Grafitis en las fachadas

Es indignante el espectáculo que sufrimos los viandantes cuando contemplamos los puentes y muros de las autovías y demás calles llenas de grafitis. Estas pinturas que, en otro contexto, y con las debidas autorizaciones y licencias, pueden ser un preciado objeto de arte, cuando se hacen de forma indiscriminada, de manera ilegal, por cualquier grafitero, se convierten en una lacra social. En una época en las que estamos obsesionados con el reciclaje de basuras por el bien del futuro de nuestro planeta, parece que nuestros gobernantes no tienen en cuenta el presente, en el que vivimos rodeados de...

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Es indignante el espectáculo que sufrimos los viandantes cuando contemplamos los puentes y muros de las autovías y demás calles llenas de grafitis. Estas pinturas que, en otro contexto, y con las debidas autorizaciones y licencias, pueden ser un preciado objeto de arte, cuando se hacen de forma indiscriminada, de manera ilegal, por cualquier grafitero, se convierten en una lacra social. En una época en las que estamos obsesionados con el reciclaje de basuras por el bien del futuro de nuestro planeta, parece que nuestros gobernantes no tienen en cuenta el presente, en el que vivimos rodeados de basuras e inmundicias.

Alejandro Moya Solórzano

Madrid

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