Elena S. Sánchez

Que alguien como ella trate con esa delicadeza el cine de la posguerra es una bonita manera de atraer a gente desacostumbrada o sobrada de prejuicios

La presentadora Elena Sánchez durante el 25 aniversario del programa 'Ddías de cine'.gtresonline

Una de las cuestiones fijas que incluye la entrevista semanal de El Cultural es esta: “¿Es usted de los que recelan del cine español?”. La propia existencia de la pregunta es muy reveladora y juega con ese tópico que sugiere que algo no acaba de funcionar alrededor de la imagen de nuestro cine. Los entrevistados suelen responder, rotundamente, que no, pero su perfil no coincide con el de los que ponen un empeño inaudito en triturar el cine español, que son pocos pero arman un jaleo enorme. TVE tampoco recela: además de mantener Cine de barrio y Versión Española, dond...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Una de las cuestiones fijas que incluye la entrevista semanal de El Cultural es esta: “¿Es usted de los que recelan del cine español?”. La propia existencia de la pregunta es muy reveladora y juega con ese tópico que sugiere que algo no acaba de funcionar alrededor de la imagen de nuestro cine. Los entrevistados suelen responder, rotundamente, que no, pero su perfil no coincide con el de los que ponen un empeño inaudito en triturar el cine español, que son pocos pero arman un jaleo enorme. TVE tampoco recela: además de mantener Cine de barrio y Versión Española, donde brillan Concha Velasco y Cayetana Guillén Cuervo, desde mayo de 2015 emite de lunes a viernes un largometraje introducido por un experto. Ese espacio, Historia de nuestro cine, es una de las apuestas más ambiciosas y simpáticas que una tele haya hecho nunca por la memoria del cine de aquí.

Algunas de las películas son pobres, desaliñadas, desconocidas, antiguas y en blanco y negro. Pero la presentadora, Elena Sánchez, la misma de Días de cine, es una alegría que desbarata, de entrada, cualquier amago de caspa y sopor. Que alguien como ella trate con esa delicadeza el cine de la posguerra o a tipos como Lorenzo Llobet-Gràcia es una bonita manera de atraer a gente desacostumbrada o sobrada de prejuicios. Elena se ha curtido en toda clase de programas pero ya su elección como conductora ocasional de Cine de barrio no fue nada obvia: al revés que Concha, Cayetana o Carmen Sevilla, no pertenecía al paisaje del cine español. Se crio en Gavilanes, un pueblo de Ávila, y sus apellidos son Sánchez Sánchez. Pero no puede pasar menos desapercibida.

Archivado En