El salar de Uyuni: el desierto de sal más grande del mundo
Nos aventuramos en uno de los enclaves más espectaculares de Bolivia, su majestuoso salar, el más grande del mundo
¿Buscando una aventura andina? Bolivia es uno de los países más desconocidos de América del Sur que, por supuesto, te encantará si eres un viajero curioso con ganas de sorprenderte y ver mucha naturaleza salvaje. Es en este país donde se encuentra el mayor salar del mundo, un lugar como pocos quedan en el continente (y en el mundo). Su enorme extensión ya habla por sí sola: 10.582 kilómetros cuadrados que pueden incluso verse desde el espacio. En datos: en el salar de Uyuni hay 10.000 millones de toneladas de sal y sus capas, que se intercalan entre los sedimentos, alcanzan una profundidad de 10 metros en el centro de la llanura. Sin duda, ese no es solo el gran secreto que alberga, por debajo del salar se encuentran alrededor de un 70% de las reservas de litio que existen en el mundo. El litio, para quien lo desconozca, se utiliza principalmente para fabricar smartphones y otros dispositivos electrónicos.
Cuenta la leyenda que este lugar se formó gracias a sus montañas, que un día fueron pueblos gigantes. La diosa de esta montaña, Yana Pollera (el pico más alto cerca del salar), mantuvo relaciones con Thunupa y Qosqo. Al quedarse embarazada, ambos volcanes lucharon para saber quién de los dos era el padre. Para proteger a la criatura, Yana Pollera envió a su bebé lejos. Inundó la llanura para alimentarlo, y esa leche finalmente se convirtió en sal, creando el salar de Uyuni.
Obviamente esta es una leyenda, lo que sí sabemos es que el salar de Uyuni es un paisaje espectacular, sobre todo en la temporada de lluvias, que es una de las favoritas para visitarlo. El agua crea un reflejo infinito que da la sensación de estar frente a un espejo natural. Esto es posible durante la estación lluviosa, que va de diciembre a abril. Es cierto que es un buen momento para visitarlo, por su espectacularidad, pero también puede ocurrir que debido a las lluvias se cancelen muchos tours, sobre todo, durante los meses de diciembre y enero. Las inundaciones son frecuentes en estos meses, volviéndose inaccesible especialmente la entrada a la isla Incahuasi. Una buena opción para visitarlo también es entre julio y octubre, el clima es agradable y el acceso sin restricciones está garantizado.
El salar está ubicado al suroeste de Bolivia, en la provincia de Daniel Campos de Potosí, a una altura de 3.656 metros sobre el nivel del mar, muy cerca de los Andes. Esta altura, tan considerable, debe tenerse en cuenta a la hora de organizar el viaje para no sufrir por sorpresa el llamado “mal de altura”. Se puede evitar, tal y como señalan los expertos, habituando al cuerpo en una altura de unos 1.000 o 2.000 metros, o también masticando hojas de coca. A pesar de la altura, ¿se puede acceder fácilmente? La respuesta es sí, aunque es un lugar aislado en Bolivia se puede llegar por varias vías, como La Paz, en Bolivia, o San Pedro de Atacama, en Chile. Aunque también se puede llegar desde Perú y Argentina.
Cómo visitar el salar de Uyuni
La ciudad de Uyuni, la misma que te permitirá acceder a las lagunas y los volcanes del Altiplano, es la puerta de entrada al espejo más grande del mundo. Esta ciudad cuenta con hoteles, restaurantes y todo lo que necesites para preparar tu visita al salar. Este núcleo urbano fue un importante centro ferroviario que, hoy en día, recibe cientos de visitantes por motivos turísticos. Merece la pena en la visita conocer el Museo Arqueológico y el Museo Antropológico de los Andes Meridionales.
A unos tres kilómetros de Uyuni, el Cementerio de Trenes es otro de los lugares de obligada visita antes o después del salar. Suele ser, de hecho, la primera parada de los tours que se ofrecen en la zona. Una vez hubo una línea de ferrocarril en Bolivia, inaugurada en el último suspiro del siglo XIX, que comunicó Uyuni con Antofagasta (ahora chileno después de la guerra de invasión, y que sirvió para transportar minerales como estaño, plata e incluso oro). Este cementerio olvidado ofrece una visita por vagones y locomotoras de vapor de otro tiempo.
También a pocos kilómetros de Uyuni, encontramos otro de los sitios en los alrededores del salar que suelen visitarse. Es el pueblo de Colchani y su cooperativa de sal. No te puedes marchar sin visitar su mercado y conocer cómo se trabaja en el salar y cómo se extrae la sal para diferentes usos. A Colchani se puede llegar en camionetas, taxis, bicicletas o una larga caminata.
Una vez visto sus alrededores, llega el turno del salar. Normalmente se organizan excursiones de uno a tres días dependiendo de la experiencia que se busque. Las de un día suelen incluir la parada a Uyuni y el salar, mientras que las de dos o más días incluyen el Cementerio de Trenes, Colchani, la isla Pescado, cuyo interés radica en que es una de las islas deshabitadas al sur del salar, que cuenta con cactus de enorme tamaño, algunos de los cuales pueden alcanzar los 10 metros de altura. El nombre dado por la etnia local aimara hace referencia a la forma de pez que toma la isla cuando ésta se inunda en la temporada de lluvias. Generalmente estas excursiones incluyen una noche en uno de los hoteles del salar, para terminar la experiencia en 360º.
Si se dispone de más días, suelen visitarse otros lugares como la reserva nacional de Fauna Andina Eduardo Abaroa, un lugar único escondido en la cordillera de los Andes, en el que destaca por su belleza el mirador del volcán Ollagüe, un estratovolcán activo situado en la frontera de Bolivia y Chile; y el Árbol de Piedra, una formación rocosa en forma de seta erosionada por el viento que corona solitaria el desierto de Siloli.
El salar de Uyuni no es el único en Bolivia, mucho más pequeñas son las lagunas de Hedionda, Chiar Khota, Honda y Colorada. Lugares excepcionales para los amantes de la naturaleza y de los animales, ya que son el hábitat de innumerables flamencos andinos.
Bolivia es una fuente inagotable de experiencias: son impresionantes los géiseres Sol de Mañana, ubicados también en la reserva Eduardo Abaroa, y la cantidad de piscinas de lodo hirviendo que contienen, así como también el salar de Chalviri, con las termas de Polques, aguas termales con un alto contenido de minerales. Y, al sur de Uyuni, el valle Dalí, que es un desierto enigmático que cautiva a los visitantes por el parecido de sus paisajes a las pinturas del pintor catalán.
¿Cómo puedes llegar al salar de Uyuni? Se puede acceder en autobús, desde La Paz son unas 12 horas; desde Potosí, son 7 horas; desde Sucre, 11 horas; desde Oruro, 9 horas, y desde Villazón, 10 horas de camino. También se puede llegar en tren en el Expreso del Sur y el Wara Wara, que realizan trayectos hasta Oruro al norte y, a Villazón, al sur. Esta es también una experiencia única porque puedes ver todos los paisajes de Bolivia mientras sientes el traqueteo del tren. Puedes encontrar más información en Ferrovial Andina, encargada de hacer estos viajes en tren en Bolivia.
El salar de Uyuni se recomienda visitar con guías expertos. En este sentido, EL PAÍS VIAJES organizará una aventura andina entre Bolivia y Perú el próximo mes de marzo de 2025. En total, 18 días junto al experto viajero Paco Nadal, para viajar a este y a otros maravillosos paisajes, como ciudades históricas, maravillas naturales y antiguas civilizaciones de ambos países, entre los que se encuentra el lago Titicaca, el Valle Sagrado de los Incas, Cusco, Machu Picchu o Copacabana. Consulta cómo puedes apuntarte en este enlace.