El PP se distancia del fiasco del plan fiscal británico, pese a que su programa electoral incluye la misma rebaja a las rentas altas

El programa de los populares de 2019 propone la misma medida que ha tenido que rectificar Liz Truss: la rebaja del tipo máximo de IRPF al 40%

El vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, durante la rueda de prensa ofrecida este lunes en la sede del partido, en Madrid.Sergio Pérez (EFE)

En la batalla cultural por el modelo impositivo que libran en España el Gobierno progresista y la oposición de derechas, la izquierda ha recibido este lunes un espaldarazo a sus posiciones. La noticia de que la primera ministra británica da marcha atrás en su rebaja fiscal a las rentas altas obligada por los mercados ha sido recibida con júbilo entre los progresistas, mientras los conservadores han optado por marcar distancias...

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En la batalla cultural por el modelo impositivo que libran en España el Gobierno progresista y la oposición de derechas, la izquierda ha recibido este lunes un espaldarazo a sus posiciones. La noticia de que la primera ministra británica da marcha atrás en su rebaja fiscal a las rentas altas obligada por los mercados ha sido recibida con júbilo entre los progresistas, mientras los conservadores han optado por marcar distancias con el plan de Liz Truss. Algunos populares, como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, habían celebrado con entusiasmo su rebaja masiva de impuestos. El desmarque del PP choca además con su programa electoral para las últimas elecciones generales ―que sigue vigente, aunque lo elaboró la dirección anterior de Pablo Casado―, que incluye exactamente la medida de la que ha tenido que renegar la primera ministra británica: una rebaja del IRPF a las rentas altas, dejando el tipo máximo en el 40% (ahora está en el 45% como mínimo y en el 50% en varias comunidades). Tras la rectificación de Truss, el PP ha optado por tratar de marcar distancias con el modelo británico, pero reafirmándose en las rebajas de impuestos, incluido el tributo al Patrimonio que han suprimido los Gobiernos populares de Madrid y Andalucía. Alberto Núñez Feijóo también ha obviado a sus colegas del Reino Unido y en su lugar ha puesto como ejemplo a Portugal, con un Gobierno socialdemócrata y con una presión fiscal mayor a la española.

El responsable de Economía del PP, Juan Bravo, ha remarcado las diferencias entre el plan fiscal británico y el suyo y ha tratado de vincular el fiasco de la primera ministra británica con el hecho de que no hubiera previsto, en paralelo a su rebaja impositiva, una fuerte reducción del gasto público. “La situación del Reino Unido es muy concreta”, ha defendido el fiscalista, “y hay que estudiar lo que le decían al Gobierno, que es que no veían ninguna bajada al gasto público, que nosotros estábamos pidiendo. No es tanto el problema de bajar o no impuestos, sino que no veían ningún gesto en el ahorro de esa cuantía”, ha manifestado en rueda de prensa en la sede del PP. Sin embargo, el Gobierno británico no ha tenido que rectificar solo por eso, sino que este lunes se ha visto obligado a eliminar la supresión del tipo máximo del 45% del IRPF para las rentas más altas, una impopular medida que había puesto en pie de guerra a muchos diputados conservadores.

Bravo ha insistido en que el plan fiscal de Gran Bretaña es distinto al del PP, a pesar de que hay paralelismos entre ambos, en particular en la rebaja a las rentas altas, y una similitud exacta en comparación con el programa electoral del PP en 2019. “Es diferente lo que estamos planteando nosotros a lo que está planteando el Reino Unido, sobre todo en la parte del ahorro público”, ha subrayado el dirigente popular, que no obstante insiste en que bajar impuestos es la política del PP. “Nuestra política es, siempre que las cuentas públicas lo permitan y que la coyuntura publica lo permita, bajar impuestos”, ha enfatizado.

El programa electoral del PP para las generales de 2019 suena casi idéntico a las medidas estrella del plan de la primera ministra británica, que ha tenido que rectificar tras el desplome de la libra. El documento del PP plantea en su punto 16: “Aprobaremos una rebaja fiscal del IRPF que afectará a todos los contribuyentes. El tipo máximo se situará por debajo del 40%”. El plan del Gobierno británico incluía la supresión del tipo máximo del 45% del IRPF para las rentas más altas (los contribuyentes que cobran más de 170.000 euros anuales), hasta que hoy ha dado un giro de 180 grados. El vicesecretario de Economía del PP no ha respondido este lunes en rueda de prensa a la pregunta de si el PP seguía defendiendo esta rebaja fiscal que aparece en su programa, que fuentes del PP señalan que no fue diseñado por el actual presidente del partido, y que es previo a la pandemia y al contexto económico actual.

Las propuestas electorales del PP y el plan de la primera ministra británica coinciden además en una fuerte rebaja fiscal a las empresas. En el texto de los populares se lee en el punto 17: “Impulsaremos una rebaja del Impuesto de Sociedades situando el tipo máximo por debajo del 20%”. El tipo general es del 25%, aunque las numerosas deducciones suelen rebajarlo considerablemente. Truss, por su parte, ha vuelto a establecer el tipo máximo del impuesto a las empresas en el 19%, frente al 25% en el que se situaba.

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El plan del PP de Feijóo —presentado al Gobierno en un documento el pasado abril y que fuentes del PP señalan que la dirección actual sigue suscribiendo— omite esa propuesta, pero también implicaría una bajada de impuestos con carácter temporal por valor de entre 7.500 y 10.000 millones; un ajuste del gasto burocrático y político, y la utilización de 4.900 millones de los fondos europeos para articular incentivos fiscales, ya sea como ayudas a las empresas en sociedades o como una rebaja en el IRPF.

Aunque los populares ponen el foco en rebajas fiscales a rentas medias y bajas, la principal similitud con el plan de Truss está en la medida anunciada este septiembre por varios Gobiernos del PP, la supresión o minoración del Impuesto al Patrimonio, que se aplica como norma general para riquezas de más de 700.000 euros sin contar con la vivienda habitual. Bravo ha defendido que esta iniciativa está pensada para “no ayudar a que la gente que pueda aportar en nuestro país se nos vaya”. El líder popular, Alberto Núñez Feijóo, también ha defendido este lunes la supresión del Impuesto del Patrimonio con un nuevo argumento, el de que supuestamente España va a perder a grandes fortunas que van a elegir residir fiscalmente en Portugal porque no cuentan con ese tributo.

“¿Qué hacen los socios?”

“Lo que es preocupante, ¿qué es lo que hacen los socios?”, se ha preguntado Feijóo de forma retórica sobre los pares socialdemócratas de Sánchez en Europa, como Portugal. “Los socios bajan impuestos. Y he visto lo que hacen los socios portugueses. Los socios portugueses no tienen Sucesiones, Donaciones ni Patrimonio. Cuando nosotros ahora mandamos un mensaje a los patrimonios que ahora van a empezar a pagar, ¿qué le estamos diciendo? Estamos de alguna forma empujando las inversiones hacia el otro lado”. Feijóo pone como ejemplo a Portugal para desgastar a Sánchez, pero elude hablar de sus pares conservadores en Europa, como Gran Bretaña, obligada este lunes a una rectificación histórica de su plan fiscal. El país luso, sin embargo, tiene una mayor presión fiscal que la española, del 37,6% sobre PIB frente al 37,5% de España, según Eurostat; esa décima de diferencia equivale a unos 10.000 millones de euros.

El PP está convencido, en todo caso, de que va ganando la batalla cultural por los impuestos al Gobierno, y sigue centrando su estrategia en este asunto. Feijóo ha señalado este lunes como “muy antiguo” el discurso del presidente socialista sobre el modelo fiscal. “Volver a hablar otra vez de ricos y pobres, volver a señalar a las empresas como responsables, eso en la Unión Europea no se hace ya”, ha criticado. El líder popular defiende a las compañías —votó en contra del impuesto a las eléctricas y la banca— aunque la encuesta de 40dB. para EL PAÍS de este lunes revela que hasta un 55% de los votantes del PP están de acuerdo con el gravamen a las energéticas.

La "tasa de solidaridad" portuguesa

Tereixa Constenla

Portugal no tiene un tributo al Patrimonio, pero sus ciudadanos más ricos pagan bastante más que sus colegas españoles en el impuesto de la renta. En el equivalente portugués al IRPF se cobra una “tasa de solidaridad” a todas las personas que ingresan más de 80.000 euros al año. Si las rentas están por debajo de los 250.000 euros, se aplica un 2,5%, mientras que si están por encima, tributan un 5%. Esta contribución de los más ricos se suma al impuesto que le corresponda pagar en la liquidación. Al igual que en España, el gravamen es progresivo, pero tanto sus mínimos como sus máximos son bastante superiores. El tramo más alto tributa al 48%, por encima del 45% británico que la nueva primera ministra Liz Truss británica ha intentado eliminar sin éxito. El tramo mínimo en Portugal es del 14,50%.


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