Cartas al director

Alcohol a menores

Me he quedado perpleja con el último suceso de la adolescente y el exceso de alcohol. Y es que cada día vemos más casos de menores que consumen alcohol y otras sustancias, y, lo que es peor, parece que se inician a una edad cada vez más temprana. Hace días estaba en un establecimiento cuando entraron varios chavales a comprar bebidas alcohólicas. No sé qué edades tenían, pero parecían menores. El dependiente no les solicitó la documentación, como es obligatorio, y compraron las bebidas. Todo como si nada.

Resulta surrealista esta situación, máxime cuando en pocos metros uno lee “Prohibi...

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Me he quedado perpleja con el último suceso de la adolescente y el exceso de alcohol. Y es que cada día vemos más casos de menores que consumen alcohol y otras sustancias, y, lo que es peor, parece que se inician a una edad cada vez más temprana. Hace días estaba en un establecimiento cuando entraron varios chavales a comprar bebidas alcohólicas. No sé qué edades tenían, pero parecían menores. El dependiente no les solicitó la documentación, como es obligatorio, y compraron las bebidas. Todo como si nada.

Resulta surrealista esta situación, máxime cuando en pocos metros uno lee “Prohibida la venta de alcohol a menores de 18 años”. Por suerte, no siempre es así. Hace unos días presencié una situación en la que, en una cola de supermercado, unos adolescentes iban pidiendo a las personas que les compraran las bebidas, y toda la cola se negó a hacerlo. Al no permitir los cajeros esa compra y no lograr que nadie les ayudara, los chicos tuvieron que irse sin lograr su propósito.— Alaia Hernández Puente. Sant Cugat del Vallés. (Barcelona).

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La reciente y fatídica muerte de una niña de 12 años a causa de un coma etílico ha sido la razón de que se vuelva a abrir el debate sobre el contacto de los menores con el alcohol. Desde el Gobierno se está hablando de reformar la ley para evitar que en el futuro se repitan este tipo de sucesos, como imponer normativas más estrictas en los puntos de venta o regular la publicidad. Aun así, considero que falta tomar en consideración un pilar muy importante: la educación. Los niños aprenden en su contacto con la sociedad en su conjunto, tomando ejemplo de diversas fuentes. Aunque parezca que la responsabilidad de hacer el seguimiento del crecimiento de su hijo, sobre todo en la adolescencia, corresponde solo a los padres, no podemos olvidar el peso que tienen en estas edades los amigos, las modas, el ansia de pertenecer a un grupo o el deseo de ser aceptado. Por esta razón, la relación de los adolescentes con el alcohol no es solo responsabilidad de los padres, sino de toda la sociedad.— Marina Nadal Menac. Madrid.

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