Huracán de creatividad

El genial agricultor peruano sacrifica una pieza en la apertura y gana con brillantez mucho después

Madrid -

La genialidad de Julio Granda (Camaná, Perú, 1967) glosada ya en El Rincón de los Inmortales cinco semanas atrás, se aprecia con especial nitidez en la partida de este vídeo, contra un rival muy fuerte: el estadounidense Yasser Seirawan, en el torneo de homenaje a Miguel Najdorf que se disputó en Buenos Aires en 1993. El gran maestro peruano sacrifica una pieza en su novena jugada, cuando resulta imposible -incluso para una máquina- evaluar si tanto riesgo está justificado.

Cada vez se ven menos partidas así en la alta competición porque el entrenamiento con computadoras potentisimas ha mejorado mucho el nivel defensivo general. Ya no basta con lograr una posición de ataque, muy difícil de defender para un humano, con la esperanza lógica de que el rival cometa alguna imprecisión más temprano que tarde. Ahora muchos tienden a suponer que el adversario se va a defender como una máquina, lo que coarta la creatividad. Excepto para los genios, que no pueden vivir sin exhibirla. Como ocurre con el español Alexéi Shírov, si Granda continuase disputando torneos de élite, nos seguiría deleitando con obras de arte como esta.

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