Cae una banda que estafó 1,7 millones de euros vendiendo enciclopedias a ancianos
La Guardia Civil detiene a 21 personas que embaucaban a los mayores con falsos contratos sobre colecciones de libros
La Guardia Civil ha desmantelado una red criminal que estafó y extorsionó a medio millar de ancianos de toda España con el pretexto de un falso contrato de venta de enciclopedias. Los estafadores habían obtenido un beneficio de 1,7 millones de euros. La banda, radicada en Madrid y Toledo, consiguió de forma ilegal listas de mayores que habían adquirido recientemente paquetes de enciclopedias de editoriales o que habían sido estafados anteriorment...
La Guardia Civil ha desmantelado una red criminal que estafó y extorsionó a medio millar de ancianos de toda España con el pretexto de un falso contrato de venta de enciclopedias. Los estafadores habían obtenido un beneficio de 1,7 millones de euros. La banda, radicada en Madrid y Toledo, consiguió de forma ilegal listas de mayores que habían adquirido recientemente paquetes de enciclopedias de editoriales o que habían sido estafados anteriormente. Accedían a sus víctimas y les exigían grandes cantidades asegurándoles que habían suscrito un falso contrato que les comprometía a la compra de más enciclopedias o publicaciones. Los agentes han detenido a 21 personas como presuntas autoras de delitos de pertenencia a organización criminal, estafa y falsificación de documento mercantil.
La llamada Operación Abanterum comenzó en marzo, cuando la Guardia Civil de La Rioja recibió una denuncia de un hombre que había comprado en 2018 unos productos editoriales valorados en 1.990 euros. La red criminal, que contactó con él, le insistía en la existencia de un contrato, que era ficticio, por el cual debía pagar una nueva colección con más enciclopedias y volúmenes, explicaron este jueves en rueda de prensa el coronel riojano José Antonio Cuel y el portavoz del cuerpo en la región, Miguel Ángel Sáez.
Los libros le llegaron a casa incluso tras reiterar él su disconformidad con esas condiciones. Entonces, dado que el afectado se negaba a abonar ese importe de unos libros no solicitados, varios supuestos abogados de la editorial se personaron en su domicilio y le amenazaron con demandarlo por “impago” si no cubría ese coste. Los agentes han informado de que “ante el miedo insuperable a las visitas que recibía”, acabó entregándoles 9.000 euros en efectivo para satisfacer esa falsa deuda. Los investigadores señalan que los estafadores “no tenían ningún tipo de sentimiento” y han relatado que cuando en una ocasión una de sus víctimas les rogó dejar de pagarles porque “no tenía dinero” los delincuentes le respondieron “apriétese usted el cinturón” a fin de seguir lucrándose.
El grupo delictivo, según las pesquisas policiales realizadas por todo el país, aplicaba “técnicas de venta agresiva para generar confusión en las víctimas”, las coaccionaba de forma presencial o por teléfono y presionaba hasta conseguir el dinero. Algunos de sus extorsiones se saldaron con la “quiebra económica” de familias enteras, que llegaron a desembolsar entre 30.000 y 100.000 euros. La banda disponía de una base de datos recientemente adquirida en el mercado negro con información confidencial de otros 2.000 potenciales estafados, muchos con perfiles muy similares al de aquellas 500 personas que ya habían sufrido estos métodos.
Los delincuentes actuaron por toda España aunque se centraban especialmente en La Rioja, Castilla y León, Asturias y Cantabria. La investigación sigue abierta y las autoridades han emplazado a quienes hayan sufrido algún episodio similar que se pongan en contacto con la Guardia Civil. A su vez, han recomendado que las familias instruyan a sus mayores en la importancia de desconfiar de las llamadas telefónicas y de las ofertas no esperadas.
Asimismo, los datos y filiaciones con las que contaban de forma irregular les permitía identificar a personas que ya habían sufrido ventas abusivas o estafas anteriormente, de modo que los detenidos se comunicaban con ellos fingiendo pertenecer a una asesoría jurídica. Estos presuntos profesionales les planteaban sus servicios, haciéndose pasar por la “Asociación de afectados del libro” mediante un contrato anual que valoraban entre 2.400 y 3.400 euros a cambio de recuperarles el dinero perdido, algo que no ocurría nunca.