Ayuso acepta las fechas del congreso que impone Génova

La presidenta de Madrid presenta como un gesto a la dirección su deseo de que su portavoz, Alfonso Serrano, sea el hombre fuerte del PP en la Comunidad

De derecha a izquierda, el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Alfonso Serrano; la presidenta, Isabel Díaz Ayuso; la consejera de Medio Ambiente, Paloma Martín, y el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Enrique López, en la Asamblea el pasado día 23 de septiembre.Marta Fernández Jara (Europa Press)

La tregua entre la dirección del PP y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, firmada durante la convención del PP ha dado paso, de nuevo, a un tira y afloja. Y Ayuso tiene las de perder en la primera pelea con Génova: la de los tiempos. El secretario general del partido, Teodoro García Egea, cerró este jueves la puerta a la posibilidad de adelantar el congreso del PP de Madrid, como quiere la líder madrileña para presidir la formación cuant...

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La tregua entre la dirección del PP y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, firmada durante la convención del PP ha dado paso, de nuevo, a un tira y afloja. Y Ayuso tiene las de perder en la primera pelea con Génova: la de los tiempos. El secretario general del partido, Teodoro García Egea, cerró este jueves la puerta a la posibilidad de adelantar el congreso del PP de Madrid, como quiere la líder madrileña para presidir la formación cuanto antes. “Hay unos calendarios y hay que respetarlos”, zanjó García Egea poco después de que Ayuso insistiera, durante una entrevista, en que el congreso debería celebrarse “pronto”.

El calendario, según Génova, estipula que el congreso no se celebre hasta la primavera del año que viene. Ante la negativa tajante de la cúpula, en el entorno de la presidenta admiten que el cónclave se hará cuando decida la dirección. A cambio, están seguros de que ella presidirá el partido y se preparan para conseguir el control de la formación: Ayuso quiere que Alfonso Serrano, su portavoz parlamentario y quien dirigió la campaña de las últimas elecciones autonómicas, sea también su hombre fuerte en el PP de Madrid.

La presidenta madrileña acepta las fechas que impone Génova, aunque no esté de acuerdo con ellas, dicen en su entorno. “Creemos que debe ser cuanto antes, para preparar las municipales, pero si ellos deciden que sea en junio, pues en junio”, apuntan estas fuentes.

Las palabras, este jueves, del hombre que mueve los hilos del aparato del PP, Teodoro García Egea, no dejaban lugar a dudas. El calendario se va a respetar, enfatizó, y eso implica que el congreso se celebre en “primavera”. Aunque, dentro de ese marco —la primavera se inicia el 20 de marzo y termina el 21 de junio—, Génova no desvela el mes en el que está pensando. El control de los tiempos es clave de cara a una eventual disputa orgánica, y la dirección nacional guarda con celo sus cartas sobre la fecha. Pero lo importante es que, en la disputa por los tiempos, Casado se ha plantado.

El entorno del líder del PP subraya que él no se ha dejado presionar cuando algunos sectores lo han intentado en otros casos —como, por ejemplo, en su rechazo a los indultos a los presos del procés, cuando recibió muchas presiones de la patronal y de la Iglesia— y tampoco va a dejar que suceda con los temas internos del partido.

Ayuso se resigna, aunque seguirá defendiendo que preferiría que el congreso se celebre más pronto que tarde, y su mirada está ya puesta en la siguiente contienda. En su entorno dan por hecho que ella presidirá el PP de Madrid —de momento es la única candidata a las futuras primarias, pero el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, no se ha descartado— y piensan ya en la composición del equipo al frente del partido.

Ayuso quiere proponer a Serrano como hombre fuerte del PP madrileño como un gesto de buena voluntad hacia Génova, “para limar asperezas”, señalan fuentes próximas a la presidenta. Serrano “conoce a todo el partido” y es amigo de Ana Camins, actual secretaria general del PP en la gestora, y del alcalde. Junto a él, Ayuso también quiere que Carlos Izquierdo, consejero de Administración Local de su Gobierno, ocupe responsabilidades. De momento, los nombres que pone la líder madrileña encima de la mesa son recibidos en la dirección nacional con indiferencia. En la guerra fría entre la Puerta del Sol y Génova aún quedan muchas batallas por pelear.

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