Barcelona arrebata a Cantabria su sueño meteorológico
El Gobierno regional daba por hecho que Comillas representaría a España en un proyecto que podría traer 250 investigadores y revitalizar la comarca
En Cantabria lo daban por hecho. El vicepresidente regional y líder socialista, Pablo Zuloaga, llevaba meses trabajando para que Comillas presentase una candidatura sólida para albergar el Centro Europeo de Predicción Meteorológica, que rompe con Reading (Gran Bretaña) como consecuencia del Brexit. El viernes 29 de mayo Zuloaga formalizó la solicitud para que este proyecto, que aspiraba a atraer a Comillas de 150 investigadores en un primer momento y otros 100 posteriormente, con la...
En Cantabria lo daban por hecho. El vicepresidente regional y líder socialista, Pablo Zuloaga, llevaba meses trabajando para que Comillas presentase una candidatura sólida para albergar el Centro Europeo de Predicción Meteorológica, que rompe con Reading (Gran Bretaña) como consecuencia del Brexit. El viernes 29 de mayo Zuloaga formalizó la solicitud para que este proyecto, que aspiraba a atraer a Comillas de 150 investigadores en un primer momento y otros 100 posteriormente, con la actividad indirecta correspondiente, recalara en Cantabria. Pero pocas horas después recibió una noticia inesperada: el Consejo de Ministros postulaba a Barcelona como sede de esta entidad. La portavoz del Gobierno de Pedro Sánchez, María Jesús Montero, ensalzó la iniciativa propuesta por el ministerio de Ciencia y el de Transición Ecológica y alabó las capacidades de esta candidatura. Mientras, nadie daba crédito en Cantabria.
Zuloaga apuntó después de conocer la noticia que el Gobierno central le había remitido el interés por establecer una colaboración entre Comillas y Barcelona y que se había alabado el esfuerzo cántabro para acoger este centro. Fuentes del entorno del vicepresidente reconocen que el respaldo a Barcelona resultó “inesperado” y que esta vinculación planteada no les consuela tras el varapalo recibido. La localidad cántabra, de poco más de 2.000 habitantes, cuenta con el atractivo turístico de la Casa Capricho del artista Antoni Gaudí y los terrenos en los que se encuentra la Universidad Pontificia de Comillas. En el caso de conseguirlo, la Comunidad aspiraba a postularse como referencia en este campo y a que la comarca, y toda Cantabria, ganaran visibilidad en Europa tanto en lo turístico como en la llegada de empresas complementarias.
Portavoces del ministerio de Ciencia, que junto al de Transición Ecológica han gestionado estos planes, argumentan que se optó por la ciudad catalana por sus condiciones “científicas e innovadoras” ante el ámbito de la predicción meteorológica. Asimismo, admiten que la candidatura cántabra “presentó un proyecto de gran calidad” y que estudian vincular a Comillas con Barcelona para hacer “más interesante” la oferta española ante las instituciones europeas.
El presidente autonómico, Miguel Ángel Revilla, del Partido Regionalista Cántabro, define lo ocurrido como “un disgusto” inesperado porque su vicepresidente “lo daba por descontado”. “Pensaba que él sería el mejor embajador posible para conseguirlo”, reconoce Revilla, quien asegura que según Zuloaga el Ejecutivo le había “prometido” reivindicar a Comillas, que alberga unas instalaciones perfectamente adaptadas, según el presidente de Cantabria, para alojar esas investigaciones meteorológicas.
El líder regional evita achacar este giro de los acontecimientos a los pactos entre el PSOE y los independentistas catalanes para que estos respalden las propuestas socialistas en el Congreso, pero desliza que “no hay que ser un malpensado crónico para verlo”. Asimismo, sostiene que “la fuerza ahora la tienen los que permiten las mayorías” y no quienes, como su formación, solo ocupan un escaño en Madrid.