Casado desdeña el desgaste en el PP por la crisis con Ayuso: “Nosotros a lo nuestro, vamos bien”
El líder del PP reivindica que el partido encabeza las encuestas privadas para quitar importancia a los efectos de la disputa interna
Los barones del PP alertaron este sábado del desgaste que sufre el partido por el conflicto entre la dirección nacional e Isabel Díaz Ayuso, pero Pablo Casado resta importancia a las consecuencias de la crisis interna. En su discurso este domingo en Puertollano (Ciudad Real), en la clausura del congreso del PP de Castilla-La Mancha, el líder popular ha lanzado un mensaje a la formación para que no se preocupe por los efectos ...
Los barones del PP alertaron este sábado del desgaste que sufre el partido por el conflicto entre la dirección nacional e Isabel Díaz Ayuso, pero Pablo Casado resta importancia a las consecuencias de la crisis interna. En su discurso este domingo en Puertollano (Ciudad Real), en la clausura del congreso del PP de Castilla-La Mancha, el líder popular ha lanzado un mensaje a la formación para que no se preocupe por los efectos de la pugna con la presidenta madrileña. El jefe de los conservadores ha reivindicado las encuestas privadas que se están publicando estos días en pleno conflicto y que siguen situando en cabeza al PP, aunque varias de ellas revelan que la crisis rebaja sus expectativas electorales y pasa factura a los populares. “Hay una gran preocupación en el PP por las encuestas... es que nos da la risa, es increíble”, ha ironizado Casado, antes de subrayar ante los delegados del congreso que el rumbo es el correcto: “Nosotros a lo nuestro, vamos bien, y os digo una cosa: vamos a ganar las elecciones generales, cuando sean”.
Casado ha evitado citar a Ayuso expresamente, aunque sí lo ha hecho con otros cargos y dirigentes territoriales del PP, pero su mensaje sobre la buena marcha del partido hablaba de forma implícita del conflicto que tiene abierto con la presidenta madrileña. Ese “a lo nuestro, vamos bien”, invitaba a los populares a no despistarse con los problemas internos. El conflicto con Ayuso por el control del PP de Madrid se ha enquistado y en la dirección reconocen que no hay visos de acuerdo. El líder popular les ha dicho a los suyos, sin embargo, que no está preocupado por la repercusión de la crisis. “Es la primera vez que un Gobierno en solo dos años es sorpassado (superado) por la oposición, a pesar de todas las trampas, de la ocupación del poder, de todo lo que se dice de nosotros, y lo que no se dice de ellos, y resulta que ahora la preocupación es del PP que va a la cabeza en las encuestas”, ha argumentado Casado.
En su discurso en el cónclave, Casado ha cargado contra la reunión el día anterior en Valencia de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con Mónica Oltra, Ada Colau, Mónica García y Fátima Hamed Hossain para tejer alianzas de cara a una futura plataforma de izquierdas. La ha llamado “el nuevo aquelarre de los radicales”. Y ha avisado de que si el PP llega al poder recuperará la reforma laboral de 2012 que el Gobierno pretende ahora derogar, de la misma forma que hará con la llamada ley mordaza, que el Ejecutivo también cambiará.
El líder del PP no ha coincidido con Ayuso en Puertollano, como tampoco el secretario general del partido, Teodoro García Egea, que se marchó el sábado después de comer antes de que llegara la presidenta madrileña.
El líder llama a la calma, pero en el PP la preocupación va en aumento porque la guerra con Ayuso se cronifica y no está funcionando la estrategia de Génova de dejar de hablar de la pugna para que baje el suflé. El sábado, en Puertollano, Ayuso llegó a pedir que “la democracia interna, que también hace falta, llegue al partido en Madrid”, y en el equipo de la presidenta transmiten que va a seguir defendiendo lo mismo cada vez que se le pregunte, es decir, que no dejará de plantear sus reivindicaciones: que quiere presidir el PP de Madrid y que espera que el congreso se celebre pronto para que los militantes decidan. Por lo tanto, Génova no está consiguiendo que Ayuso deje de hablar de ello. Este fin de semana, el congreso del PP de Castilla-La Mancha, en el que Francisco Núñez fue entronizado como nuevo líder regional con el 98% de los votos, quedó eclipsado por la pelea interna. El PP lleva dos semanas sin colocar sus mensajes de oposición porque todo gira en torno a esta crisis.
Casado está muy enfadado con Ayuso y fuentes próximas a la dirección sostienen que está dispuesto a ir hasta el final para evitar que la líder madrileña, que era su amiga, se haga con el control del PP regional. Los problemas internos no dan tregua al líder popular, que este domingo desayunó con una explosiva entrevista de la exportavoz del PP Cayetana Álvarez de Toledo en El Mundo, en la que carga contra el secretario general, Teodoro García Egea, a quien acusa de que “ejerce un mando testosterónico y perjudica a Casado”. “Hace bullying”, sostiene Álvarez de Toledo.
A pesar de las declaraciones de la diputada, susceptibles de considerarse motivo de suspensión de militancia o expulsión, según los estatutos del PP, destacados dirigentes de la cúpula son partidarios de no actuar contra ella para evitar darle más publicidad. “Solo es noticia cuando ataca al PP, y cada vez tiene que decir algo más gordo. Se retrata ella sola”, censuran fuentes de la dirección. Con todo, no se descartan medidas y, en su caso, también una sanción por haber roto la disciplina de grupo, ya que votó en blanco en la elección de los magistrados al Tribunal Constitucional. El caso de Álvarez de Toledo recuerda a muchos dirigentes al de Ayuso, y otras fuentes próximas a la cúpula defienden que es un ejemplo de que hay que actuar con contundencia contra los versos sueltos. “No se pueden dejar heridos”, dice un dirigente de peso, partidario de expulsar a la exportavoz parlamentaria.