Columna

Leonor, tra, tra

La Princesa es una niña pasando un examen difícil. Hasta ahora, lo aprueba con nota. Otra cosa es que llegue a reina del pop

La princesa Leonor durante su discurso en los premios Princesa de Girona.Chema Clares (GTRES)

A los 14 años hay niñas que aún no han ido a ningún sitio y otras que creen estar de vuelta de todos. Unas que aún les dan la mano a sus padres por la calle y otras que caminan a metro y medio de ellos porque les da vergüenza que las tomen por hijas modelo. Las hay que les gusta Morat y Taburete, y haylas que veneran a C. Tangana y Rosalía. Las que leen a los clásicos y las que devoran After, una saga de calenturientas novelas que sonrojarían hasta las canas a sus viejos. Las que ven Friends con sus madres y las que fisgan Élite de incógnito en su portátil. Las que t...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

A los 14 años hay niñas que aún no han ido a ningún sitio y otras que creen estar de vuelta de todos. Unas que aún les dan la mano a sus padres por la calle y otras que caminan a metro y medio de ellos porque les da vergüenza que las tomen por hijas modelo. Las hay que les gusta Morat y Taburete, y haylas que veneran a C. Tangana y Rosalía. Las que leen a los clásicos y las que devoran After, una saga de calenturientas novelas que sonrojarían hasta las canas a sus viejos. Las que ven Friends con sus madres y las que fisgan Élite de incógnito en su portátil. Las que tienen las redes limitadas y las que suben a Instagram stories subidas de tono a destajo. Las que ya lo han hecho y las que ni lo han pensado. A veces, muchas, unas y otras pueden ser las mismas de un día, un mes o un año para otro. Para eso son adolescentes, la etapa más alegre y triste, la más vulnerable de la vida.

Leonor de Borbón Ortiz, heredera al trono y a la Jefatura del Estado, acaba de cumplir 14 años. Este mes la hemos visto hacer sus deberes extraescolares en medio de la peor tormenta del reinado de su padre. Más allá de sus impresionantes poliglotismo y dominio de la escena, es una niña de 14 años. Una criatura preciosa, la princesa del cuento en persona. Pero también la única española que tiene el futuro escrito en la Constitución y la única que no puede escapar de él aunque quisiera sin montar una crisis de Estado. Deberían tenerlo en cuenta tanto quienes la lisonjean hasta la náusea como quienes la denuestan como símbolo de lo que odian. Nadie es tan perfecto ni tan perverso como parece desde fuera. Igual, quién sabe, a Leonor le hubiera hecho más ilusión ir a los MTV en Sevilla y ver a Rosalía robarse el show con la naturalidad de una mujer que ha nacido libre. Leonor es una niña pasando un examen difícil. Hasta ahora, lo aprueba con nota. Otra cosa es que llegue a reina del pop. O de España.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Más información

Archivado En