Casado destituyó a Álvarez de Toledo en busca de un perfil moderado del PP para el nuevo curso político

La portavoz se despide con críticas al líder y los barones del partido

Cayetana Álvarez de Toledo atiende a la prensa este lunes a las puertas del Congreso. En vídeo, declaraciones de Álvarez de Toledo este lunes tras su destitución.Vídeo: JUAN CARLOS HIDALGO / EFE | EPV / EUROPA PRESS

El líder del PP, Pablo Casado, rectificó este lunes, un año después, una de sus decisiones más polémicas y contestadas internamente desde que asumió la presidencia del partido: la elección de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz en el Congreso. El líder del PP la citó por la mañana para comunicarle su cese después de múltiples declaraciones en contra del argumentario del partido, las últimas en una entrevista con EL PAÍS el domingo, la gota que ha...

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El líder del PP, Pablo Casado, rectificó este lunes, un año después, una de sus decisiones más polémicas y contestadas internamente desde que asumió la presidencia del partido: la elección de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz en el Congreso. El líder del PP la citó por la mañana para comunicarle su cese después de múltiples declaraciones en contra del argumentario del partido, las últimas en una entrevista con EL PAÍS el domingo, la gota que ha colmado la paciencia de Casado. La portavoz se despidió con ataques a la dirección popular. La sustituirá Cuca Gamarra, exalcaldesa de Logroño, de perfil moderado.

Si lo hizo una vez, nada impedía que volviera a hacerlo, advirtieron los barones del PP. Pero Pablo Casado no les hizo caso y nombró portavoz en el Congreso a quien unos años antes había abandonado la política aireando sus discrepancias con Mariano Rajoy. Ni eso ni el hecho de que Cayetana Álvarez de Toledo confesase que había votado a otro partido, Ciudadanos, desanimó al presidente del PP. Este lunes, la también patrona de la fundación de José María Aznar, FAES, se despidió con duros ataques a Casado tras ser cesada. La historia se repetía cinco años después.

“En estos cuatro años de mayoría absoluta, la democracia ni se ha regenerado, ni se ha defendido”. “No podría ir en las listas porque no encuentro argumentos suficientes”, escribió Álvarez de Toledo en octubre de 2015 para explicar por qué abandonaba el PP de Rajoy. “Casado me comunicó mi cese esta mañana [por la mañana de ayer, lunes]. Sus causas me parecen desdichadas y no las comparto. Creo que perjudican al partido. Infravaloramos el pensamiento crítico. La discrepancia no es sinónimo de deslealtad”, enfatizó tras ser cesada por el sucesor de Rajoy.

Casado rectifica un año después. Nombró a Álvarez de Toledo como portavoz en el Congreso en contra de sus barones moderados, los más influyentes. Su decisión, apoyada por Aznar, era una demostración de fuerza en la formación, que acogió de mala gana a quien se había marchado dando un portazo a Rajoy y que ahora iba a ser portavoz de unas siglas tras haber reconocido que votó a otras. En los meses siguientes, al líder del PP le tocó defenderla muchas veces de las críticas y reproches internos. Hasta este lunes por la mañana, cuando finalmente llamó a Álvarez de Toledo para comunicarle su cese. En la conversación, que se prolongó dos horas, Casado esgrimió como uno de los argumentos para su destitución la entrevista publicada el domingo por EL PAÍS, que consideró un “ataque a su autoridad”, según Álvarez de Toledo. En esa entrevista, la todavía portavoz declaraba que un partido no debe ser “una estructura militar” y que no le gustaban ni el “conchabeo ni la maquinación”. Contradiciendo todos los argumentarios del PP, como lleva haciendo desde su nombramiento, criticaba la decisión de Juan Carlos I de abandonar España y apostaba por un “Gobierno de concentración moral”, algo en las antípodas de la agenda política popular.

Los barones advirtieron desde el principio que Álvarez de Toledo iba “por libre” y que escoraba al partido a la derecha. Ella misma se refirió a ese eterno reproche en una rueda de prensa convocada por la tarde frente al Congreso para enviar recados a sus antiguos compañeros de partido y al “señor Casado”, a quien antes se refería siempre como “mi presidente”.

Criticó la ya exportavoz que sus principales detractores, los considerados “moderados”, gobiernan en sus comunidades gracias al apoyo de Vox; se dirigió expresamente al secretario general de la formación, Teodoro García Egea, con quien la tensión se había multiplicado en los últimos meses —”Ningún portavoz ha tenido menos autonomía que yo”— y censuró al hombre que la devolvió a la política, sugiriendo que se ha dejado arrastrar por el discurso dominante del PP duro y el PP blando: “Casado cree que mi concepción de la libertad es incompatible con su autoridad”.

Álvarez de Toledo también apuntó que en su cese ha tenido mucho que ver la negociación con el PSOE para renovar el Consejo General del Poder Judicial.

Cuca Gamarra, actual vicesecretaria de Política Sectorial del PP y próxima portavoz parlamentaria. Ballesteros (EFE)

En los últimos meses había perdido protagonismo después de reventar en varias ocasiones la estrategia del PP, como cuando desvió el foco del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por el cese del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos llamando “hijo de terrorista” a Pablo Iglesias. Casado ya prescindió de la portavoz en la comisión para la reconstrucción tras el coronavirus de la Cámara baja.

En el nuevo equipo directivo del PP, que será ratificado el jueves, entran, además de Cuca Gamarra, otros perfiles moderados como la exministra y expresidenta del Congreso, Ana Pastor, o el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, reforzado por su gestión de la epidemia.

Casado agradeció su labor a Álvarez de Toledo y la animó a seguir formando parte del “proyecto”. Ella aseguró que aún no ha tomado una decisión sobre su futuro en el PP.

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