Burgo de Osma, el pueblo de Soria que registra la mínima más baja en el inicio de la ola de frío: -17,8 ºC

Burgo de Osma ―un pueblo señorial de Soria de casi 5.000 habitantes, situado a menos de 900 metros de altitud y famoso por su fiesta de la matanza― se ha apuntado la temperatura mínima más baja registrada este lunes en España, cuando comienza la inusual y muy adversa ola de frío que va a tumbar los termómetros por debajo de los -10 ºC en amplias zonas llanas y pobladas del interior peninsular de aquí a finales de semana. Al Burgo de Osma lo acompañan en el podio del frío de este l...

Burgo de Osma ―un pueblo señorial de Soria de casi 5.000 habitantes, situado a menos de 900 metros de altitud y famoso por su fiesta de la matanza― se ha apuntado la temperatura mínima más baja registrada este lunes en España, cuando comienza la inusual y muy adversa ola de frío que va a tumbar los termómetros por debajo de los -10 ºC en amplias zonas llanas y pobladas del interior peninsular de aquí a finales de semana. Al Burgo de Osma lo acompañan en el podio del frío de este lunes escandinavo en la Península y Baleares otro punto de la misma provincia, Ucero, con -16,1 ºC y un municipio de Teruel, Bello, una décima por debajo, según los datos de todos sus observatorios que proporciona casi en directo la Agencia de Meteorología (Aemet).

Los 10 registros más bajos del país están todos por debajo de -13ºC, una gélida cota a la que se han sumado también en puntos de Zaragoza (Alhama de Aragón), Segovia (Fresno de Cantespino, Miguelañez y Cuéllar), Lleida (Cap de Vaquèira) o Guadalajara (Sigüenza). Por capitales de provincia, Toledo ha bajado hasta los -8 ºC, Soria a -7,8; Cuenca una décima menos y Guadalajara hasta los -5,7. Estos valores se encuentran “dentro de lo previsto” en el aviso por ola de frío, certifica Rubén del Campo, portavoz de Aemet, para matizar que dichos pronósticos se han quedado quizá algo cortos en localidades de la meseta norte como Burgo de Osma, dado que “es difícil afinar en las temperaturas con nieve en el suelo”.

En el área metropolitana de Madrid, al contrario, de momento los termómetros no han caído tanto como parecía posible a priori. Así, en la centenaria estación de El Retiro se han medido -4,4 ºC, aunque en puntos más abiertos de la ciudad sí se ha llegado hasta los -9,6, como en el aeropuerto de Barajas, o a -8,2, como en Ciudad Universitaria. “En Alcalá de Henares (-11,5), Arganda del Rey (-12,8) y otros municipios de la zona oriental de la comunidad sí se ha bajado de los -10ºC que en algunos momentos se han visto posibles en la capital”, indica el experto. Estas ciudades del corredor del Henares volverán el martes a marcar cotas muy bajas, al igual que en el sur de la región, en Las Vegas (Aranjuez).

De momento, no parece que se haya superado ningún récord de mínima, aunque hay que esperar 24 horas hasta analizar todos los datos y obtener la confirmación. Lo que sí es seguro es que Molina de Aragón (Guadalajara) ―uno de los picos junto con Teruel y el municipio turolense de Calamocha el llamado polo del frío español al superar el centenar de registros inferiores a -20 ºC―, ha marcado su segundo valor más bajo en lo que va de siglo. “Desde la ola de frío de 2001, no se había bajado de -18 ºC”, explica el portavoz de Aemet. En aquel momento, se midieron unos siderales -23 ºC. El resto deñ polo del frío no se ha quedado atrás este lunes: -13,5 ºC en Calamocha y -6,4 en Teruel.

A causa de este episodio de frío fuera de lo común, una treintena de provincias de 12 comunidades, Andalucía, Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, Comunidad de Madrid, Murcia, La Rioja y la Comunidad Valenciana, han amanecido este lunes bajo aviso por bajas temperaturas que, en el caso de provincias como Madrid, Lleida, Toledo, Albacete y Guadalajara es naranja, el segundo de una escala de tres. En otras, como Granada o Jaén, es, en cambio, amarillo, el mínimo.

Aemet ha elevado el nivel de alerta para mañana a rojo, el máximo, en las dos Castillas. En concreto, los avisos rojos afectan a tres comarcas, la zona central de Soria y La Mancha conquense y albaceteña ―que incluye a Albacete capital―, por temperaturas pueden ser inferiores a -16 ºC, en el caso de Soria, y de -12 a -14 ºC en el de Cuenca. No es nada habitual ver un mapa de avisos con un rojo por temperaturas mínimas, los rojos, en España, son por calor. De hecho, es la quinta vez que se disparan desde que en 2007 se puso en marcha el actual sistema de avisos. En total, 40 de las 50 provincias tienen activos avisos de distinta gravedad por este fenómeno, incluidos los territorios más templados del país, como la Comunidad Valenciana, Barcelona, Sevilla y Murcia.

Desde este lunes y hasta el viernes, tal y como alertó Aemet hace dos días, las heladas se mantendrán en “prácticamente” toda la Península excepto en las zonas costeras y el valle del Ebro donde, debido al cierzo, será difícil que se baje de cero grados, aunque sí tendrán una importante sensación térmica de frío. Por el día, los termómetros apenas si podrán remontar y no superarán los 5ºC en las dos mesetas y en el nordeste peninsular e incluso se quedarán en valores negativos durante todo el día las zonas de montaña en el sur de Aragón y en el nordeste de Castilla-La Mancha. Por si esto fuera poco, el viento sopla con intensidad en el tercio norte y en el nordeste, lo que multiplica la sensación de frío.

Además de los riesgos que suponen para una población acostumbrada a inviernos muy suaves, estos valores tan poco habituales “harán que la nieve se convierta en hielo” y favorecerán su persistencia en muchas zonas durante toda la semana, lo que “complicará muchísimo la movilidad”. El latigazo del frío es más feroz donde más ha nevado, en el centro y en la meseta sur. Por contra, la zona menos afectada es el suroeste. Lo peor del episodio se vivirá la madrugada del lunes al martes y, a partir de ahí, las temperaturas comenzarán a subir hasta el viernes. “Las mínimas y las máximas sumarán paulatinamente de cinco a 10 grados, según las zonas”, puntualiza el experto, que concluye que “vamos a pasar de mucho más frío por debajo de lo normal a algo más de frío por debajo de lo normal”.

De cara al fin de semana, los termómetros empezarán a regresar a posiciones normales de invierno, aunque el ambiente todavía será algo fresco. “El viernes, sábado y domingo tendremos entre tres y cuatro por debajo de los valores medios, mientras que el lunes y el martes esta anomalía es de hasta 10 grados”, precisa el portavoz de Aemet, para quien es “poco habitual ver una anomalía fría tan marcada”. Las heladas persistirán hasta el sábado o domingo en el interior, pero ya dentro de los parámetros normales.

La causa de este episodio de frío anormal es que el paso de la borrasca Filomena y su sustitución por un anticiclón han creado las “condiciones perfectas” para un descenso en picado de las temperaturas. Cuando las noches son largas, el cielo despejado y el viento está en calma, el suelo se enfría mucho. Como la nieve de día apenas absorbe el calor del sol si no que lo refleja, el enfriamiento del suelo es aún más acusado y en zonas de valles o vaguadas del terreno, donde tiende a acumularse el aire frío, las temperaturas frías pueden ser extremadamente bajas.