dos ciudadanos de Guinea Bissau y de otros dos subsaharianos no identificados fueron localizados en un bosque cercano a la ciudad fronteriza marroquí de Uchda, según han informado este miércoles la sección de Nador de la ONG Asociación Marroquí de Derechos Humanos y Alarm Phone. Colaboradores de este último colectivo de ayuda al rescate apuntan a que los migrantes podrían haber muerto de frío e inanición o a causa de las heridas que sufrieron al atravesar las vallas y fosos en la divisoria entre países.

“Nos tememos que sean finalmente siete las personas muertas en la frontera argelino-marroquí”, advierte en un intercambio de mensajes la colaboradora de Alarm Phone, sobre los cadáveres ahora depositados en la morgue de Yerada, a una veintena de kilómetros al sur de Uchda. “Atravesar esa frontera cerrada (fue clausurada por ambos países en 1994), de muy difícil acceso y está fuertemente militarizada, es muy arriesgado”, explica. “Las bajas temperaturas actuales y las dificultades de paso exigen contar con una buena capacidad física”, concluye. “Quien no tiene aguante se queda en el camino”.

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