Regalos para viajeros

Hay destinos para todos los gustos y bolsillos, lejos o cerca, pero siempre con la intención de descubrir otros mundos

Nubia Navarro (Pexels)

Regalar viajes es una cosa extraña: los viajes no se pueden meter en una caja y ponerles un lazo rojo, no se pueden tocar, no pesan, no miden. Es un regalo inmaterial y en diferido. Cuando uno obsequia un viaje, lo que regala es un trozo de vida, de espacio y de tiempo, un movimiento hacia otro lugar lejano, otro movimiento de vuelta a la cruel realidad. Tal vez lo que se regala cuando se da un viaje es una experiencia, una fábrica de recuerdos. Luego la fábrica se desmorona y lo que quedan son esos recuerdos manufacturados, con un acabado brillante, ya sea dentro de la mente o en las fotos de Facebook. Y regalar viajes está de moda: según un estudio de TNS para eBay, los viajes son el obsequio más deseado (los menos son la ropa interior y las herramientas, por cierto). Además, según el Estudio de consumo navideño 2017 elaborado por Deloitte, los viajes en Navidad son el producto que este año crecerá con más fuerza, hasta un 7% en gasto en comparación con el año anterior: los españoles gastarán de media 106 euros en viajar durante dichas fiestas. Pero no tiene que ser ahora: un billete o un paquete todo incluido para dentro de dos, tres o cuatro meses será recibido con mayor ilusión que unas tazas de té o una corbata. Hay destinos para todos los gustos y bolsillos, lejos o cerca, pero siempre con la intención de descubrir otros mundos.

1. La ruta de Samarkanda

El conquistador Tamerlán (1336-1405) construyó un imperio en el Asia Central, parada de la Ruta de la Seda, lugares en los que recala este itinerario: Khiva, Bujara, Shahri­sabz, Taskent o la misteriosa y fascinante Samarkanda. Un viaje repleto de viejas madrasas y mezquitas o monumentos como la tumba del profeta Daniel, el mausoleo de Pahlavan Mahmud o el complejo arquitectónico Itchan Kala. Otro de los puntos ineludibles es el valle de Ferganá, la región más fértil y poblada de toda la zona, entre Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.

2. Tras los pasos del lobo

Encontrarse con el bello, temido y misterioso lobo es una experiencia mágica. Se puede hacer en los montes de Riaño, León, en el viaje Al encuentro del lobo, que incluye dos noches en el hotel La Presa y dos excursiones, a pie o en 4×4, para la observación del lobo ibérico en compañía de biólogos especialistas en la materia. Si en vez del lobo lo nuestro son los linces ibéricos, la agencia Pangea ofrece un viaje similar, esta vez hasta las tierras de Montoro, en Córdoba.

3. Cantábrico de lujo

El Transcantábrico es un clásico de los trenes de lujo que ofrece Renfe. Recorre ciertos trayectos por el norte de la Península e incluye entradas para los museos de las ciudades en las que se para, excursiones, fiestas de bienvenida, gala de fin de viaje, desayunos, comidas y cenas (entre la cocina del propio tren y los restaurantes seleccionados). Durante siete noches y ocho días recorre la costa cantábrica, saliendo de León y llegando a Santiago de Compostela tras pasar por Bilbao, Santander, Oviedo, Gijón o El Ferrol. Puro lujo.

4. Lujo y playas de postal

Dubái es una de las ciudades más ostentosas del planeta, un lugar donde resplandece la riqueza y el lujo asiático. Este viaje de nueve días combina la visita a la excéntrica ciudad de las islas artificiales y los rascacielos gigantescos y luminosos con las playas de postal de las islas Maldivas, en el corazón del Índico. Entre otras atracciones, excursiones en 4×4 por las dunas del desierto o una cena árabe tradicional en una jaima.

5. Flamencos rosas y moáis

El año 2018 es un buen momento para viajar a Chile, en el bicentenario de su independencia. Se ofrecen viajes que recalan en la capital, Santiago de Chile, y que luego toman diferentes rutas, ya sea el desierto de Atacama, donde se visita el hábitat de los flamencos rosados, o los géiseres del Tatio, además de una nutrida oferta de astroturismo (hay varias instalaciones de observación astronómica, debido a la nitidez de sus cielos). Otra opción es visitar la Patagonia o dar el salto a la pintoresca isla de Pascua, donde visitar las más de 900 estatuas llamadas moáis. No hay que olvidarse de brindar con un pisco sour.

6. Paraíso filipino

La llaman "la última frontera de Filipinas", donde se juntan las playas de arena blanca y agua cristalina con las frondosas junglas, los ríos subterráneos o los arrecifes de coral. Rodeada por el mar de China Meridional, aledaña a la vecina Malasia, la provincia de Palawan, con capital en Puerto Princesa y compuesta por 1.780 islas, es uno de los destinos que se potencia para 2018. Puntos de interés son el parque natural del Río Subterráneo de Puerto Princesa, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco, o la reserva natural El Nido.

7. Antípodas de cine

Nueva Zelanda se encuentra en, más o menos, el punto diametralmente opuesto a España del planeta. Esta propuesta de viaje de 22 días incluye visitas a los escenarios de las películas de El Señor de los Anillos, basadas en las novelas de J. R. R. Tolkien. En el parque nacional de Tongariro se conoce el volcán que en el cine es el Monte del Destino; en Wellington están los jardines de Isengard o Minas Tirith; en el Monte Cook, se revive la batalla de los campos de Pelennor, y así por toda la Tierra Media.

8. Icebergs islandeses

Jökulsárlón es el lago de los icebergs, que se encuentra en el sur de Islandia, en el extremo del glaciar Vatnajökull, un lago en constante crecimiento debido a la fusión de los glaciares islandeses. Se trata de un lugar privilegiado para admirar las auroras boreales, las luces del norte. En un reducido grupo de ocho viajeros se llevan a cabo actividades como caminar sobre el glaciar con crampones, darse baños termales o visitar géiseres, cascadas o volcanes, sin olvidarse de la visita de la capital, Reikiavik.

9. Del rascacielos al templo

Uno de los países más modernos y tecnológicos del mundo, con los rascacielos y las calles laberínticas de Seúl (y sus 10 millones de habitantes) como símbolo. Este viaje de 10 días también se adentra en sus facetas más tradicionales, como las grutas de Seokguram; uno de los más grandes templos budistas, Gyeongju, que fue capital del reino de Silla durante 1.000 años, o Busan, principal puerto del país creado durante la guerra de Corea (1950-1953): las vendedoras vendían sus pescados y mariscos junto a los refugiados.

10. Buscando a Lawrence de Arabia

Para muchos viajeros el desierto tiene una magia especial. Acompaña a Álvaro Planchuelo, arquitecto de profesión y arqueólogo de vocación, en su recorrido por Jordania. Petra, el desierto de Wadi Rum y el Mar Rojo son los destinos que les esperan a los viajeros que sigan los pasos del arqueólogo y militar inglés T.E. Lawrence, más conocido como Lawrence de Arabia, inmortalizado en el cine por Peter O'Toole.

*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a fecha del 21 de diciembre de 2017

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