Muere Ángel Martín, el vecino de Tábara que se quemó al intentar salvar su pueblo del incendio de Losacio
Cuatro personas perdieron la vida en este incendio en Zamora, una provincia que vio arder el 6% de su superficie en los fuegos del verano
El incendio que este verano se desató en Losacio (Zamora) se ha cobrado una cuarta vida. El empresario local Ángel Martín, de 53 años, ha muerto esta madrugada en el hospital de Valladolid, en el que llevaba más de tres meses ingresado para intentar que se recuperara de las graves quemaduras que sufrió en la localidad zamorana de Tábara en julio, cuando las llamas lo envolvieron mientras trataba con su maquinaria de trazar un cortafuegos en torno a su pueblo...
El incendio que este verano se desató en Losacio (Zamora) se ha cobrado una cuarta vida. El empresario local Ángel Martín, de 53 años, ha muerto esta madrugada en el hospital de Valladolid, en el que llevaba más de tres meses ingresado para intentar que se recuperara de las graves quemaduras que sufrió en la localidad zamorana de Tábara en julio, cuando las llamas lo envolvieron mientras trataba con su maquinaria de trazar un cortafuegos en torno a su pueblo. Los incendios arrasaron este verano más de 60.000 hectáreas en esta provincia y causaron el fallecimiento de un bombero, un pastor y otra persona que trataba de huir del fuego.
El hombre protagonizó unas imágenes muy difundidas en las que se le veía subido a su tractor mientras trataba de proteger las casas y el exterior de Tábara del avance del frente de fuego, que amenazaba una gasolinera y causó momentos de extrema tensión. Entonces vio cómo el incendio avanzaba hacia él irremediablemente y, pese a que trató de escapar, acabó quemado. Entonces fue trasladado de inmediato al hospital Río Hortega de Valladolid, donde los sanitarios han tratado de que superara estas graves heridas, incluso con técnicas novedosas, solo utilizadas hasta la fecha en Francia, que implicaban el trasplante de piel de su hermano gemelo. Finalmente, pese a los esfuerzos de los sanitarios, el zamorano ha fallecido en las instalaciones hospitalarias.
Martín, que regentaba un almacén de materiales de construcción en la localidad, sufrió estas quemaduras el 17 de julio, momentos críticos en el incendio de Losacio. Junto a la de este también se han registrado las muertes del veterano brigadista Daniel Gullón, a quien un cambio en el viento atrapó mortalmente entre las llamas; el pastor Victoriano Antón, que trató de salvar a sus ovejas y pereció junto a ellas y sus perros; y Eugenio Ratón, que al igual que Martín murió en el hospital un mes después de los fuegos, pues no logró superar las heridas que le ocasionó el incendio cuando trataba de escapar de este junto a su anciano padre.
Zamora ha perdido, además de estos cuatro habitantes, más del 6% de su superficie, arrasada por la devastación. El total, más de 60.000 hectáreas, equivale a buena parte de la ciudad de Madrid y castiga duramente a una provincia muy dañada por la despoblación y que tiene una importante población rural que vive del sector primario, muy dañado por los desastres ecológicos. El primero de ellos, en la reserva de la biosfera de la sierra de la Culebra, devastó más de 30.000 hectáreas apenas un mes antes de que, también a causa de varios rayos, ardiera la zona de Losacio. Castilla y León ha sido a su vez la comunidad autónoma más afectada por los incendios, cuya gran mayoría los han ocasionado tormentas y se han visto favorecidos por la escasez de recursos humanos y materiales que han denunciado los bomberos, que han perdido a uno de sus compañeros.
Los brigadistas han denunciado que particularmente en el primer incendio de Zamora el dispositivo se encontraba bajo mínimos y que una intervención mejor y con más efectivos hubiera permitido acometer los fuegos con más garantías. La época de peligro alto de incendio se estipula en Castilla y León solo entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, por lo que en junio, cuando se quemaba la sierra de la Culebra, muchos bomberos no tenían contrato y estaban en sus casas sin poder ayudar. El personal de extinción, cuya categoría profesional no queda recogida como bombero sino como peón forestal, ha criticado que estas modalidades contractuales impiden labores de prevención cruciales para, en los meses húmedos, cuidar los bosques y evitar consecuencias como las de este verano.
La Fiscalía ha abierto diligencias sobre la gestión de la Junta de Castilla y León (PP en coalición con Vox), tras la denuncia de PSOE y los sindicatos. El Defensor del Pueblo también ha investigado lo ocurrido en Zamora. El consejero de Medio Ambiente de la comunidad, Juan Carlos Suárez-Quiñones, aseguraba en 2018 que era “absurdo y un despilfarro” mantener, como piden los bomberos, operativo todo el año el operativo antiincendios. Tras la catástrofe estival, la Junta ha acordado elevar el presupuesto para los próximos años, algo que los brigadistas han valorado, pero que siguen creyendo insuficiente en la autonomía más extensa de España, más grande que Portugal, y con zonas boscosas muy desatendidas.