Los socios del Gobierno tildan de “maquillaje, broma y cachondeo” las reformas de la Casa del Rey

Podemos avanza que no contribuirá a un “blanqueo” del que La Zarzuela ha excluido de informar a ERC, Junts, Bildu, BNG y la CUP

Felipe VI y Pedro Sánchez, en La Palma, el pasado 13 de marzo, con motivo de la Conferencia de Presidentes.FERNANDO CALVO (AFP)

Las reformas emprendidas para dotar de más controles y transparencia las cuentas de la Casa del Rey y pactadas entre La Zarzuela, La Moncloa y algunos partidos no satisfacen las posiciones a varios socios del Ejecutivo, en el gobierno y en el Parlamento. Unidas Podemos, que fue informado por el PSOE a última hora de los cambios internos en el funcionamiento económico de la Monarquía, ya avanzó rápidamente que no contribuirá a lo que tildan com...

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Las reformas emprendidas para dotar de más controles y transparencia las cuentas de la Casa del Rey y pactadas entre La Zarzuela, La Moncloa y algunos partidos no satisfacen las posiciones a varios socios del Ejecutivo, en el gobierno y en el Parlamento. Unidas Podemos, que fue informado por el PSOE a última hora de los cambios internos en el funcionamiento económico de la Monarquía, ya avanzó rápidamente que no contribuirá a lo que tildan como mero “maquillaje y blanqueamiento”. Algunos aliados parlamentarios habituales, como ERC, y otras formaciones independentistas como Junts, Bildu, BNG y la CUP, fueron igualmente críticos, pero además expresaron su malestar por el hecho de que los responsables de La Zarzuela ni siquiera les informaran de sus planes, como sí hicieron con el PP, Ciudadanos u otros partidos.

Las críticas llegaron este martes desde el Congreso, solo horas después de que el Consejo de Ministros aprobase un real decreto que reforma la estructura y el funcionamiento de la Casa del Rey con la intención de “reforzar la transparencia, la rendición de cuentas, la eficiencia y la ejemplaridad en la Casa Real, en línea con los principios que han presidido desde su inicio el reinado de Felipe VI”, según la explicación de La Moncloa.

Entre las novedades más importantes, según ha avanzado Félix Bolaños, ministro de Presidencia, está la posibilidad de que el Tribunal de Cuentas, cuya composición ha sido recientemente renovada, pueda controlar en qué se gasta el Presupuesto de la Casa del Rey. Es el siguiente paso relevante después que este lunes el Rey diera a conocer su patrimonio.

Esos argumentos, sin embargo, no convencieron a varios partidos socios habituales del Ejecutivo. La ministra Ione Belarra, secretaria general de Unidas Podemos, ya anticipó en la noche del lunes su rechazo al conocer las intenciones de las reformas: “La monarquía es una institución cuya impunidad está blindada en la Constitución. Cualquiera que ostente el cargo puede volver a hacer lo mismo que hizo el emérito. Por eso, no vale ningún maquillaje. Nuestra democracia necesita que la ciudadanía pueda elegir al jefe del Estado”. Fuentes de Unidas Podemos agregaron: “El PSOE nos avisó antes, pero obviamente esto es una operación de Estado que llevan semanas o meses preparando. Podemos no va a contribuir al blanqueamiento de la desgastada monarquía y se va a desmarcar abiertamente, sobre todo si ni siquiera se va a poder debatir en el Congreso y tiene al PP de actor secundario”.

“Esto hay que tomárselo un poco a broma”, ha comentado Gabriel Rufián, el portavoz de ERC en el Congreso, y ha recalcado que si el rey Felipe VI ha podido ahorrar más de dos millones de euros ha sido porque “no paga alquiler ni hipoteca” y porque “se lo pagamos nosotros”. Rufián ha planteado que si el monarca ha optado por no facilitar información a una serie de partidos republicanos y no monárquicos sobre esas reformas y nuevos controles, también debería ahora “exonerar” a los militantes de esas formaciones de “pagarle el sueldo” como jefe del Estado.

La portavoz de JxCAT, Míriam Nogueras, ha insistido en la idea de que los ciudadanos catalanes ya pagan ahora unos 52.000 millones de euros en impuestos para sufragar, entre otras cosas, “los lujos del Rey y toda su familia”, y ha exigido que la Jefatura de Estado “rinda cuentas” y ha considerado “una humillación” que se les haya excluido de esa ronda informativa programada desde La Zarzuela con varios partidos.

La diputada de la CUP, Mireia Vehí, ha tachado de “cachondeo democrático” y de “escándalo” los criterios del Gobierno del PSOE y La Zarzuela para decidir con qué partidos se contactaba para avanzar esos planes. Vehí ha sido especialmente dura con el PSOE por “salvar una vez más al Rey” con un real decreto que no necesita refrendo del Congreso y como hicieron antes con el rey emérito, Juan Carlos I, evitando “que pasara por la Justicia”.

Los portavoces del PP, Cs y Vox sí respaldaron con entusiasmo las reformas emprendidas por la Casa del Rey y confirmaron los contactos con los responsables de La Zarzuela desde hace meses. En el caso del PP, las conversaciones han sido discretas desde hace año y medio, cuando el actual monarca anunció su intención de emprender algunos cambios. Y esas conversaciones se han mantenido tanto durante la etapa en el liderazgo de ese partido de Pablo Casado como ahora de Alberto Núñez Feijóo.

El nuevo líder popular fue incluso más lejos y ratificó este martes desde Galicia que le parece muy bien que en esos contactos no se haya incluido a partidos que no creen en esa institución monárquica: “Nuestro aprecio personal e institucional no solo se mantiene, sino que se incrementa viendo ese gesto sin precedentes en más de 40 años de monarquía constitucional. Es una decisión que dignifica la Jefatura del Estado y es de una enorme trascendencia política e institucional”.

Hasta ahora, la Zarzuela se limitaba a rendir cuentas de manera global. Ni el Congreso ni el Tribunal de Cuentas pueden, por tanto, fiscalizarlo. Desde septiembre de 2007, un técnico del Cuerpo de Interventores y Auditores de la Administración Civil del Estado se encarga de la administración del dinero de la Zarzuela, pero es algo que decidió voluntariamente la Casa del Rey. Ahora se hará a través de un convenio con el Tribunal de Cuentas, que se convertirá en un auditor externo de la Casa del Rey.

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