Cartas al director

La generación blanda

Hoy los niños pequeños son más irrespetuosos que nunca. Los padres tienen sobreprotegidos a sus niños. Ahora se les lleva la mochila y se les hacen los deberes. Como resultado salen niños que esperan que se les haga todo. Así no se les desarrolla el carácter, parece que tienen leche por sangre. De adultos estos niños se van a llevar todos los palos que no se llevaron de chicos. Cuando tengan que ganarse la vida solos no sabrán qué hacer. Desde luego cuando yo tenga hijos me gustaría que no les faltase de nada y poder ayudarles, pero espero también tener mano dura. No pienso mimarlos, ya que ni...

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Hoy los niños pequeños son más irrespetuosos que nunca. Los padres tienen sobreprotegidos a sus niños. Ahora se les lleva la mochila y se les hacen los deberes. Como resultado salen niños que esperan que se les haga todo. Así no se les desarrolla el carácter, parece que tienen leche por sangre. De adultos estos niños se van a llevar todos los palos que no se llevaron de chicos. Cuando tengan que ganarse la vida solos no sabrán qué hacer. Desde luego cuando yo tenga hijos me gustaría que no les faltase de nada y poder ayudarles, pero espero también tener mano dura. No pienso mimarlos, ya que niños mimados en el futuro serán adultos débiles. En otros países ya han comenzado a tomar medidas para que el carácter forme parte de la educación. En algunos colegios ya están tomando nota, en otros los niños pequeños están demasiado protegidos y en consecuencia se pasan los recreos vacilando y picando a los mayores ya que son intocables.— Simón García Navarro. Sevilla.

 

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