Feijóo, a sus barones: “El PSOE no quiere aislar a Vox, quiere aislar al PP”

El PP sigue sorteando el debate fundamental que le atraviesa sobre su relación con la extrema derecha. Mientras Europa contiene el aliento ante la posibilidad de que la candidata del partido ultra homólogo a Vox, Marine Le Pen, se convierta este domingo en presidenta de Francia, el PP ha dado entrada a los extremistas a su derecha en el primer Gobierno autonómico, en Castilla y León, que echará a andar este jueves. El auge de la extrema derecha no es de momento motivo de debate en los órganos internos del PP. En ...

El PP sigue sorteando el debate fundamental que le atraviesa sobre su relación con la extrema derecha. Mientras Europa contiene el aliento ante la posibilidad de que la candidata del partido ultra homólogo a Vox, Marine Le Pen, se convierta este domingo en presidenta de Francia, el PP ha dado entrada a los extremistas a su derecha en el primer Gobierno autonómico, en Castilla y León, que echará a andar este jueves. El auge de la extrema derecha no es de momento motivo de debate en los órganos internos del PP. En la reunión este miércoles del Comité Ejecutivo Nacional, el máximo órgano entre congresos, Alberto Núñez Feijóo no precisó a los suyos cuál debe ser su política de pactos, pero sí les advirtió de cuál cree que es la estrategia del Gobierno. “El PSOE no quiere aislar a Vox, quiere aislar al PP”, les dijo.

Ese mensaje del líder a los suyos, confirmado por tres fuentes presentes en la reunión, carga las tintas contra el Gobierno y soslaya la responsabilidad del PP en llegar a acuerdos con la extrema derecha. Pero al mismo tiempo, reconoce implícitamente que el partido tiene un problema con sus alianzas, porque si su único socio posible es la formación de Santiago Abascal, ese tándem puede ahuyentar a los votantes moderados. Feijóo se queja de que el PSOE no le ayude a no tener que depender de Vox, aunque al mismo tiempo ha desdeñado ya la propuesta del Gobierno de buscar un pacto global de gobernabilidad si el PP rompe todos sus acuerdos con la extrema derecha. En una entrevista en la Cadena SER, preguntó irónicamente si “era una broma” esa oferta del Ejecutivo, teniendo en cuenta sus acuerdos con los independentistas o Bildu.

En la reunión del comité, Feijóo emplazó a los suyos a no distraerse con Vox y explicó que la estrategia del partido será hacer propuestas concretas que demuestren que es la alternativa de Gobierno. “Eso es lo que nos diferencia de Vox, que nosotros sí podemos hacer propuestas solventes”, opina un barón. Feijóo insistió ante sus líderes territoriales y principales dirigentes que la oposición que “pone en aprietos” al Gobierno, y él lo ha comprobado como presidente de Galicia, “es la que hace buenas propuestas, no la que insulta”. Feijóo sigue enmendando a la etapa de Pablo Casado, que llegó a encadenar 21 descalificativos de una tacada a Pedro Sánchez en 2019.

El líder del PP no explicó en su discurso a puerta cerrada por qué no había acudido a la toma de posesión de Mañueco el día anterior, pero todos los barones han entendido que ha buscado marcar distancias con Vox, aunque haya dejado hacer ese pacto de Gobierno con los ultras. Nadie se atrevió en el comité a abrir el debate con respecto a Vox. Por un lado, porque los líderes territoriales descuentan que si hay que pactar con la extrema derecha se pactará, y por otro porque, como reconocen algunos, hay un líder nuevo y es mejor actuar con “prudencia”. El siguiente líder en examinarse en las urnas, el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, reconoció en cambio ante los micrófonos de los periodistas que a él le “gusta” el Gobierno de Fernández Mañueco, aunque dijo que en su caso aspira a gobernar en solitario.