Bronca entre diputados del PP y Bildu: “Si es usted hombre, mírele a la cara a la señora Jiménez Becerril”
La tensión sube en el Congreso tras el acercamiento del Gobierno a la izquierda ‘abertzale’
El diputado del PP Óscar Clavell se giró para dirigirse al parlamentario de EH Bildu Jon Iñarritu y señalando con su dedo pulgar hacia atrás, le desafió: “Si tiene usted valor, mírele a la cara a esta mujer que está detrás de mí. Si es usted hombre, si es usted demócrata, mírele a la cara a la señora Jiménez Becerril”. La señalada era Teresa Jiménez Becerril, parlamentaria popular y hermana de un concejal de Sevilla asesinado por ETA junto a su esposa en 1998.
La temperatura ha vuelto a subir ...
El diputado del PP Óscar Clavell se giró para dirigirse al parlamentario de EH Bildu Jon Iñarritu y señalando con su dedo pulgar hacia atrás, le desafió: “Si tiene usted valor, mírele a la cara a esta mujer que está detrás de mí. Si es usted hombre, si es usted demócrata, mírele a la cara a la señora Jiménez Becerril”. La señalada era Teresa Jiménez Becerril, parlamentaria popular y hermana de un concejal de Sevilla asesinado por ETA junto a su esposa en 1998.
La temperatura ha vuelto a subir este lunes en el Congreso de los Diputados tras el acercamiento entre el Gobierno y la izquierda abertzale para negociar los Presupuestos. La tensión se desató en la escasamente conflictiva Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo y en un debate sobre un asunto tan alejado de las disputas domésticas como la guerra entre Armenia y Azerbayán por el enclave del Alto Karabaj. La cuestión la había suscitado Iñarritu, con una enardecida defensa de la causa armenia y una contundente condena de los bombardeos azeríes contra la población civil.
El discurso del representante de EH Bildu indignó a los diputados de la derecha. “Ahora ha visto la muerte de cerca, ha visto lo que puede hacer un loco con un arma. ¡A buenas horas!”, exclamó el diputado de Vox Víctor Sánchez del Real, quien, dirigiéndose tanto a Iñarritu como a los parlamentarios socialistas, denunció: “Aquí los únicos especialistas en muerte, bombas y exilio son los señores de Bildu”.
El tono siguió subiendo con el popular Óscar Clavell. “Ustedes no tienen ninguna credibilidad para hablar de asuntos como este”, reprochó a Iñarritu antes de elevar las acusaciones y concluir: “Hoy los asesinos están decidiendo junto al PSOE las directrices del Estado”. “Sus manos”, insistió dirigiéndose a Iñarritu, “siguen chorreando la sangre de cientos de españoles”. Clavell no solo invocó a su compañera víctima de ETA, sino también a los socialistas asesinados. Replicó a una diputada del PSOE que en el debate sobre un asunto anterior había evocado “la sangre de nuestras abuelas socialistas derramada en la lucha por la democracia” y la reconvino: “¿Y la sangre de los socialistas asesinados por ETA? ¿Fernando Múgica no era socialista? ¿O es una sangre de segunda clase?”.
El alboroto fue a más cuando Iñarritu trató de replicar y comenzó dirigiéndose al “señor de la extrema derecha neofascista”. Entre constantes interrupciones, el parlamentario vasco deploró los “exabruptos”, que atribuyó a que “los ultras están nerviosos”. Recordó que en EH Bildu se integran cuatro formaciones políticas -él proviene de Aralar, la parte de la izquierda abertzale que rompió con ETA a finales de los años noventa- y sostuvo que “el pegamento que las une es la defensa de los derechos humanos y el rechazo a todo tipo de violencia”, una afirmación que acrecentó las protestas de la derecha.
Lo curioso es que sobre el fondo del asunto EH Bildu y Vox discreparon bastante menos. Si Iñarritu hizo una defensa incondicional de Armenia frente a Azerbayán, Sánchez del Real se situó en una línea parecida, aunque con otro lenguaje: criticó la “persecución de los cristianos” por parte del “radicalismo musulmán”. Y de hecho Vox no votó en contra del texto de EH Bildu -como sí hizo el PP-, simplemente se abstuvo.