Un parque con vistas al mundo en Berlín
Los Jardines del Mundo de Marzahn reproducen espacios verdes de China, Japón, Bali o Italia
Además de ser un oasis verde entre el gris hormigón que puebla el distrito de Marzahn, en el noreste berlinés, los Jardines del Mundo son una ventana al resto del planeta creada, paradójicamente, cuando la ciudad aún estaba dividida por un muro.
Su construcción comenzó en 1987, con motivo del 750 aniversario de la fundación de la ciudad. A lo largo de sus más de 20 hectáreas de extensión se distribuyen cuidadas recreaciones de distintos países asiáticos, trasladando a Berlín su f...
Además de ser un oasis verde entre el gris hormigón que puebla el distrito de Marzahn, en el noreste berlinés, los Jardines del Mundo son una ventana al resto del planeta creada, paradójicamente, cuando la ciudad aún estaba dividida por un muro.
Su construcción comenzó en 1987, con motivo del 750 aniversario de la fundación de la ciudad. A lo largo de sus más de 20 hectáreas de extensión se distribuyen cuidadas recreaciones de distintos países asiáticos, trasladando a Berlín su flora y estética bajo supervisión de paisajistas y expertos en jardinería de todo el mundo. Piedras del lago Taihu en el jardín chino, un claustro construido por monjes budistas para el espacio japonés, arquitectura de Bali o la representación de un paisaje coreano del que se hizo cargo el Ayuntamiento de Seúl construyen los distintos microuniversos de este lugar.
A pesar del predominio oriental, también hay un espacio dedicado al Renacimiento italiano, un laberinto de arbustos o un jardín cristiano occidental y en 2014 se espera la apertura de un jardín inglés.
Considerados uno de los mejores parques de Alemania, los Jardines del Mundo de Marzahn compiten con éxito con la extensa oferta verde de Berlín, aunque no estén precisamente situados a un tiro de piedra del centro turístico. El acceso en transporte público es algo costoso, pero el proyecto es ambicioso y su oferta está a la altura. En los meses de primavera y verano se puede visitar La Casa del Té, situada en su jardín chino, que es considerado el más grande de Europa en su estilo y llamado Jardín de la luna recuperada. Allí se puede participar de la conocida ceremonia del té.
Acceder al parque tiene un coste de 3 euros y el horario de apertura varía a lo largo del año, en función de las horas de luz natural. Para llegar hasta allí hay que apearse en la parada de la línea 5 de metro Cottbusser Platz y tomar el autobús 195. O tomar la línea 7 del servicio de Sbahn hasta la estación Marzahn y subirse al autobús 195.
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