El PSOE afronta una renovación tan profunda como la del Gobierno

Los cambios en el Ejecutivo anticipan la apuesta del partido por perfiles jóvenes y de gestión

Óscar López, a su llegada a una reunión a la sede del PSOE en 2017.JVS

Hace tiempo que la sensación generalizada en las reuniones del plenario de la dirección federal del PSOE, compuesta por 47 miembros —sin contar la presencia en la ejecutiva permanente de ministras como María Jesús Montero (Hacienda) o Carolina Darias (Sanidad)—, es la de ser una cúpula amortizada. El número de componentes responde a los apoyos variopintos que Pedro Sánchez obtuvo en las primarias de 2017 frente al establishment socialista, que se había decantado por Susana Díaz. Cuatro años después, en el PSOE dan por hecho que la próxima dirección del partido estará mucho menos poblada...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hace tiempo que la sensación generalizada en las reuniones del plenario de la dirección federal del PSOE, compuesta por 47 miembros —sin contar la presencia en la ejecutiva permanente de ministras como María Jesús Montero (Hacienda) o Carolina Darias (Sanidad)—, es la de ser una cúpula amortizada. El número de componentes responde a los apoyos variopintos que Pedro Sánchez obtuvo en las primarias de 2017 frente al establishment socialista, que se había decantado por Susana Díaz. Cuatro años después, en el PSOE dan por hecho que la próxima dirección del partido estará mucho menos poblada y responderá a unos perfiles diferentes. Una nueva generación, entre los 40 y 50 años, dará un paso adelante tras foguearse en la política municipal y autonómica. Justo en la línea de la remodelación que Sánchez acaba de ejecutar en el Gobierno.

La sensación, según varios integrantes de la ejecutiva, de que los cambios en la dirección del PSOE no serán cosméticos se ha acrecentado los últimos meses de pandemia, conforme se aproximaba al 40º congreso federal, que tendrá lugar del 15 al 17 de octubre en Valencia. La confirmación, si es que alguien todavía albergaba dudas, se produjo con los cambios en siete ministerios y la sustitución de Iván Redondo por Óscar López, uno de los hombres fuertes del partido las últimas dos décadas, como nuevo jefe de gabinete de Sánchez. “Será un congreso de celebración, de renovación, de reflexión y con un nuevo discurso político”, pronostican en el ala noble de la sede de la calle Ferraz. De allí saldrán el futuro proyecto del partido y las líneas maestras que marcarán la estrategia con la que los socialistas afrontarán las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023. El colofón serán las generales a final de año o incluso primeros de 2024. Al menos esa es la intención del presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas.

Sánchez es consciente de que debía rearmar al partido antes de afrontar el proceso electoral en el que el PSOE se jugará su futuro inmediato. Y para eso debía producirse una especie de catarsis que cerrase las heridas que todavía supuraban por las primarias de 2017. “El PSOE no puede renunciar al talento de la mitad del partido. Y en esa dirección se están dando los primeros pasos”, sentencia una voz autorizada de la dirección socialista. “Hay una palabra que es una seña de identidad del PSOE: compañero. A todos nos han traído a este partido los mismos valores”, subrayó la vicesecretaria general, Adriana Lastra, la semana pasada.

Declaraciones de la exalcaldesa de Puertollano, Isabel Rodríguez, que ha renunciado al cargo tras su designación como nueva ministra de Política Territorial.Vídeo: EFE: Jesús Monroy / Europa Press


Recoser el partido

La prueba evidente de la reconciliación del partido y la determinación de Sánchez para recoserlo va más allá de las palabras y los formalismos. La incorporación de dos exsusanistas al Consejo de Ministros es la prueba del algodón. La nueva responsable de Educación, Pilar Alegría, fue secretaria de Organización del PSOE de Aragón con Javier Lambán, uno de los barones más críticos con Sánchez. Desde el año pasado era delegada del Gobierno en su comunidad, por lo que su caso es algo menos sorprendente que el de Isabel Rodríguez.

La nueva portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, que renunció este domingo como alcaldesa de Puertollano, es muy próxima a Emiliano García-Page. El presidente de Castilla-La Mancha recibió con satisfacción el nombramiento de Rodríguez, como quedó claro el sábado en el comité regional de la federación socialista que más distancia ha puesto con algunas de las decisiones más polémicas del Gobierno, como la concesión de los indultos a los presos del procés. A medio plazo Alegría y Rodríguez quedan muy bien situadas para el momento en que se produzca el relevo de poder en ambos territorios. “Lo que ha pasado no es un zurcido sin más. Es un bordado en condiciones”, aceptan dirigentes que no apoyaron a Sánchez.

Más información

Visto en perspectiva, la renovación emprendida en el Gobierno no debería sorprender. Sánchez dejó algunas pistas implícitas el pasado 15 marzo. La ejecutiva permanente del PSOE aprobó ese día la coordinación de la ponencia marco para el 40º congreso federal. Entre los ponentes de las diferentes áreas figuraban tres de los nuevos ministros: la propia Alegría sobre Educación, Universidades, Cultura y Deportes; José Manuel Albares (Asuntos Exteriores), encargado de la ponencia Partido Socialista en Europa, para España en Europa y en el mundo; y Félix Bolaños (Presidencia), responsable del capítulo PSOE 2030, un partido de futuro.

La entrada del hasta ahora secretario general de la Presidencia del Gobierno en la dirección federal del PSOE en la recomposición que se realice dentro de tres meses ha ganado enteros. De la misma forma que la figura de Bolaños lleva tiempo al alza, todo apunta, según las fuentes consultadas, a que la ex vicepresidenta primera, Carmen Calvo, no continúe siendo la secretaria del área de Igualdad. La razón sería el conflicto entre un sector del feminismo y de la comunidad LGTBI por la ley trans.

Antes se tiene que resolver el reemplazo de José Luis Ábalos, que el sábado pasó de ser uno de los pesos pesados del Gobierno y del PSOE a salir del Ejecutivo, donde llevaba Transportes, y dejar vacante la secretaría de Organización. El relevo natural sería Santos Cerdán, su número dos.

Sobre la firma

Más información

Archivado En