El paisaje de la conciencia

El premio europeo de Espacio Público reivindica tradición y memoria para convivir

Los huertos de Caldes de Montbui en la provincia de Barcelona.Adrià Goula

El paisaje entra por los ojos, arraiga en los sentidos y convence con la razón. Por eso puede ser conciencia. El IX premio europeo de Espacio Público fallado en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) hace unos días eligió como ganadores ex-aequo dos proyectos formalmente opuestos y, sin embargo, conceptualmente conectados. El ...

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El paisaje entra por los ojos, arraiga en los sentidos y convence con la razón. Por eso puede ser conciencia. El IX premio europeo de Espacio Público fallado en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) hace unos días eligió como ganadores ex-aequo dos proyectos formalmente opuestos y, sin embargo, conceptualmente conectados. El rescate del sistema de riego patrimonial de las huertas de un pueblo barcelonés habla el mismo idioma que la remodelación de la plaza Solidarnosc en Szczecin (Polonia), que rinde homenaje a 16 trabajadores asesinados en 1970 por manifestarse contra el régimen soviético y reconstruye un espacio destrozado por los bombardeos aliados durante la Segunda Guerra Mundial.

Que la forma de la ciudad está íntimamente relacionada con la democracia es la tesis de este premio que, desde el año 2000, reconoce y difunde los procesos de transformación y mejora de los espacios públicos en Europa. Son los espacios comunes los que concentran y expresan los principales problemas de la sociedad. Por eso los mejores ponen en valor la dimensión colectiva y social de la vida urbana.

Se trata de un reconocimiento que aúna arquitectura, urbanismo, civismo y economía: reivindicar la parte pública de una ciudad en un momento en que todo parece tener un precio es una apuesta por la convivencia y un arma contra el cortoplacismo especulativo. Así, además del CCCB barcelonés, seis instituciones europeas convocan anualmente este premio: el Deutsches Architekturmuseum de Frankfurt (DAM), el Museum of Finnish Architecture de Helsinki (MFA), el Museum of Architecture and Design de Liubliana (MAO), The Architecture Foundation de Londres (AF), la Cité de l’Architecture et du Patrimoine de París (Cité) y el Architekturzentrum Wien de Viena (Az W).

Plaza Solidarnos´c´ en Szczecin (Polonia).

El arquitecto Enric Batlle, que desde su estudio Batlle/Roig transformó un vertedero ubicado en una antigua cantera cercana a Barcelona en parque, fue el presidente de un jurado internacional que, en esta IX edición, valoró 276 proyectos procedentes de 33 países europeos.

Los 37.000 metros cuadrados de los huertos de Caldes de Montbui se regaron, durante siglos, con el sobrante de las aguas termales de una población conocida por sus termas. Los malos olores y el riesgo sanitario, fruto de la mala gestión de las aguas residuales de los balnearios privados, provocaron la fractura de la comunidad de regantes y el colapso de la actividad agrícola. Sin embargo, en 2012 el Ayuntamiento reunió a 70 horticultores. Con el consenso de los agricultores, un proyecto de los estudios Cíclica y Cavaa canalizó las aguas fecales, abasteció el riego de agua limpia y dotó los huertos de una red de senderos accesibles conectados con el centro histórico. Los huertos vuelven a ser un espacio productivo pero se han convertido también en una advertencia sobre la importancia de una gestión democrática del agua.

En Szczecin (Polonia) la plaza Solidarnos´c´ fue un retrato de la fractura histórica que produjo la Segunda Guerra Mundial hasta que fue bautizada en recuerdo de 16 trabajadores asesinados en 1970. Más allá de esa conmemoración, la plaza no se había recuperado de la destrucción masiva de los bombardeos aliados ni de los trágicos efectos de una total sustitución de la población cuando pasó a ser territorio alemán. Con la reciente construcción de una nueva sede de su Filarmónica y del Centro para el Diálogo Przelomy -una delegación del Museo nacional- buscaron curar las heridas de la memoria colectiva. Son las pendientes inclinadas de la cubierta de ese centro lo que los arquitectos del estudio KWK han convertido en una plaza de las que, sin olvidar, ayudan a convivir con optimismo. Todo eso puede hacer el espacio público, urbano o rural cuando se pone al servicio de las personas.

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