Casado relanza su perfil más agresivo para contrarrestar la presión de Ayuso
La dirección del PP se prepara para una larga batalla con la presidenta madrileña
Pablo Casado regresa al perfil duro. La estrategia del presidente del PP, zigzagueante, ha regresado a la línea contundente coincidiendo con el recrudecimiento de su conflicto interno con Isabel Díaz Ayuso. El líder popular recurrió este miércoles al lenguaje malsonante en sede parlamentaria —”¿Qué coño tiene que pasar para que usted asuma alguna responsabilidad?”, le espetó al presidente del Gobierno— y lanzó durísimas acusaciones al PSOE...
Pablo Casado regresa al perfil duro. La estrategia del presidente del PP, zigzagueante, ha regresado a la línea contundente coincidiendo con el recrudecimiento de su conflicto interno con Isabel Díaz Ayuso. El líder popular recurrió este miércoles al lenguaje malsonante en sede parlamentaria —”¿Qué coño tiene que pasar para que usted asuma alguna responsabilidad?”, le espetó al presidente del Gobierno— y lanzó durísimas acusaciones al PSOE haciéndolo responsable de encubrir varios casos de presuntos abusos sexuales a menores. Casado da una vuelta de tuerca, muy agresiva, a su oposición a Pedro Sánchez para recuperar el foco perdido en las últimas semanas de choque interno en el PP, mientras la dirección nacional se prepara para una larga batalla con la presidenta de Madrid.
La intervención de Casado insufló ánimos a gran parte de su grupo parlamentario, que la jaleó — “brutal repaso de Casado a Sánchez, que no contesta a nada y que está cada vez más alejado de los problemas de los españoles”, se autofelicitaban fuentes de la dirección—, pero no llovió a gusto de todos, y en el grupo también se escucharon críticas a ese tipo de lenguaje en el Parlamento. “No es el campo semántico que se pide al líder de la oposición”, reconocía un diputado popular. La dirección del PP justificó el exabrupto porque era una cita de Sánchez en 2015 (que no hizo en el Parlamento) y como expresión de una sensación de impotencia. “Es que ya está bien, Sánchez no contesta a nada y miente a todo el mundo”, resumía un dirigente.
Pero el tono de Casado, que recordaba a su estilo más bronco de 2019, cuando encadenó de una tacada 19 insultos al presidente del Gobierno, no es una anécdota. Se produce en un contexto muy concreto y anticipa, según fuentes de la dirección popular, lo que viene en el PP después de las vacaciones navideñas. Los populares van a subir el pistón en la oposición contra el Ejecutivo, conscientes de que el conflicto interno lleva meses eclipsando a Casado.
El contexto de la subida de decibelios del líder del PP es una batalla con su dirigente más popular, Isabel Díaz Ayuso, que se ha agravado y enquistado —esta semana el enfrentamiento ha saltado de lo orgánico a una discusión sobre la gestión de la pandemia— y que está dando alas a su principal competidor en la derecha, Vox, como demuestra su pujanza en las encuestas. En esa espiral perniciosa del choque con la líder madrileña y el auge de la extrema derecha, Casado cree que tiene que elevar el tono contra el Gobierno para salir a flote.
La dirección del PP ha tomado conciencia esta semana, además, de que el enfrentamiento con Ayuso ha llegado para quedarse. Hasta ahora, la cúpula albergaba la esperanza de que si dejaba de entrar al trapo ante las arremetidas del equipo de la presidenta conseguiría bajar el suflé y las aguas volverían a su cauce. Casado decretó silencio a toda su dirección sobre este asunto hace ya mes y medio, sin que esa estrategia haya funcionado. Esta semana, al contrario, el conflicto se ha agravado. En la cúpula del PP se quejan de que Ayuso “se ha pasado de frenada” al enfrentarse a Casado por la cancelación de las cenas de Navidad del partido. Génova asume ya que el choque con la presidenta madrileña no tiene solución a medio plazo. “Esto no va a parar”, reconocen fuentes al más alto nivel.
En la dirección popular creen que el enfrentamiento no va a detenerse porque “hay uno que no quiere que pare”, en referencia al jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, y hay que aceptarlo. “Conviene no engañarse”, apuntan dirigentes del entorno del líder, que ponen el acento también en que el choque por las cenas de Navidad revela que la fecha del congreso del PP de Madrid, hasta ahora la principal discrepancia entre Ayuso y Génova, “era una excusa”. En consecuencia, el equipo de Casado cree que la única salida es centrarse en la oposición a Sánchez aumentando las revoluciones.
Casado cuenta en este último choque con Ayuso con el favor de los barones populares, que este miércoles cerraron filas con la dirección. Dos presidentes autonómicos del PP, el de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el de Murcia, Fernando López Miras, dejaron claro su respaldo a la estrategia de Casado sobre la gestión de la pandemia frente a la presidenta madrileña. Mañueco y López Miras subrayaron que ellos han cancelado en sus comunidades las cenas multitudinarias de Navidad que Ayuso defiende y por las que se ha enfrentado a la dirección, y que lo han hecho por “responsabilidad” y “sentido común”, siguiendo las recomendaciones de los expertos sanitarios. El presidente murciano lanzó un dardo cargado de ironía a su colega madrileña: “Es muy importante”, dijo, “no contagiarse [de covid] para ser libres”. El PP sigue en ebullición, dentro y fuera del Parlamento.