Títeres contra el frío
Si hay algo que caracteriza el programa de este año del Festival Internacional de Títeres Titirimundi -del 10 al 15 de mayo en Segovia- es que los espectáculos estarán protagonizados por uno o dos actores como máximo. No se trata de una norma estética, sino que la crisis y la reducción de presupuesto ha amenazado con congelar la primavera de Segovia y pasar a gris un gran escenario -las calles y plazas- que tradicionalmente rebosa de color. Con el instinto especial de supervivencia del que están dotados los cómicos, y su ingenio, la solución ha sido elegir grupos menos numerosos, y abrir de nu...
Si hay algo que caracteriza el programa de este año del Festival Internacional de Títeres Titirimundi -del 10 al 15 de mayo en Segovia- es que los espectáculos estarán protagonizados por uno o dos actores como máximo. No se trata de una norma estética, sino que la crisis y la reducción de presupuesto ha amenazado con congelar la primavera de Segovia y pasar a gris un gran escenario -las calles y plazas- que tradicionalmente rebosa de color. Con el instinto especial de supervivencia del que están dotados los cómicos, y su ingenio, la solución ha sido elegir grupos menos numerosos, y abrir de nuevo el telón: una gran puerta por la que entrarán titiriteros de 33 compañías, de 12 países diferentes, para dar vida a un sinfín de personajes en 31 escenarios. Incluso se ha programado un estreno de la compañía Hugo e Inés, con marionetas hechas con pies y manos; habrá una sección dedicada al teatro contemporáneo de títeres y de animación de Francia, con La Pendue o con Non Nova, entre otros, y se dará un recorrido por el teatro catalán de marionetas contemporáneo, en colaboración con el Institut Ramón Llull. Junto a montajes como los de Cinemateatro, de Chile; las sombras de Bunk Puppets, de Canadá, o los españoles de Escarlata Circus y La Chana, regresarán clásicos como Rod Burnett, de Reino Unido; Salvatore Gatto, de Italia, o los Titiriteros de Binéfar, de España. Y el Circo de las Pulgas, con Dominique Kerignard. Y además, Las Grandes Personas de África, unas marionetas gigantes de Boromo, en Burkina Faso. / Aurelio Martín