Detenido en Murcia un hombre que mantuvo cautivas a dos hijas y dos sobrinas durante ocho años

El arrestado, originario de Yemen, se las llevó en 2014 de su país, las tenía “sometidas” y ha viajado por medio mundo con ellas hasta llegar a España

La detención del presunto secuestrador en Murcia este viernes.Vídeo: Europa Press

Poco sabe aún la policía del ciudadano yemení de 54 años que mantenía sometidas a dos hijas y a dos sobrinas suyas desde que se las llevó de Yemen hace ocho años, en 2014. “Lo inmediato, lo que había que hacer antes que nada, era liberar a las cuatro mujeres que mantenía cautivas, una de las hijas de su hermano es todavía menor de edad, aunque está a punto de cumplir los 18 años. Se las llevó a todas siendo niñas”, relatan fuentes policiales desde Murcia. El hombre, buscado internacionalmente por Interpol por haber secuestrado a sus familiares, fue detenido en Cartagena hace 10 días en el piso...

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Poco sabe aún la policía del ciudadano yemení de 54 años que mantenía sometidas a dos hijas y a dos sobrinas suyas desde que se las llevó de Yemen hace ocho años, en 2014. “Lo inmediato, lo que había que hacer antes que nada, era liberar a las cuatro mujeres que mantenía cautivas, una de las hijas de su hermano es todavía menor de edad, aunque está a punto de cumplir los 18 años. Se las llevó a todas siendo niñas”, relatan fuentes policiales desde Murcia. El hombre, buscado internacionalmente por Interpol por haber secuestrado a sus familiares, fue detenido en Cartagena hace 10 días en el piso de acogida en el que vivía desde la primavera pasada con las chicas, que fueron liberadas. El caso se ha conocido este viernes, después de que el gabinete de prensa de la Policía Nacional enviase una nota al respecto.

“Cuando entró la Policía en la habitación en la que mantenía a las jóvenes cautivas, una de ellas trató de tirarse por la ventana”, revelan fuentes del caso, para mostrar la desesperación y la presión a la que se encontraban sometidas las chicas. “El hombre había empapelado los cristales del piso con propaganda, para evitar que pudiesen mirar al exterior o que fuesen vistas por otros, recortaba las fotografías de mujeres que aparecían en las publicaciones y revistas que les dejaba leer, les racionaba la comida y se encontraban desnutridas y extremadamente delgadas... era un cautiverio cruel”, describen fuentes del caso, que se encuentra bajo secreto.

“Este ciudadano llegó a España el pasado mes de marzo, en avión, entró por el aeropuerto de Barajas y presuntamente solicitó asilo y acogida a las autoridades españolas”, explican las mismas fuentes.

Fue la Fundación Cepaim, radicada en Cartagena, la ONG que se encargó de tramitar su acogimiento y la que, posteriormente, en septiembre pasado, denunció a la Policía Nacional la situación de “sometimiento” en la que se encontraban las cuatro mujeres. Este periódico ha tratado de recabar la versión del coordinador de esta asociación, que trabaja con inmigrantes desde hace años en la Región de Murcia y en buena parte de España, sin recibir respuesta.

Los agentes tuvieron conocimiento, a través de esa ONG, de que “las chicas solo interactuaban con otras mujeres de la ONG y siempre en presencia del detenido. Incluso necesitaban su aprobación para responder a las preguntas que se les hacía”. El investigado guardaba los alimentos en su habitación y se encargaba de administrarlos, recogía la nota policial. Además, retiró del domicilio cualquier tipo de aparato electrónico como televisiones o radios argumentando que las chicas “no necesitaban ningún tipo de contacto con el exterior”.

Videoconferencia

Pese a la denuncia de la asociación, la investigación policial ha sido complicada: “Hubo que encontrar, a través de la agregaduría de Interior en la Embajada de Arabia Saudí primero, a la esposa del hermano del detenido y madre de dos de las jóvenes. Fue ella la que confirmó, mediante una videoconferencia, que se las había llevado secuestradas siendo muy pequeñas y que no sabía nada de sus hijas desde hacía ocho años, razón por la que Interpol había emitido una orden de búsqueda de este individuo”, detallan fuentes policiales.

Las indagaciones policiales, que arrancaron en Cartagena pero terminaron en Murcia —después de que un juzgado cartaginense no autorizara la entrada y registro de la vivienda del arrestado inicialmente—, constataron que el presunto secuestrador “recorrió varios países hasta que llegó a España en marzo de 2020″. Residieron en Malasia, Corea del Sur y un año en Indonesia. También permanecieron en Ecuador y casi dos años en Colombia, donde se aceptó su petición de asilo. Posteriormente, el hombre viajó con ellas a Turquía para renovar su pasaporte en el consulado yemení. Allí le notificaron que tenía una denuncia por secuestro de sus dos sobrinas y partieron en avión hacia España para evitar que se las quitasen.

La madre de las niñas secuestradas no pudo explicar de dónde obtenía su cuñado el dinero para sobrevivir y viajar por medio mundo con las cuatro chicas. En el registro de la vivienda, la Policía intervino casi 5.000 euros en efectivo y 2.500 dólares americanos. Fuentes policiales aseguraron que no se le conoce ningún empleo al investigado y que, “supuestamente, vivía de ayudas del Estado”.

Una liberación y un enigma: ¿Quién es el secuestrador?

El ciudadano detenido por la Policía Nacional en Cartagena (Murcia) por mantener cautivas durante ocho años a dos hijas y dos sobrinas viajó por medio mundo durante todo ese tiempo, pidiendo ayudas y asilo con todas ellas sin que saltaran las alarmas. Desde Corea del Sur a Ecuador, pasando por Colombia y Turquía, donde fue “advertido por las autoridades” de que pesaba sobre él una orden de búsqueda por secuestro mientras trataba de renovar su pasaporte.

Pero todavía le dio tiempo a tomar un vuelo hacia España con las cuatro jóvenes, adonde llegó el pasado mes de marzo. Aquí fue interrogado varias veces, tanto por la Policía como por los miembros de la ONG que le gestionó los recursos de acogida, sin que sus respuestas resultaran convincentes para nadie. “Cada vez que se le preguntaba la razón por la que viajaba con sus dos sobrinas y sus hijas, respondía algo distinto: que era por la guerra en su país, que estaban solas, que estaban a su cargo... Había muchas contradicciones en sus declaraciones que suscitaban dudas”, relatan fuentes policiales. A las mujeres las tenía tan “atemorizadas” que no hablaban con nadie sin su permiso o sin su presencia. Una vez liberadas las jóvenes, los investigadores tratan ahora de descubrir quién es, en verdad, este ciudadano yemení que, aparentemente sin contar con recursos, ha podido viajar por el mundo entero llevando consigo a cuatro mujeres sometidas y que guardaba 5.000 euros y 2.000 dólares americanos en su piso de acogida de Cartagena.

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