20 fotos

20 escenarios que animan a viajar

Una playa paradisíaca en la isla griega de Zante, el pabellón de la Serpentine Gallery en Londres o un baño en las espectaculares cascadas del parque nacional de Krka

22 ago 2018 - 20:16CEST

Suspendido sobre dos manos gigantes, el puente de Cau Vang (puente de oro) emerge como un enorme lazo de seda dorada entre los bosques de bambú de Ba Na Hills, una estación balneario construida en 1919, durante la etapa colonial francesa, en las montañas cerca de Da Nang, en el centro de Vietnam. La estructura, una pasarela de madera de 150 metros flanqueada por relucientes barandillas doradas (del estudio vietnamita TA Landscape Architecture), fue inaugurada el pasado junio y ya se ha convertido en uno de los lugares más fotografiados del país asiático. Es la última atracción del gran complejo turístico Sun World, donde hay réplicas de castillos y jardines franceses y un teleférico de casi seis kilómetros de largo.news examiner

Cada verano, durante una semana, en el desierto estadounidense de Nevada aparece como un espejismo Black Rock City, una ciudad efímera con 75.000 residentes alrededor de una enorme figura de madera que se quema la noche del sábado poniendo fin a siete días de arte, música y fiesta: el Burning Man (hombre en llamas en inglés), un inclasificable festival (este año, del 26 de agosto al 3 de septiembre) en el que se mezclan vehículos mutantes, neojipis y enormes esculturas hechas para la cita. Lo que comenzó en 1986 como una fiesta del solsticio de verano se ha convertido en todo un fenómeno artístico y cultural en Estados Unidos. Ahora, la muestra 'No Spectators: The Art of Burning Man' ('Aquí no hay espectadores: el arte de Burning Man'), hasta el 21 de enero de 2019 en la Renwick Gallery de Washington, expone 20 obras creadas para el festival, como 'Shrumen Lumen' (en la foto, en el desierto de Nevada), una escultura interactiva de cinco setas que cambian de color al paso de los visitantes obra del colectivo FoldHaus de 2016.Rene Smith

Las areniscas rojas del valle de Twyfelfontein, en la región de Kunene, al noroeste de Namibia, albergan una de las mayores concentraciones de petroglifos de África. Descubierto en 1921 por el topógrafo alemán Reinhard Maack, el lugar fue reconocido en 2007 como patrimonio mundial y se compone de 15 localizaciones con más de 2.500 grabados de animales y figuras esquemáticas que sirvieron para ritos chamánicos. La mayoría de ellos se hallan en buen estado de conservación, y representan rinocerontes, leones, elefantes, avestruces y jirafas; también hay varios abrigos con pinturas de ocre rojo con figuras humanas. El conjunto documenta las prácticas rituales de las poblaciones de cazadores-recolectores en esta región del África Meridional desde hace más de 5.000 años.Frans Lanting

Zante —en griego, Zákynthos, por el nombre del hijo de Dárdano, hermano del mítico rey de Arcadia, a quien asesinó para usurpar el trono— es la tercera isla jónica en tamaño, mucho más tranquila que la vecina Corfú y conocida sobre todo por la playa de Navagio o del Naufragio (en la foto), en la bahía de los Contrabandistas, solo accesible en barco. Una media luna de arena tan blanca como la tiza donde yace la osamenta de un barco varado, entre un anfiteatro de paredes de creta y un mar de intenso color turquesa. De ese color son también las grutas del acantilado de Skinari, un conjunto de túneles y bóvedas excavadas por el mar en la costa norte de Zante. La más famosa es la Blue Grotto (gruta azul), que puede recorrerse en barco.samuel borges (alamy)

Brujas celebra hasta el 16 de septiembre su Trienal de Arte Contemporáneo (triennalebrugge.be), que en la edición de 2018 tiene como lema Ciudad líquida y el agua como protagonista. Por los canales de la ciudad belga se reparten 15 instalaciones efímeras de artistas internacionales, como el Pabellón Selgascano (en la foto), de José Selgas y Lucía Cano. Los arquitectos madrileños han creado una estructura fluida —en la línea de su proyecto para el londinense Serpentine Pavilion de 2015— con un esqueleto de acero recubierto por vinilo fluorescente de color rosa-naranja sobre una plataforma amarilla que sirve de bar, pista de baile y muelle en el Coupure, el canal que une Gante y Brujas.Iwan Baan

Parecen membranas celulares gigantes, se expanden y contraen lentamente y el visitante las puede tocar y presionar. “Son estructuras que viven de acuerdo con los cambios de su entorno, como nosotros. Así que respiran”, cuenta el arquitecto Eero Lundén sobre su instalación en el pabellón nórdico (en la foto) de la XVI Bienal de Arquitectura de Venecia (labiennale.org), abierta hasta el 25 de noviembre. Gracias a unos sensores, los cuatro globos llenos de agua y aire se inflan o desinflan según los niveles de dióxido de carbono de su entorno y cambian de luz cuando se modifican la temperatura y humedad de la sala. Another Generosity, obra del estudio del finlandés y de Juulia Kauste, explora la relación entre el ser humano y el medio ambiente y cómo la arquitectura puede ayudar a que ambos coexistan.Andrea Ferro Photography

El parque nacional de Krka, en Croacia, se extiende por la cuenca del río Krka hasta su desembocadura en la ciudad de Sibenik, en la costa dálmata, en una sucesión de espectaculares cascadas y pozas sobre un suave lecho de travertino. El paraje, conocido como Skradinski Buk, recuerda al de los famosos lagos de Plitvice, aunque es menos conocido y aquí se permite el baño.S. Kremer (4 Corners)

La gacela saltarina de El Cabo (Antidorcas marsupialis) es un animal muy ágil, capaz de brincar cuatro metros y alcanzar velocidades de hasta 88 kilómetros por hora. Al igual que las jirafas, suelen abrevar en las charcas que se forman en el parque nacional de Etosha, al norte de Namibia, donde vive la mayor población de rinocerontes negros y de guepardos de África.Frans Lanting (Getty)

Mandalay es el principal centro cultural y religioso de Myanmar, un país donde los templos se cuentan por miles y la población monástica supera el medio millón. Los niños suelen iniciarse como novicios con seis o siete años en la ceremonia shinpyu, que se celebra con la luna llena de abril o mayo. /Blend Images (Trunk Archive)

La llegada del verano londinense la anuncia la apertura del pabellón efímero de la Serpentine Gallery, en los jardines de Kensington. El de este año es de la arquitecta mexicana Frida Escobedo, un espacio de 300 metros cuadrados, abierto desde este viernes hasta el 7 de octubre, que funciona como punto de encuentro y espacio cultural. También tiene una cafetería. El pabellón se inspira en las celosías mexicanas, un enrejado que permite las corrientes de aire y poder mirar sin ser visto. Rasgos de la arquitectura mexicana creados con un entramado de tejas de cemento. En el techo se encuentra un espejo, y en el interior, un estanque triangular, dos elementos que reflejan los rayos de sol, que se filtran por la celosía. Un juego de luces y sombras que “convierte el edificio en un reloj que marca el paso del día”, según palabras de Frida Escobedo. Con 39 años, es la arquitecta más joven en realizar este encargo, que se inició en 2000. Desde entonces han firmado los pabellones de la Serpentine Gallery creadores como Zaha Hadid (la primera) y Francis Kéré (el último).Dan Kitwood (Getty)

Una de las claves del trabajo de Zaha Hadid (1950-2016) era la conexión del interior y el exterior, de lo público y lo privado. Una temática que se observa, por ejemplo, en el proyecto del hotel Morpheus, abierto este 15 de junio en Macao (China). Un edificio futurista que se sostiene por un exoesqueleto de acero, con tres huecos en el centro que funcionan como grandes ventanas con las que la arquitecta quería atraer la máxima luz. Los puentes que unen ambas torres crean espacios únicos en los que hay restaurantes y bares. La obra póstuma de Hadid consta de 770 habitaciones y suites en las alturas, spa, piscina en la azotea y un casino. Un nuevo hotel de Melco Resorts en el complejo City of Dreams (cityofdreamsmacau.com) que es ya un icono de la arquitectura moderna.Ivan Dupont

7.506 barriles (600 toneladas) flotan en el lago Serpentine de Hyde Park. La instalación The London Mastaba la firma Christo, quien junto a Jeanne-Claude (fallecida en 2009) ha creado monumentales intervenciones artísticas efímeras como el Reichstag envuelto de Berlín o The Gates (Las Puertas) en Nueva York. La obra coincide con una exposición en la Serpentine Gallery (hasta el 9 de septiembre) sobre el trabajo del matrimonio con las formas cilíndricas. Rojo y blanco de un lado, y azul, malva y rojo del otro, la escultura de 20 metros de alto está bautizada por su forma trapezoidal que recuerda a las mastabas (un tipo de sepultura egipcia). Se mantendrá sobre una plataforma flotante hasta el 23 de septiembre. Luego se recic'ará. No es la primera obra centrada en este tema. En 1977 los artistas concibieron 'The Mastaba', un proyecto que Christo sigue determinado en hacer realidad en Abu Dabi y cuyos 410.000 barriles se traducen en una altura de 150 metros (cuatro más que la Gran Pirámide de Giza). De realizarse, sería la única obra permanente de Cristo y Jeanne-Claude.D.Kitwood (Getty images)

Para conocer los secretos del origen del universo hay que tomar el tranvía 18 que lleva hasta el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) en las afueras de Ginebra, en Suiza. Allí se encuentra la máquina más grande jamás construida: el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), un anillo subterráneo de 27 kilómetros donde haces de protones —las partículas con carga positiva que forman el núcleo de los átomos— son obligados a chocar a velocidades cercanas a la de la luz para descubrir nuevas partículas, como el famoso bosón de Higgs. Todo ello se explica en 'Universo de partículas' (en la foto), la exposición permanente del Globo de la Ciencia y la Innovación, una estructura esférica de madera, de 27 metros de altura y 40 de diámetro, casi tan grande como la cúpula de San Pedro en Roma, proyectada por los suizos Hervé Dessimoz y Thomas Büchi para la Expo 02 de Suiza y que ahora se puede visitar en el complejo del CERN. Más información: visit.cernGiovanni Mereghetti (age)

Dos esculturas equinas de 30 metros de altura y 300 toneladas de peso cada una custodian en Falkirk la entrada al canal Forth y Clyde, que atraviesa, a lo largo de 56 kilómetros, las Tierras Bajas escocesas. The Kelpies es obra del artista Andy Scott y cada pieza está compuesta por 928 láminas de acero inoxidable. Se trata de un homenaje al robusto caballo de tiro escocés, elemento esencial en el progreso económico y la modernización de esta región británica durante el siglo pasado, como principal medio de locomoción para las barcazas que surcaban la vía fluvial junto a la que se levantan, en el parque The Helix. Hay rutas guiadas para conocer su historia y visitar su interior (thehelix.co.uk).Graham Wylie

Cerca de 150 parejas de pingüino rey (Aptenodytes patagonicus) se reúnen durante la primavera y el verano austral (de octubre a abril) en Punta Voluntarios, un asentamiento en el noroeste de la isla Soledad, en el archipiélago de las Malvinas (Reino Unido), para incubar sus huevos y alimentar a sus polluelos (en la foto, un ejemplar adulto rodeado de jóvenes pingüinos). Las crías están cubiertas por un suave plumón marrón que mudarán por las duras plumas impermeables blancas y negras —con las características franjas amarillas en el pico y el cuello— que les permitirán nadar en el mar y pescar su propio alimento. La de Punta Voluntarios es la colonia más septentrional de esta ave marina migratoria, incluida en la lista roja de especies en peligro de extinción, solo superada en tamaño (hasta un metro y de 12 a 14 kilos de peso) por el pingüino emperador (Aptenodytes forsteri). Su mapa de distribución se ciñe a remotas islas subantárticas como las Malvinas y las Georgias del Sur (Reino Unido) o las islas Crozet (Francia).Jeremy Richards (getty)

La sublimación inversa es el proceso por el que un cuerpo cambia de estado gaseoso a sólido sin pasar por el estado líquido, como ocurre con la nieve o la escarcha cuando el vapor de agua presente en el aire se enfría por debajo del punto de congelación. También puede servir para crear asombrosas fotografías. La imagen de la derecha se tomó el pasado 14 de febrero, al amanecer, en la cima del Hafelekarspitze, en los Alpes austriacos, a 2.256 metros de altitud y 23 grados bajo cero. El fotógrafo empleó una velocidad de obturación de 1/2.500 de segundo con diafragma F4 y un objetivo de 16 milímetros de distancia focal. Y un termo con agua caliente. “Habíamos construido un iglú para pasar la noche, pero hacía tanto frío que tuvimos que refugiarnos en la estación del Nordkette (www.nordkette.com), el funicular que lleva del centro de Innsbruck a la cumbre de la montaña. Al amanecer, pusimos a hervir agua para hacer té. Yo disparé la cámara desde el suelo mientras un amigo lanzaba agua muy caliente y vapor a contraluz”.Simon Beizaee

Polana Chocholowska (en la foto) es un gran prado alpino en la vertiente polaca de los Tatra, una parte de la cordillera de los Cárpatos que se extiende a través de la frontera con Eslovaquia ocupando un área total de 750 kilómetros cuadrados de densos bosques, lagos y afiladas montañas como el pico Rysy, de 2.499 metros. En invierno, Polana Chocholowska alberga una estación de esquí; fue precisamente en su refugio de montaña, un albergue económico de la cadena polaca PTTK, donde en junio de 1983 se reunieron Juan Pablo II y el sindicalista Lech Walesa durante la segunda visita del papa a Polonia. Chochołowska es también famosa por la espectacular alfombra de crocos —género de plantas bulbosas de la familia de las iridáceas con más de 80 especies, una de ellas el azafrán— de color púrpura que cubren en marzo la pradera. Zakopane, una pequeña ciudad con casas de madera a 100 kilómetros al sur de Cracovia, funciona como centro turístico para los paseos y ascensiones por la zona.age fotostock

En una sala de la National Gallery de Victoria, en Melbourne (Australia), los visitantes miran al suelo. Sus pasos son los protagonistas de la instalación de TeamLab en la Trienal de Arte Contemporáneo y Diseño del museo, que cerró sus puertas en abri. La obra El movimiento crea remolinos y los remolinos crean movimiento transforma cada pisada en luz en movimiento y recrea los vórtices del estrecho de Naruto, en Japón. Una fusión de arte, tecnología e interactividad. Las pisadas son rastreadas por sensores, que un ordenador y un proyector recrean en olas de luz. Cuanto más rápidas, más fuertes son los remolinos, que se reflejan en los espejos en paredes y techo envolviendo al visitante en un océano infinito. Y si en la sala no hay nadie, o todos están quietos, el suelo es solo un lienzo negro. El colectivo de artistas japoneses TeamLab, fundado por Toshiyuki Inoko, es conocido por sus instalaciones lumínicas interactivas que exploran la relación del hombre con la naturaleza, como la que creó en 500.000 metros cuadrados en un bosque de Japón o en las salas de la Pace Gallery de Londres.teamlab

Las plazas y palacios de Milán se llenaron de arte en la semana grande del diseño de la ciudad italiana, cuya principal cita fue el 57º Salone del Mobile, escaparate de tendencias y moda de hogar. Bajo el título 'Fuorisalone' (fuera del salón), artistas internacionales crearon obras efímeras. La Universidad de Milán fue el escenario de 'House in Motion', con esculturas de gorilas y conejos en su patio, y una sucesión de cortinas de hilos de policarbonato rosa por sus pasillos con la instalación 'Limbo' (en la imagen), de Jacopo Foggini.E. Cremaschi (getty)

El parque de Keukenhof, en la localidad holandesa de Lisse (a 40 kilómetros al suroeste de Ámsterdam), vive sus días más espectaculares durante el mes de abril. Se pueden admirar —y oler— siete millones de tulipanes, narcisos y otros bulbos. Un inmenso jardín que este año inauguró su 69º exposición floral con la llegada de la primavera. En el pabellón Willem-Alexander se desplegaron 500 variedades de tulipanes y otros 50.000 formaron un mosaico. También se pudo ver el conjunto más grande hasta la fecha de rosas rojas y descubrir un jardín romántico. La historia de este parque primaveral se remonta al siglo XV, aunque no se abrió al público hasta 1950. Hoy atrae cada año a cientos de miles de visitantes que pagan 18 euros para entrar. Y la guía que ayuda a orientarse en sus 32 hectáreas se vende por 5 euros.R. Arroyo (Getty Images)