Risueño, circunspecto

El otro día vi unas imágenes donde Kanye West sonreía y de repente se quedaba serio. Lo llamativo es que el gesto se precipitaba sin transición

FILE - In this Aug. 30, 2015, file photo, Kanye West accepts the video vanguard award at the MTV Video Music Awards at the Microsoft Theater in Los Angeles. West and the Weeknd will headline the first edition of the Meadows Music and Arts Festival in October 2016 in New York City. (Photo by Matt Sayles/Invision/AP, File)Matt Sayles (Matt Sayles/Invision/AP)

El otro día vi unas imágenes donde Kanye West sonreía y de repente se quedaba serio. Lo llamativo es que el gesto se precipitaba sin transición, súbitamente. Parece ser, además, que es algo que hace habitualmente: risueño, circunspecto (hay un vídeo con un pequeño sumario, búsquenlo y gócenlo; es hipnótico).

Y ahora, una alegoría:

Había una vez un cómico que se creía más listo que nadie. Hacía bromas sobre ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El otro día vi unas imágenes donde Kanye West sonreía y de repente se quedaba serio. Lo llamativo es que el gesto se precipitaba sin transición, súbitamente. Parece ser, además, que es algo que hace habitualmente: risueño, circunspecto (hay un vídeo con un pequeño sumario, búsquenlo y gócenlo; es hipnótico).

Y ahora, una alegoría:

Había una vez un cómico que se creía más listo que nadie. Hacía bromas sobre su presidente en funciones —que anteriormente lo había sido durante cuatro años— y eso le regocijaba: que si no daba píe con bola cuando se ponía nervioso y entonces soltaba disparates, que si era un indolente que no hacía nada… Se mofaba a gusto del hombre, y también de su partido. Buscaba la aprobación de la gente que pensaba como él y recogía los frutos de sus chanzas. Ufano rumiaba: "Soy el látigo fustigador, se lo merecen" (y efectivamente, así era). Además, albergaba en su interior la esperanza de que el susodicho político y su partido se vieran apartados del poder por una ola de ilusión, de la que él —el cómico— se sentía parte. Y así, cegado por esa quimera, un día fue a votar one more time en las elecciones generales. Luego pasó la tarde ordenando el trastero. Cuando se quiso dar cuenta era ya muy tarde. ¡El escrutinio!, pensó.

Se sentó en el sofá y con una gran sonrisa encendió la tele. Y entonces… hizo un Kanye West: RISUEÑO, CIRCUNSPECTO.

Pasado el disgustazo, el cómico se consoló: al menos tengo otros cuatro años de bromas garantizadas.

Archivado En