Villarejo abandona la cárcel: “Eso de que voy a huir es mentira”
El comisario jubilado, en prisión provisional desde noviembre de 2017, sale de la prisión de Estremera
“¿Ellos han decidido hacer una catarsis de España? Vale, de acuerdo. Yo encantado de que eso ocurra”. Con esta advertencia, el comisario jubilado José Manuel Villarejo vuelve a la carga. Y, también, a la calle. El antiguo agente de la Policía Nacional, epicentro de una de las mayores tramas de corrupción de la historia reciente de España y en prisión preventiva desde noviembre de 2017, ha recobrado este miércoles la libertad después de que el magistrado Manuel García-Castellón decidiese soltarlo ...
“¿Ellos han decidido hacer una catarsis de España? Vale, de acuerdo. Yo encantado de que eso ocurra”. Con esta advertencia, el comisario jubilado José Manuel Villarejo vuelve a la carga. Y, también, a la calle. El antiguo agente de la Policía Nacional, epicentro de una de las mayores tramas de corrupción de la historia reciente de España y en prisión preventiva desde noviembre de 2017, ha recobrado este miércoles la libertad después de que el magistrado Manuel García-Castellón decidiese soltarlo este mediodía ante la imposibilidad de celebrar el primer juicio contra él antes del próximo noviembre, cuando cumple los cuatro años que como máximo puede estar encerrado de forma preventiva y sin una sentencia en contra.
Pasadas las 18.35, ante una gran expectación mediática, Villarejo ha dejado atrás la cárcel de Estremera (Madrid). “Las cloacas no generan mierda, la limpian”, ha dicho ante los periodistas que aguardaban sus primeras palabras en libertad. “Me han tenido preso para que no hablara. Y por mucho maltrato al que me han sometido, sigo vivo. Es una putada para los que han intentado [acabar conmigo]”, ha exclamado. “Y recordad, soy presunto”, ha repetido varias veces tras insistir en su presunción de inocencia.
“Eso de que voy a huir es mentira”, se ha defendido el comisario ante las cámaras apostadas este miércoles junto a la prisión, donde le esperaba su mujer, Gemma Alcalá, también imputada en la causa; y su abogado, Antonio García Cabrera.
“Ahora voy a descansar un poco. Necesito descansar, pero mi función únicamente va a ser defenderme”, ha proseguido el comisario jubilado, que lucía un parche en un ojo a causa de un problema médico que sufrió el pasado febrero, cuando fue trasladado al hospital Gregorio Marañón de Madrid. Perdió movilidad en ese ojo y sufría de visión doble. “Les doy las gracias por venir a saludarme. Confío ahora en poder defenderme. Es la razón por la que me han tenido preso, para que no hablara”, ha añadido, dirigiéndose a los periodistas: “Me lo han robado todo, pero no me pueden robar el defenderme”.
Fuentes de su entorno explican que, durante los próximos meses, podrá revisar toda la documentación incorporada a la causa y también usar herramientas a las que no tenía acceso ilimitado en la cárcel (como internet) para armar su defensa. El magistrado ha impuesto al comisario de la Policía Nacional, como medidas cautelares, que comparezca a diario en el juzgado más cercano a su domicilio, le ha prohibido salir de España y le ha retirado el pasaporte.
El antiguo policía logra la libertad tras el choque que se ha producido entre la Fiscalía y el tribunal de la Audiencia Nacional que va a juzgar a Villarejo en el primer macrojuicio contra él, fijado para el 13 de diciembre y que versará sobre las tres primeras líneas de investigación que se dieron por finalizadas (bautizadas como Iron, Land y Pintor). El ministerio público quería adelantar esa vista oral para poder tener una sentencia en contra del principal acusado antes de noviembre, pero los magistrados han considerado que no da tiempo.