ESPECIAL PUBLICIDAD

La magia de Tokio en los meses fríos

La capital de Japón es un imán en cualquier momento del año, pero en otoño e invierno tiene muchos alicientes. Por ejemplo, avistar desde las mejores atalayas de la ciudad el legendario e icónico monte Fuji. O descubrir la iluminación navideña, un derroche de originalidad. O entrar en el nuevo año como los locales, con un guiso autóctono

El monte Fuji, con nieves perpetuas, es el techo orográfico de Japón. Se eleva hasta los 3.776 metros.© TCVB

Pocas personas pueden presumir de haber asistido en directo al Diamond Fuji (“diamante Fuji”, en inglés). Se trata de un periodo de tiempo único, mágico, que sucede entre primeros de noviembre y primeros de febrero. Es el momento en que el sol parece posarse en la cumbre del monte Fuji, la montaña más alta y legendaria de Japón, con 3.776 metros. Entre los puentes del otoño y las Navidades, por tanto, merece (mucho) la pena acudir a ese instante efímero. Y nada mejor que fotografiar el fenómeno desde la TOKYO SKYTREE, una imponente torre de transmisión digital junto al río Sumida. Con sus 634 metros, es la estructura más alta de Japón (por encima de todos los rascacielos) y la tercera del mundo, tras la Bruju Khalifa, en Dubai (829,8 metros), y Merdeka 118, en Malasia (678.9 metros). Ubicada en el distrito de Asakusa, al noreste de la capital, esta torre es una visita obligada si se quiere dimensionar la gran metrópoli con la vista. En días despejados, se divisa muy bien el monte Fuji desde sus dos miradores, el Tembo Deck, a 350 metros, y la Tembo Galleria, a 450 metros.

Con sus 634 metros, la TOKYO SKYTREE es la estructura más alta de Japón (por encima de todos los rascacielos) y la tercera del mundo. Es una visita obligada si se quiere dimensionar la gran metrópoli con la vista

Hay otra opción, esta gratis: subir a los dos miradores de la sede del Gobierno Metropolitano de Tokio, en la planta 45 del edificio. La vista del monte Fuji aguarda también desde ahí arriba.

Iluminación navideña, todo sostenible

Con las luces de la Navidad, la panorámica desde las alturas es única. Pero también lo es pasear con frío por la capital de Japón: las calles Ginza y Omotesando lucen generosa y originalmente iluminadas con enormes cantidades de LEDs, proyección de mapping y muchas sorpresas.

Otra opción luminosa es visitar Tokyo Midtown, una ciudad dentro de la ciudad, a pocos pasos de la estación Roppongi, un flamante distrito inaugurado en 2007. La instalación del año pasado tenía árboles dorados como protagonistas, y la estelar rambla Promenade of Lights (“Paseo de las luces”), que juega con los reflejos y los brillos de vidrio y titanio de los rascacielos, contó con una fascinante instalación con un piano como música de fondo. La estrella fue un árbol de Navidad sostenible, creado con ramas podadas que, de otro modo, se habrían desperdiciado.

Si se quiere disfrutar del ambiente navideño a lo grande, las luces del distrito de Marunouchi son difíciles de superar, con aproximadamente 1,2 millones de puntos lumínicos en total. El año pasado se decoró con bombillas LED de tono champán-dorado más de 360 de los árboles del bulevar, principalmente a lo largo de los aproximadamente 1,2 kilómetros de la calle Marunouchi Naka-dori. Y conviene acercarse también al Tokyo Kotsu Kaikan, frente a la estación Yurakucho, y a la calle Otemachi Naka-dori. Toda la electricidad de las luces, que se encienden de noviembre a mediados de febrero, procede de fuentes naturales como la energía solar y la energía eólica.

Toda la electricidad de las luces utilizadas para la Navidad, que se encienden de noviembre a mediados de febrero, procede de fuentes naturales como la energía solar y la energía eólica.© TCVB

Para este año se esperan iluminaciones navideñas similares (más info en gotokyo.org).

Un año nuevo realmente distinto

Además de “Feliz año nuevo”, cuando da la vuelta el calendario muchos japoneses manejan con soltura otra palabra: “hatsumode” es como se conoce al acto de ofrecer oraciones en un santuario o templo para dar la bienvenida al nuevo año. Muchas personas los visitan a altas horas de la noche de Nochevieja, y observan la costumbre del hatsumode cuando el reloj pasa de la medianoche y se adentra en el 1 de enero. Otros, que prefieren seguir la popular cuenta atrás para el Año Nuevo en lugares emblemáticos de la ciudad, lo visitan ya el 2 o el 3 de enero. Conviene tomar nota: el santuario Meiji-jingu y el templo Sensoji son dos de las principales mecas de hatsumode en Tokio.

A la hora de elegir un ‘souvenir’, enero es buen momento para adquirir algo típico y dichoso: los daruma. Estos muñecos inspirados en un monje budista vestido de rojo, con forma redondeada, se consideran amuletos para el éxito

A la hora de elegir un souvenir, enero es buen momento para adquirir algo típico y dichoso: los daruma. Estos muñecos inspirados en un monje budista vestido de rojo, con forma redondeada y peso en su base (una especie de tentetieso que nunca se cae), se consideran un amuleto para el éxito. Se cree que los daruma proporcionan longevidad, prosperidad en los negocios e incluso ayuda para conseguir objetivos. Se pueden comprar en varios mercados de Tokio, y ofrecen una gran variedad de tamaños y colores.

Se cree que los daruma proporcionan longevidad, prosperidad en los negocios e incluso ayuda para conseguir objetivos. Se pueden comprar en varios mercados de Tokio.

Las comidas de invierno

En estos meses, en Japón se come nabe (literalmente, “olla”, en japonés). Lleva consigo un ritual que implica colocar un plato caliente en el centro de la mesa. Con todo tipo de ingredientes, las ollas calientes nabe constituyen un alimento básico del invierno. En la zona de Ryogoku, donde se encuentra el estadio de sumo Ryogoku Kokugikan, hay que probar el chanko nabe, el tipo de olla caliente que comen los luchadores de sumo. Por algo será.

En la zona de Ryogoku, donde se encuentra el estadio de sumo Ryogoku Kokugikan, hay que probar el chanko nabe, el tipo de olla caliente que comen los luchadores de sumo. Por algo será

También es muy popular el oden, una selección de carnes y verduras guisadas. Se consume lo mismo en humildes puestos callejeros que en restaurantes de alta categoría. En la calle comercial Akabane Ichibangai, con su ambiente relajado, o en las muchas joyas ocultas en las callejuelas de Ginza. Durante los meses de invierno es fácil encontrar oden a la venta en casi todas las tiendas.

El 'oden', una selección de carnes y verduras guisadas, se consume lo mismo en humildes puestos callejeros que en restaurantes de alta categoría. © TCVB

El atractivo termal

En Japón, con una cultura termal que se remonta varios siglos, funcionan aún miles de baños públicos o sento. Del tradicional y sencillo al balneario más moderno, las opciones son muchas. Pero ahí va una sugerencia de inmersión, con excursión incluida. Tras un día de senderismo por montañas de dificultad media, Moegi-no-Yu es un lugar estupendo para darse un merecido baño en aguas termales naturales. El agua procede de las profundidades subterráneas de Okutama, extraída directamente del manantial, por lo que es 100% natural. Los baños exteriores ofrecen unas bonitas vistas del río Okutama, y hay un pediluvio común.

Situado a 10 minutos a pie de la estación de JR Okutama, en la línea Ome, Moegi-no-Yu está bien comunicado con los alojamientos y zonas de acampada a lo largo del río. Durante los fines de semana de verano y en esta cromática temporada otoñal, con los árboles de las riberas arrebatados de ocres y amarillos, conviene reservar. ¿Verdad que apetece conocer la capital de Japón y alrededores en estas fechas?

Japón tiene una gran tradición termal. Proliferan en la capital 'onsen' o manantiales termales con bondades relajantes y terapéuticas.© TCVB


Archivado En