Los vecinos de Tudela, tras las inundaciones: “Es la tercera riada ya. Esto se veía venir”

El desbordamiento del Ebro bate un récord histórico de nivel y caudal a su paso por la localidad navarra

Una vecina de Tudela (Navarra) limpia su cocina tras verse anegada por las inundaciones, este lunes.Vídeo: ANDER GILLENEA | POLICÍA NACIONAL

Tudela recupera poco a poco a la normalidad y su Ayuntamiento ha reabierto algunas de las zonas anegadas por la crecida del Ebro, pero varias calles continúan impracticables, con más de medio metro de agua. Las aguas han inundado por filtración, a través de la red de alcantarillado, las zonas bajas del ca...

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Tudela recupera poco a poco a la normalidad y su Ayuntamiento ha reabierto algunas de las zonas anegadas por la crecida del Ebro, pero varias calles continúan impracticables, con más de medio metro de agua. Las aguas han inundado por filtración, a través de la red de alcantarillado, las zonas bajas del casco antiguo, las más próximas al cauce, de la localidad del sur de Navarra de 37.000 habitantes.

Los vecinos recuperan también paulatinamente la tranquilidad, tras una riada que, aseguran varios de ellos, ha hecho estragos. Es el caso de Andrés Aranda, uno de los vecinos afectados: “La verdad es que impresiona. La gente está compungida y dolorida porque es la tercera riada ya. Esto se veía venir porque no se limpian los cauces del río”.

El caudal del río ha batido un récord histórico de altura en el medidor de Castejón con 7,95 metros, así como de caudal y altura en Tudela, donde este domingo se alcanzaron los 2.684 metros cúbicos por segundo. Para hacerse una idea de la magnitud de la riada, en las penúltimas inundaciones, en febrero de 2015 (las últimas fueron en 2018), en la localidad navarra se registraron 5,85 metros de altura y 2.582 metros cúbicos por segundo.

Una calle de Tudela, anegada parcialmente por las inundaciones. ANDER GILLENEA (AFP)

En la tarde del lunes los niveles han recuperado datos previos al fin de semana con un caudal cercano a los 2.000 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, el agua no se ha retirado todavía de algunas calles del casco viejo de Tudela, que tardarán horas en retomar la normalidad, mientras que otras vías, como el paseo del Cristo, sigue impracticable a la circulación y al tránsito peatonal, informa la Policía Local.

Una vecina de esa avenida, Beatriz García, ha sufrido daños en su garaje y relata la impotencia de no poder hacer nada. “El agua comenzó a entrar y filtrarse rápidamente, por todas partes”, se lamenta. “Se han inundado garajes, trasteros, las partes bajas de los locales comerciales. No hay nada que hacer cuando el agua alcanza esos niveles. Hemos estado varias horas sin ascensor, todo se complica mucho en estas ocasiones”, señala.

Tres bombas necesitó Fabiola Garbayo, dueña de una tienda de manualidades ubicada en el paseo Pamplona, para achicar el agua la madrugada del sábado al domingo. “Me fui a casa a las 6.30 horas de la mañana… No he visto una cosa igual nunca, ni en 2003 ni en 2015. El agua se empezó a filtrar y caía por las paredes, salía por el suelo, empezamos con una bomba y al final con las tres sacamos toda el agua”, detalla.

Ambas vecinas coinciden en la rapidez con la que se anegaron los edificios. La dueña del taller subraya la incertidumbre que vivió: “Ha sido una experiencia horrible, parecía que te venía el agua encima y había momentos en los que te preguntabas… ¿Te quedas aquí y corres peligro o sales y que sea lo que tenga que ser?”. Este lunes la humedad brota del suelo.

Trabajadores de Protección Civil de Tudela, en una lancha en una calle inundada de la localidad navarra, este domingo. Iván Delgado (Europa Press)

El agricultor de Tudela, vocal de la Junta Permanente de la UAGN (Unión de Agricultores y Ganaderos Navarros), David Navarro, ha exigido la limpieza de los cauces del río porque “con unos caudales inferiores o hasta cierto punto normales para lo que es una avenida, se sufren inundaciones que no son normales”, ha denunciado. El presidente de la UAGN, Félix Bariáin, ha ido más allá y ha criticado la decisión de la Confederación Hidrográfica del Ebro y las reivindicaciones de colectivos ecologistas de no limpiar los cauces del río: “La solución no es venir y dar dinero porque ha habido un daño, la solución debe ser estructural, de limpieza del río”.

La bajada del caudal del Ebro ha permitido al consistorio tudelano bajar al nivel 1 de emergencia del plan de inundaciones. Ahora toca evaluar los daños, no solo en los cascos urbanos, sino también en los campos, porque al menos 8.800 hectáreas de campos de cultivo de 11 localidades ribereñas están inundadas por las crecidas. El Gobierno foral ha anunciado ya ayudas complementarias a las que pueda ofrecer el Gobierno de España para que lleguen, según ha apuntado la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, “en un momento clave de la campaña, en cultivos de invierno”, en referencia a los campos de cardo, brócoli o coliflor.

En la tarde del lunes se ha celebrado una reunión de la presidenta navarra María Chivite con los 74 alcaldes y alcaldesas de los municipios afectados para evaluar los daños. Una reunión telemática a la que los representantes municipales han llegado ya con el anuncio del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, de que el Consejo de Ministros declarará esta misma semana como zonas de emergencia —lo que antes se conocía como “zona catastrófica”— las áreas afectadas por las riadas. No obstante, Sánchez no ha concretado si la decisión se adoptará en la reunión del Ejecutivo del martes o ya en la del viernes.

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