Editorial

Rescate titánico

Las tareas para localizar al pequeño Julen ha movilizado un complejo operativo

Labores de rescate en la finca de Totalán donde Julen se precipitó a un pozo de más de 100 metros de profundidad.JON NAZCA (REUTERS)

Nunca en España se había abordado una operación de rescate como la emprendida en la localidad malagueña de Totalán para localizar a Julen, el niño de 2 años que hace dos semanas se precipitó a un pozo de prospección de agua de más de cien metros de profundidad y apenas 25 centímetros de diámetro y que en la madrugada de ayer fue hallado sin vida. Junto a la extraordinaria movilización de ingenieros, bomberos, especialistas en salvamento minero, miembros de Protección Civil y fuerzas de Seguridad, es decir de toda una maquinaria que solo es capaz de movilizar un Estado, los trabajos se han apoy...

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Nunca en España se había abordado una operación de rescate como la emprendida en la localidad malagueña de Totalán para localizar a Julen, el niño de 2 años que hace dos semanas se precipitó a un pozo de prospección de agua de más de cien metros de profundidad y apenas 25 centímetros de diámetro y que en la madrugada de ayer fue hallado sin vida. Junto a la extraordinaria movilización de ingenieros, bomberos, especialistas en salvamento minero, miembros de Protección Civil y fuerzas de Seguridad, es decir de toda una maquinaria que solo es capaz de movilizar un Estado, los trabajos se han apoyado en un formidable despliegue de medios técnicos, incluidas las colosales máquinas perforadoras utilizadas para excavar un pozo paralelo al que cayó Julen y horadar un pasillo horizontal hasta llegar hasta el punto en el que estaba el niño. Su ubicación dentro de la cavidad fue facilitada por el georradar de la empresa sueca que participó en el salvamento de los 33 mineros chilenos atrapados en Atacama en 2010, cuyo rescate mantuvo en vilo al mundo entero.

Una situación similar se ha vivido en el caso de Julen. La complejidad de esta titánica operación, considerada una obra de ingeniería civil humanitaria, se ha visto afectada por la presión del paso del tiempo. Al mismo tiempo, las labores de rescate han contado con una encomiable corriente de solidaridad. Empresas privadas, Administraciones públicas y vecinos de Totalán han prestado apoyo logístico y amparo a los tres centenares de efectivos que han colaborado infatigablemente en un esfuerzo colectivo, lo que demuestra la capacidad de movilización de una sociedad sincera y profundamente conmovida por una situación dramática.

Los trabajos para liberar a Julen han sido el objetivo primordial. Luego llegará el momento de investigar las circunstancias de una tragedia que no debería volver a repetirse. El territorio español está plagado de pozos similares al de Totalán, y abandonarlos sin la debida señalización y sellado son un peligro añadido.

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