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Cómo cargar tu móvil sin enchufes

Luz, calor, pedaleos y toques de balón bastan para alargar la carga de la batería de cualquier gadget

Del tamaño de un 'smartphone' o una tableta, resistentes al agua y con ganas de tomar el sol. Varias marcas comercializan baterías externas con una placa fotovoltaica capaz de cargar dos teléfonos a la vez o uno dos veces.

Estos dispositivos cuestan entre 15 y 35 euros en Amazon y almacenan entre 6.000 y 20.000 miliamperios/hora (mAh). Esta unidad de carga eléctrica indica la cantidad de energía que puede almacenar la batería durante la recarga.

El Huawei P8 Lite, el teléfono más vendido en España en 2016 de acuerdo con Kantar Worldpanel, una consultora internacional especializada en consumo, tiene una capacidad de 2.200 mAh. Es decir, que con el cargador solar más básico se podría alimentar tres veces.

El segundo, el Samsung Galaxy J5, posee 3.100 mAh, y el BQ Aquaris MX, el tercero, tiene 2.900 mAh. El iphone 6 tiene una capacidad de 1.810 mAh. La cámara en miniatura Gopro Hero 4 Silver, la más vendida de este fabricante en 2016 en Amazon, tiene una capacidad de 1160 mAh.

Innoo Tech

Este girasol, de 22 centímetros de altura, produce energía en vez de pipas. Gracias a su panel solar recolecta hasta 2.500 mAh en su batería, si se mantiene expuesto al astro rey durante, al menos, 25 horas. Este cargador es útil para aquellos que pueden dejar el móvil enchufado durante varias horas.

“Debemos tener en cuenta que el sol de las diez de la mañana no es el mismo que el de las dos de la tarde y aunque alguien esté orientando convenientemente, va a necesitar al menos tres días para cargar la batería”, apunta Chinchilla, investigadora del Grupo de Tecnologías Apropiadas de la Universidad Carlos III. Se vende en Amazon por 50 euros.

Un panel fotovoltaico adherido sobre una mochila puede almacenar energía suficiente para recargar uno o varios móviles, según su capacidad. Esta va desde 2.000 mAh en los macutos más sencillos, a 12.000 mAh en los más sofisticados. La batería puede llenarse en casa con un enchufe tradicional y mantenerla completa durante el viaje mediante la producción solar. Cuestan entre 35 y 200 euros.“Estas mochilas aún no son muy populares”, admite Carson Finkle, jefe de 'marketing' de Birksun, una marca estadounidense. “El gran avance en este campo será la recarga sin cables y una aplicación que calcule en cada momento cuánta energía está produciendo”, completa Finkle.

Swiss Peak

Este cargador va al meollo del asunto. No hace falta ponerlo cerca de la ventana, sino adherirlo a ella. De esta forma, capta la mayor cantidad de luz disponible.

Su capacidad es menor que la de otros cargadores solares, suelen disponer de menos de 2.000 mAh, pero son muy útiles en largos viajes en tren, coche, autobús o incluso avión (si no se asusta el resto del pasaje cuando adhieras el cachivache a la ventana). Cuestan entre 20 y 50 euros.

Tras el terremoto de Haití de 2010, dos estudiantes de la Universidad de Columbia en Estados Unidos diseñaron una lámpara solar inflable capaz de dar luz sin necesidad de enchufes durante 50 horas.

La iniciativa, que nació sin ánimo de lucro, ha distribuido ya más de 13.000 unidades a distintas ONG gracias al 'crowdfunding'. Esta lámpara, llamada Luminaid, es resistente al agua y puede flotar.

Luminaid

Su batería, además, tiene una capacidad de 2.000 mAh. Su precio es de 40 dólares.Actualmente no está a la venta, pero desde su página web los interesados pueden suscribirse para recibir una alerta cuando vuelvan a fabricarse.

Las lámparas de carga solar con cargador incorporado son una solución para las zonas aisladas de África y Asia, además de una herramienta útil cuando se va la luz. Hace una década, la ONG británica Solar Aid creó SunnyMoney, un artefacto a la venta en Malawi, Zambia y Uganda disponible en varios modelos con hasta 2.750 mAh de carga.

Luminaid

Campstove es un horno de leña portátil con generador eléctrico. Permite cocinar y cargar el móvil a la vez. El aparato, de forma cilíndrica, cuenta con dos piezas de distintos materiales. En la metálica se introduce la leña que va a arder. En la otra, de plástico, se sitúan el ventilador, que proporciona oxígeno a la hoguera, la placa termoeléctrica y la batería con salida USB.

La fuerza del ventilador es regulable. Cuanto más aire insufle, mayor será el fuego y más rápida la carga de la batería, que puede acumular 2.600 mAh, de acuerdo con su fabricante, la casa estadounidense Biolite, que lo comercializa por 150 euros.

Moverse en bicicleta por la ciudad es una buena opción para limitar la contaminación urbana. Si, además, se puede almacenar la energía que genera cada pedalada, el efecto ecológico se multiplica. Varias marcas comercializan dinamos con baterías que captan la fuerza cinética y la transforman en electricidad.

Son compatibles con los frenos laterales y tienen una potencia entre 1.000 y 2.000 mAh, la cantidad justa para alargar la carga de la batería de un 'smartphone', pero insuficiente para cargarla por completo. Tigra Sport comercializa un modelo por 125 euros.

Tigra Sport

Unos pases, un regateo, ¡y gol! El movimiento oscilatorio de un péndulo encerrado dentro de la pelota genera energía mientras está en movimiento, que se acumula en una batería recargable. Así funciona Soccket, el balón capaz de proporcionar tres horas de luz, gracias a una lámpara led, después de media hora de juego. Es idónea para zonas en las que el suministro eléctrico es irregular. Lo asegura en su página de Kickstarter su creadora, Jessica Mathews, licenciada en Harvard, que lanzó el primer prototipo en 2010.

Uncharted Play

Durante los últimos siete años la han probado equipos de Sudáfrica, México y Brasil y ha contado con el reconocimiento de Bill Gates y Bill Clinton. Incluso se ha visto a Obama dando un toque a esa curiosa pelota que pesa poco más que un balón reglamentario. Desde su página web aseguran que las nuevas versiones del Soccket podrán cargar móviles. No precisan, sin embargo, la capacidad que tendrá la batería. Actualmente puede comprarse a través de la página web de la empresa de Mathews, Uncharted Play.

Uncharted Play

Electree combina diseño y ecología. Sus ramas, de plástico reciclado, sostienen paneles solares que pueden orientarse al sol. Es obra del diseñador francés Vivien Muller, que lo ha comercializado en dos tamaños. Sin embargo, ya no están disponibles

El pequeño cuenta con nueve paneles fotovoltaicos. En su base tiene espacio para cargar tres pilas AA o AAA y conexión USB. Es capaz de alimentar una batería de 1.200 mAh en cuatro horas a pleno sol o en 48 si está nublado. El grande cuenta con 27 ramas-paneles con una capacidad de 2.500 mAh a pleno sol.

Electree

Liberamos energía con cada movimiento que, con la tecnología adecuada puede usarse para generar electricidad. En la pisada han puesto el foco varios investigadores de distintos centros de Estados Unidos. Dos científicos de la Universidad de Wisconsin han creado un prototipo de plantilla para aprovechar la fuerza de la pisada.

UW–MADISON COLLEGE OF ENGINEERING

Su invento dispone de un líquido conductor que interactúa con una película muy fina que convierte el movimiento en electricidad. En 2013, dos ingenieros estadounidenses lanzaron en Kickstarter, una web de 'crowfunding', un proyecto similar en el que la batería se ata al tobillo. Uno de los mayores inconvenientes que se encuentran los investigadores es el gran grosor de la plantilla, de varios centímetros y el escaso espacio para el almacenamiento.

UW–MADISON COLLEGE OF ENGINEERING

Cada vez más marcas incorporan móviles con tecnología que permite la carga por contacto: Samsung, HP, Nokia, LG, Motorola o Blackberry son algunas de ellas. Para iPhone existen carcasas adaptables.

El proceso es sencillo: basta con posar el dispositivo sobre una superficie (habitualmente circular) que trasmite la energía a unas bobinas planas adosadas a la parte trasera del teléfono a modo de pegatina. Esta se conecta a la hendidura de carga del dispositivo.

ikea

La eficiencia de recarga con este sistema es más baja que con cables. Lleva más tiempo, incluso un 150% más. Existen varios estándares de carga mediante bobinas de inducción. Dos son los más extendidos: Qi y PMA (Power Matters Alliance).

Ikea ha lanzado varias plataformas de carga con la tecnología Qi. Algunas de ellas van incorporadas a lámparas, incluso, mesillas de dormitorio. Cuestan entre 30 a 100 euros.

Ikea