Cuatro asociaciones de militares convocan movilizaciones por un “salario digno”

El aumento de sueldo de policías y guardias civiles ha ensanchado el agravio comparativo de las Fuerzas Armadas

Madrid -
Concentración convocada por asociaciones de militares ante el Ministerio de Defensa en 2010.CLAUDIO ÁLVAREZ

“Hartos de recibir elogios y buenas palabras, porque con las medallas y felicitaciones no se pagan las facturas”. Así se han declarado este lunes los representantes de cuatro asociaciones profesionales de las Fuerzas Armadas, que han anunciado la convocatoria de una “manifestación pública” en Madrid para reclamar en septiembre la “dignificación” de sus retribuciones. El bajo sueldo de los militares es un problema crónico, pero el agravio comparativo se ha ensanchado y hecho más evidente ...

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“Hartos de recibir elogios y buenas palabras, porque con las medallas y felicitaciones no se pagan las facturas”. Así se han declarado este lunes los representantes de cuatro asociaciones profesionales de las Fuerzas Armadas, que han anunciado la convocatoria de una “manifestación pública” en Madrid para reclamar en septiembre la “dignificación” de sus retribuciones. El bajo sueldo de los militares es un problema crónico, pero el agravio comparativo se ha ensanchado y hecho más evidente con la equiparación salarial de la Policía Nacional y la Guardia Civil a las policías autonómicas, un salto adelante que los miembros de los ejércitos aplauden, pero del que se han quedado descolgados.

“El soldado que conduce un carro de combate que vale 11 millones cobra 60 euros más del salario mínimo y un guardia civil recién incorporado gana más que un brigada con 30 años de servicio”, explica Marco Antonio Gómez, presidente de ATME (Asociación de Tropa y Marinería Española). Tanto esta asociación como AUME (Asociación Unificada de Militares Españoles), Asfaspro (Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas) y UMT (Unión de Militares de Tropa) han pedido a la ministra Margarita Robles una reunión extraordinaria del Consejo Asesor de Personal de las Fuerzas Armadas, el órgano asesor del Ministerio de Defensa del que todas ellas forman parte, para abordar el problema de las “paupérrimas retribuciones”.

No es la primera vez que lo hacen. Tanto Robles como la anterior ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, han reconocido públicamente que los salarios de los militares han quedado desfasados y así lo determinó también la Comisión de Defensa del Congreso, en un dictamen aprobado por unanimidad de todos los grupos políticos en febrero de 2018. El problema es que, cuando se discuten los presupuestos, “hay dinero para todos excepto para los militares”, según Iñaki Unibaso, secretario general de AUME.

Miguel Peñarroya, presidente de Asfaspro, subraya que los militares no cobran horas extras ni guardias ni la disponibilidad permanente y que su participación en la lucha contra la pandemia ha demostrado que son “el último recurso ante situaciones de riesgo”, pero eso no quiere decir que se les deba tratar como a “mano de obra barata, callada y obediente”.

Las cuatro asociaciones proclaman que “el tiempo de las palabras ha pasado y ahora toca pasar a la acción”, por lo que anuncian movilizaciones para después del verano. Corren un riesgo, pues el código disciplinario de las Fuerzas Armadas castiga como falta grave el participar, haciendo uso de la condición de militar, en “manifestaciones de carácter reivindicativo”.

Polémica instrucción sobre vacaciones

La situación de servidumbre en que prestan servicio los militares dificulta la conciliación familiar, según las asociaciones. Un caso polémico es la instrucción del jefe de la Brigada Canarias que obligaba a tomar todos los permisos y vacaciones entre junio y agosto, advirtiendo de que a partir de septiembre se podría dar un periodo de “alta intensidad” que impidiera disfrutar del descanso. No se refería solo a un posible rebrote del virus, sino a la necesidad de recuperar el adiestramiento que no se hizo por la covid-19. Llovía sobre mojado, pues muchos militares ya cancelaron sus permisos para luchar contra la pandemia. Para AUME, esta instrucción suponía un incumplimiento flagrante de la orden ministerial de 2015 que solo obliga a los militares a tomar 10 días de vacaciones en verano. Una portavoz de Defensa aseguró anoche que el asunto ha sido aclarado y que ningún jefe de unidad puede obligar genéricamente a tomar sus vacaciones en un periodo concreto, más allá de lo previsto en la orden ministerial, salvo en casos individuales y motivados.

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