Interior se opone a facilitar los permisos a los menores extranjeros no acompañados

La medida de más calado en materia migratoria del ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se ha topado con la oposición del ministerio del Interior. El cambio del reglamento de Extranjería para facilitar los documentos a miles de menores extranjeros no acompañados y jóvenes extutelados que llegaron a España de manera irregular ha vuelto a poner sobre la mesa dos enfoques opuestos en el mismo Gobierno para abordar la inmigración. En una reunión mantenida este viernes entre los ministerios que participan en la reforma q...

La medida de más calado en materia migratoria del ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se ha topado con la oposición del ministerio del Interior. El cambio del reglamento de Extranjería para facilitar los documentos a miles de menores extranjeros no acompañados y jóvenes extutelados que llegaron a España de manera irregular ha vuelto a poner sobre la mesa dos enfoques opuestos en el mismo Gobierno para abordar la inmigración. En una reunión mantenida este viernes entre los ministerios que participan en la reforma quedó clara la postura de ambos, según han detallado fuentes conocedoras del encuentro. Para Migraciones, eliminar las trabas actuales evitará la irregularidad, la marginalidad y facilitará el acceso al empleo de los chavales. Para Interior, será un incentivo para las mafias, para “millones” de jóvenes de 17 años y generará roces con sus socios europeos.

El cambio de reglamento, que llegará al Consejo de Ministros en forma de real decreto, lleva negociándose con los diferentes ministerios implicados desde abril. La reforma está pensada sobre todo para facilitar los permisos de residencia y trabajo a los extutelados que al cumplir los 18 años se les exigen requisitos prácticamente imposibles de cumplir — como contar con ingresos propios de más de 2.000 euros al mes — para renovar o para obtener sus papeles. Aun cuando los cumplen, se les concede una autorización de residencia que no les permite trabajar. La propuesta también acorta plazos para que los menores acogidos obtengan sus papeles cuanto antes, como ya contempla la ley, y no pasen meses indocumentados. Además les permite renovar sus autorizaciones cada cinco años y no cada uno, como actualmente. El cambio también autorizará a trabajar de forma automática a partir de los 16 años, una concesión que hasta ahora era un lujo para unos pocos. La reforma beneficiaría a unos 8.000 menores extranjeros no acompañados y a otros 8.000 jóvenes que llegaron solos a España pero ya cumplieron la mayoría de edad.

El borrador presentado por Migraciones no ha gustado a Interior. En la reunión mantenida este viernes, el Subdirector General de Relaciones Internacionales, Manuel Alhama, defendió los reparos de su ministerio. Según fuentes conocedoras de la reunión, el departamento de Fernando Grande-Marlaska no entra a analizar el fondo y la motivación de la propuesta, pero sí alerta de su impacto en múltiples ámbitos, sobre todo en su política de lucha contra la inmigración irregular. Interior mantiene que la reducción de plazos planteada para obtener los documentos puede incentivar potencialmente a “millones” de jóvenes extranjeros de 17 años a venir a España y tampoco está de acuerdo en que la renovación se amplíe a cinco años. Alhama también advirtió sobre cómo las mafias pueden aprovecharse de la medida y pidió que los antecedentes de los menores —y no solo de los adultos— sean también tenidos en cuenta para no regularizarlos. Interior además mostró preocupación por la reacción de la UE ante la reforma, sobre todo de Francia y Alemania que tendrán elecciones próximamente, porque los permisos facilitarán el tránsito de los jóvenes por el continente.

El secretario de Estado de Migraciones, Jesús Perea, defendió su propuesta que es además una de las medidas que supervisa de cerca su ministro, José Luis Escrivá. Según las fuentes consultadas, Perea mantuvo que el impacto que tendrá la medida en miles de jóvenes está por encima de un posible efecto llamada. El secretario de Estado puso como ejemplo a los jóvenes extutelados a los que se permitió trabajar en el campo cuando faltaban temporeros durante el confinamiento. De los 462 chavales que consiguieron un permiso, el 70% continúan dados de alta en la Seguridad Social y han encadenado contratos para trabajar en otros sectores, como la hostelería. Aún así, no se negó a replantear los plazos de obtención y renovación de los permisos.

El departamento de Grande-Marlaska no tiene un gran respaldo en su oposición a la propuesta, según las fuentes conocedoras de la negociación, pero el Ministerio de Exteriores sí le apoya en algunos puntos. El departamento que dirige ahora José Manuel Albares también advirtió del impacto de la medida en la UE y de cómo la reducción de plazos podría dificultar las repatriaciones (este extremo está recogido específicamente en el texto para que la obtención de papeles no bloquee en ningún caso la repatriación, si así se cree conveniente). El Ministerio de Política Territorial y el de Derechos Sociales, por su parte, apoyaron el enfoque de la propuesta de Migraciones.

El texto debe ahora elevarse al Consejo de Estado para que realice su propio informe por vía urgente en 15 días. El objetivo del departamento de Escrivá es que llegue al Consejo de Ministros para su aprobación en las próximas semanas. La Secretaría de Estado de Migraciones, que se dice “satisfecha con el proceso de interlocución mantenido con todos los ministerios, incluido el ministerio de Interior”, no ha querido especificar si incluirá los cambios, referentes a los plazos y antecedentes, que reclama el departamento de Grande-Marlaska. ”Estamos convencidos de que la reforma que va a salir adelante en las próximas semanas será muy positiva, gracias además a las aportaciones de todos los ministerios”, aseguran fuentes de Migraciones. Fuentes de Interior mantienen que el texto sigue en negociación.