Tocando fondo
Ha sido difícil escuchar sin indignarse la intervención esta semana en el Congreso del diputado de ERC Gabriel Rufián en la comisión de investigación sobre las escuchas en el despacho del entonces ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz. Cuando lo verdaderamente inadmisible es que haya habido escuchas en el despacho del ministro de Interior, lo que soltaba Rufián eran insultos y un lenguaje inapropiado para la Cámara; sin embargo, no ha tenido más que dos llamadas al orden. Hay que elevar el nivel del Congreso, se está convirtiendo en un lugar soez, chabacano y grosero.— ...
Ha sido difícil escuchar sin indignarse la intervención esta semana en el Congreso del diputado de ERC Gabriel Rufián en la comisión de investigación sobre las escuchas en el despacho del entonces ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz. Cuando lo verdaderamente inadmisible es que haya habido escuchas en el despacho del ministro de Interior, lo que soltaba Rufián eran insultos y un lenguaje inapropiado para la Cámara; sin embargo, no ha tenido más que dos llamadas al orden. Hay que elevar el nivel del Congreso, se está convirtiendo en un lugar soez, chabacano y grosero.— Gloria Calvar Landín. Majadahonda (Madrid).