La tregua en el PP se tambalea por las fechas del congreso de Madrid
El equipo de Ayuso ve “ilegal” que el cónclave se retrase a después de marzo
“No hay tregua, lo que hay es simplemente un aplazamiento”. En el equipo de Isabel Díaz Ayuso precisan que el pasado lunes se escenificó un armisticio que en realidad no es tal. El conflicto entre la presidenta madrileña y la dirección nacional del PP por el poder del partido en Madrid sigue igual de abierto y, de hecho, la última decisión de Génova sobre el calendario ha vuelto a elevar la tensión con la Puerta...
“No hay tregua, lo que hay es simplemente un aplazamiento”. En el equipo de Isabel Díaz Ayuso precisan que el pasado lunes se escenificó un armisticio que en realidad no es tal. El conflicto entre la presidenta madrileña y la dirección nacional del PP por el poder del partido en Madrid sigue igual de abierto y, de hecho, la última decisión de Génova sobre el calendario ha vuelto a elevar la tensión con la Puerta del Sol. La cúpula ha decidido no convocar el congreso del PP de Madrid hasta después de las elecciones de Castilla y León del 13 de febrero para no entorpecer la campaña de Alfonso Fernández Mañueco. Esto aboca a que el cónclave se celebre pasado el mes de marzo, porque los estatutos del PP marcan un plazo mínimo de 45 días desde la convocatoria hasta la cita. El problema es que en marzo se cumplen cinco años desde el último congreso del PP que eligió a Cristina Cifuentes, y en el equipo de Ayuso sostienen que ir más allá de esa fecha es “ilegal” según la norma interna.
La tregua tiene pies de barro. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, y la presidenta de Madrid se dejaron ver juntos el pasado lunes en un desayuno informativo después de meses enfrentados a cara de perro. La imagen fue buscada por el número dos del PP, que acudió al acto como gesto de distensión con Ayuso. Pero no había sido pactada con la líder madrileña, que siguió el juego a García Egea cuando este se acercó a ella a su llegada para hacer entrada juntos delante de las cámaras.
Tampoco Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso se han sentado a hablar todavía sobre el conflicto que les enfrenta desde hace más de cuatro meses. Hablaron brevemente hace unos días para felicitarse el año y sobre el estado de salud del líder del PP, que acaba de pasar la covid, pero en el equipo de la líder madrileña confirman que “no ha habido una conversación política entre ellos”. Génova sigue además sin respaldar a la líder madrileña como presidenta del PP de Madrid. Ayer mismo, tras la reunión del comité de dirección, el secretario general evitó apoyar a Ayuso para dirigir el partido. En el congreso, zanjó, “se presentará quien quiera, y ganará quien le voten”.
En ese contexto, el calendario del congreso vuelve a ser objeto de choque entre las dos partes. Génova defiende que el retraso del cónclave de Madrid no ha sido deliberado, sino una consecuencia del adelanto electoral en Castilla y León. “Las elecciones en Castilla y León no estaban previstas, son una situación sobrevenida en la que el partido tiene que volcarse al 100%”, defendió ayer García Egea. “Por tanto, cuando finalicen estas elecciones, retomaremos todo nuestro calendario [de congresos] con total normalidad”. En la Puerta del Sol sostienen en cambio que las elecciones en Castilla y León no impiden convocar el congreso de Madrid ya, aunque se celebre después de la cita con las urnas. En Génova no están de acuerdo porque creen que si lo convocaran abrirían un melón que generaría ruido en campaña.
La dirección nacional asume, por tanto, que el congreso del PP de Madrid se celebrará en todo caso después del mes de marzo. Y en la Puerta del Sol advierten de la “ilegalidad” que eso supone, porque los estatutos marcan que los congresos se tienen que celebrar siempre cada cuatro años, excepcionalmente cada cinco, y el de Cifuentes se celebró en marzo de 2017. “Ya son demasiadas ilegalidades de un equipo que va a terminar pagando una multa”, avisan en el equipo de la presidenta madrileña. Fuentes de la dirección nacional aseguran por su parte que “con los estatutos en la mano, el congreso se puede hacer más tarde” e invitan a los ayusistas “a que tomen las medidas que consideren oportunas”.
Existe además otro escenario que podría dejar en el aire por completo que el congreso se celebre el primer semestre del año, como aprobó la junta directiva nacional. Es el de que Juan Manuel Moreno Bonilla adelante las elecciones andaluzas al mes de junio. Según la Loreg, tiene que convocarlas con 54 días de antelación, así que si quiere que se celebren a principios de junio tendría que firmar el decreto, como tarde, a mediados de abril. El congreso del PP de Madrid quedaría en ese caso sin margen para celebrarse, en una pinza entre las elecciones de Castilla y León y la precampaña de las andaluzas. En el equipo de Ayuso se preguntan si esos retrasos afectarán también al congreso nacional del PP. “¿Incumplirán en Génova los estatutos tanto en Madrid como en el Nacional? Porque en julio tiene que celebrarse el congreso nacional”, inquieren fuentes de Sol, revelando que la tregua se tambalea.