Encuentran a un hombre que llevaba muerto más de cuatro años en su piso de Palma

Un vecino alertó a la Policía Local de que hacía tiempo que no tenía noticias del fallecido, que pasaba temporadas fuera de la ciudad

La policía de Palma de Mallorca, en las calles de la ciudad.FRANCISCO UBILLA

La falta de noticias desde hacía meses llevó a uno de los residentes de un pequeño bloque de apartamentos de la calle Miquel Rosselló Alemany del barrio de Cala Major a advertir a la Policía Local de Palma sobre la situación de su vecino. Hacía mucho que no lo veía por la zona y no sabía de él, que pasaba algunas temporadas fuera de la ciudad, desde hacía meses. Tras hablar con los residentes del bloque, ...

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La falta de noticias desde hacía meses llevó a uno de los residentes de un pequeño bloque de apartamentos de la calle Miquel Rosselló Alemany del barrio de Cala Major a advertir a la Policía Local de Palma sobre la situación de su vecino. Hacía mucho que no lo veía por la zona y no sabía de él, que pasaba algunas temporadas fuera de la ciudad, desde hacía meses. Tras hablar con los residentes del bloque, los agentes entraron en el apartamento con una copia de las llaves facilitada por una vecina y encontraron el cuerpo del hombre de 55 años tumbado sobre el sofá de la sala de estar rodeado de botellas de cerveza. Por las circunstancias en las que se encontraban sus restos, las primeras estimaciones apuntan a que llevaba más de cuatro años muerto, aunque el periodo exacto lo determinará la autopsia.

Cala Major es uno de los barrios costeros de Palma, en el que se mezclan bloques de apartamentos turísticos con casas de lujo, segundas residencias, restaurantes de múltiples nacionalidades y pequeñas discotecas. Un barrio en el que residentes de toda la vida conviven con el ir y venir de viajeros extranjeros, ahora detenido por la pandemia. Quizás el carácter cosmopolita del barrio hizo pasar desapercibida la ausencia de uno de sus vecinos, que tenía un carácter depresivo, según ha comentado una de las residentes que paseaba por la calle en la que se encuentra el apartamento.

La Policía Nacional acudió también a la vivienda, en la que los agentes se encontraron una escena que describieron como “impactante”. El hombre estaba tumbado sobre el sofá y tapado parcialmente con una manta. El tiempo que había pasado desde su muerte había convertido el cuerpo en un esqueleto cubierto por la ropa que llevaba puesta en el momento del fallecimiento, cuya causa está pendiente de determinar. La zona estaba rodeada de un denso polvo y el sofá aparecía cercado por botellas de cerveza y cajas de tabaco. Al lugar se desplazó el médico forense, que apreció que el fallecido podría llevar varios años muerto, y se procedió al levantamiento del cadáver.

Algunos vecinos muestran hoy su estupefacción por los hechos y el tiempo que ha pasado hasta que se ha encontrado el cuerpo. María y Alejandro no saben de quién se trata, porque viven desde hace poco en un estudio cercano y no hacen mucha vida en la zona. “Es una lástima lo que ha ocurrido, que nadie se haya preocupado durante tanto tiempo, es horrible” lamenta María. Otro vecino afirma que conocía de vista al fallecido, pero no sabía nada de su vida o a qué se dedicaba. La Policía Nacional trabaja para localizar a los posibles familiares del fallecido y tratar de determinar las causas por las que nadie denunció su ausencia antes.

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