Estafas cotidianas

Estafa es todo delito consistente en provocar un perjuicio patrimonial a alguien mediante engaño y con ánimo de lucro. Ya sea en grandes operaciones económicas, en la financiación de los partidos políticos o en la tramitación de prejubilaciones, el fraude está a la orden del día. De la Gürtel a los ERE, pasando por el pitufeo de las campañas electorales, la política está jalonada de engaños. También la vida cotidiana anda teñida de timos: trileros, tocomocho, estampita, el nazareno, el instalador... Hay otros fraudes y artimañas que se basan en un abuso de confianza del consumidor. Y aunque la...

Estafa es todo delito consistente en provocar un perjuicio patrimonial a alguien mediante engaño y con ánimo de lucro. Ya sea en grandes operaciones económicas, en la financiación de los partidos políticos o en la tramitación de prejubilaciones, el fraude está a la orden del día. De la Gürtel a los ERE, pasando por el pitufeo de las campañas electorales, la política está jalonada de engaños. También la vida cotidiana anda teñida de timos: trileros, tocomocho, estampita, el nazareno, el instalador... Hay otros fraudes y artimañas que se basan en un abuso de confianza del consumidor. Y aunque las cuantías no son elevadas, el nivel de frustración es infinito cuando una máquina de vending y restauración automática no da el producto solicitado y, sin embargo, engulle el dinero. La empresa que dice ser “líder en Europa” propone al inocente usuario, engañado en un gran hospital madrileño, devolver mediante transferencia bancaria el importe perdido. ¿Un ciudadano en su sano juicio facilitaría datos sensibles para recuperar 1,70 euros? Si el pago se efectuó en metálico, el mismo método debería utilizarse para la devolución. Es lo justo.

María García. Madrid