El fiscal archiva la investigación sobre el vídeo islamófobo de Vox en la campaña catalana

El ministerio público alega que la campaña pudo ser “desacertada o desafortunada”, pero no delictiva

Un cartel de Vox ante la mezquita de Palafrugell (Girona).Twitter

La Fiscalía de Madrid ha archivado la investigación abierta en torno al vídeo islamófobo que difundió Vox en la campaña para las elecciones al Parlamento catalán del pasado 14 de febrero por considerar que, aunque la vinculación que hace entre la inmigración irregular y la delincuencia común o incluso el terrorismo de corte yihadista “se podría calificar cuanto menos de desacertada o desafortunada, al poder estigmatizar a todo un colectivo por acci...

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La Fiscalía de Madrid ha archivado la investigación abierta en torno al vídeo islamófobo que difundió Vox en la campaña para las elecciones al Parlamento catalán del pasado 14 de febrero por considerar que, aunque la vinculación que hace entre la inmigración irregular y la delincuencia común o incluso el terrorismo de corte yihadista “se podría calificar cuanto menos de desacertada o desafortunada, al poder estigmatizar a todo un colectivo por acciones atribuibles a unas pocas personas del mismo”, no constituye a su juicio un delito de odio, como habían denunciado varias asociaciones; entre otras, Musulmanes contra la Islamofobia.

El vídeo, que formaba parte de la campaña #StopIslamización y duraba 1 minuto y 17 segundos, sobreponía imágenes y noticias de la comunidad musulmana (imanes dirigiendo la oración en la mezquita o la puesta en marcha de un plan piloto para impartir religión islámica como asignatura optativa en las escuelas), con otras de los atentados terroristas de Las Ramblas de Barcelona, en agosto de 2017. “El separatismo nos lleva a la república islámica de Cataluña”, se lee al final del vídeo, con la imagen de la mezquita de Palafrugell (Girona) de fondo.

El fiscal considera que se trata de la expresión de la opinión de un partido político, “en el libre ejercicio de la libertad ideológica”, que no se puede perseguir penalmente. “El legislador”, argumenta, “no ha podido pretender una sanción penal para toda expresión de lo que, en definitiva, es un sentimiento humano como el odio”. Se da la circunstancia de que la red social Twitter suspendió durante ocho días la cuenta de Vox por “incitar al odio” contra los musulmanes con esta campaña. El partido recurrió a la Junta Electoral Central (JEC), que consideró “razonable” la decisión de la tecnológica, al haber vulnerado Vox su código ético.

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