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App-licados en las escuelas

Una aplicación telefónica permite a comunidades desfavorecidas supervisar los trabajos de construcción de nuevas aulas

Getty Images

“Antes no eran tan inteligentes, ni nos atraían tanto, ni pasábamos tantas horas con ellos”. Ese retazo de conversación llegó a mis oídos. La mirada se me fue a aquel grupo de mujeres que hablaban entre risas. Temeroso de escuchar intimidades sin pretenderlo, comencé a alejarme cuando me di cuenta de que, en realidad, no se referían a sus parejas sino a sus teléfonos móviles. Tenían toda la razón. Los teléfonos móviles están permanentemente con nosotros: para ver el tiempo que hará mañana, para solicitar un medio de transporte, para hacer una transferencia bancaria, para avisar de que llegamos...

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“Antes no eran tan inteligentes, ni nos atraían tanto, ni pasábamos tantas horas con ellos”. Ese retazo de conversación llegó a mis oídos. La mirada se me fue a aquel grupo de mujeres que hablaban entre risas. Temeroso de escuchar intimidades sin pretenderlo, comencé a alejarme cuando me di cuenta de que, en realidad, no se referían a sus parejas sino a sus teléfonos móviles. Tenían toda la razón. Los teléfonos móviles están permanentemente con nosotros: para ver el tiempo que hará mañana, para solicitar un medio de transporte, para hacer una transferencia bancaria, para avisar de que llegamos tarde a cenar… o para supervisar una obra que el gobierno local se ha comprometido a entregar en plazo. Este es el caso de la campaña Tu escuela. Tu voz, que utiliza las inmensas posibilidades de las Apps para asegurar que la construcción de, por el momento, 50 aulas en el occidente de Honduras se está realizando con la calidad y en los tiempos acordados. Una iniciativa con la que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en colaboración con el gobierno del país centroamericano, busca implicar a la comunidad en la mejora de la oferta educativa en el área promovida por el Programa Bono Vida Mejor .

La supervisión técnica de una obra de infraestructura es esencial para un proyecto de desarrollo. Sin embargo, sobre todo cuando se trata de múltiples obras de pequeña envergadura, no siempre es posible un control adecuado. Muchos de los problemas son fácilmente detectables en las visitas de campo pero tal vez no con la rapidez necesaria para evitar retrasos en la obra o malestar en la comunidad. Es aquí cuando una alianza entre tecnología e innovación se convierte en fundamental y algo tan sencillo y habitual como descargar una simple aplicación en el teléfono móvil puede marcar la diferencia.

Los altos índices de uso de teléfonos móviles y una creciente demanda de transparencia de los gobiernos en Latinoamérica han facilitado el surgimiento de aplicaciones telefónicas que promueven una mayor implicación de los ciudadanos en las labores de control. Promovidas por los gobiernos, por la sociedad civil o por los organismos internacionales, no necesitan grandes inversiones financieras, simplemente innovación. Este es el caso de Promise Tracker, la herramienta en la que se enmarca esta campaña de monitoreo comunitario de obras de infraestructura organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo.

La plataforma ha sido desarrollada por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) Media Lab y permite definir rápidamente los objetivos perseguidos y orientarlos a la audiencia deseada. Ella se encargará, a través de sus teléfonos móviles, de hacer los reportes y subir las fotografías que desea que acompañen sus comentarios. Está diseñada para recoger datos en formatos muy diferentes como mapas, gráficos, galerías de fotos o informes a los que todos los usuarios tienen acceso.

El propósito de esta campaña no es hacer una supervisión técnica, para lo cual no está capacitado el grupo de población que participa en el proyecto, sino recibir información sobre elementos fácilmente observables como limpieza en el área de construcción, avances de la obra, ausencias de trabajadores, comportamientos inadecuados, etc. Hasta el momento se han realizado más de 150 reportes de la comunidad o del personal de las escuelas que han destacado problemas como la falta de materiales o daños causados por las lluvias o han informado sobre el progreso de las obras.

Este tipo de herramientas tiene un gran potencial al permitir la participación de la sociedad en proyectos de desarrollo y facilitar el monitoreo de un proyecto prácticamente en tiempo real. La campaña Tu escuela. Tu voz está demostrando la gran contribución que pueden hacer las comunidades, así como las esperanzas e ilusión con que acogen las obras de infraestructura. Desde las oficinas a veces pasa desapercibida la importancia que la gente de las zonas más vulnerables da a la educación de sus hijos y esta app ha puesto de manifiesto el gran interés suscitado por la construcción de nuevas aulas donde sus hijos puedan cursar 6º, 7º y 8º, tres cursos más de educación.

Sin embargo, iniciativas de estas características son aún muy nuevas, no todo el mundo cuenta con la tecnología adecuada para acceder a ellas y muchos son aún reacios a utilizarlas. Ello, unido a un temor a que la crítica o la denuncia puedan implicar consecuencias negativas, no permite que desarrollen todo el potencial esperable. La campaña hondureña tiene una participación masiva y recibe un flujo de información constante, pero la mayoría de los reportes son comentarios positivos de las obras y felicitaciones por el inicio o final de alguna fase de la construcción. El tiempo y la mayor utilización de este tipo de iniciativas permitirán comprobar su utilidad real. De momento, el hecho mismo de que los constructores sepan que hay toda una comunidad observando su trabajo parece haber mejorado el trabajo de las empresas constructoras. Y los habitantes de las localidades que se verán beneficiadas con las obras se sienten piezas activas en el proceso de facilitar que sus hijos tengan acceso a una mejor formación.

*Luis Tejerina, especialista líder de la división de protección social y salud del BID.

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