Anna Wintour paga ropa de alquiler a sus empleadas

Condé Nast subvenciona un servicio de préstamo de moda de diseño que permite escoger tres prendas y quedártelas por un tiempo ilimitado

Anna Wintour, a la izquierda, con una de sus trabajadoras en las oficinas de 'Vogue'.

Si ir bien vestido cada día a la oficina, y no repetir modelo, resulta complicado para cualquiera, imagínese si su jefa es Anna Wintour, la mujer más poderosa del mundo de la moda. La editorial Condé Nast, de la que Wintour es directora artística y que publica las revistas Vogue, Vanity Fair y Glamour, ha llegado a un acuerdo con la web de alquiler de ropa Rent the Runway (alquila la pasarela) para ofrecer a sus empleadas la...

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Si ir bien vestido cada día a la oficina, y no repetir modelo, resulta complicado para cualquiera, imagínese si su jefa es Anna Wintour, la mujer más poderosa del mundo de la moda. La editorial Condé Nast, de la que Wintour es directora artística y que publica las revistas Vogue, Vanity Fair y Glamour, ha llegado a un acuerdo con la web de alquiler de ropa Rent the Runway (alquila la pasarela) para ofrecer a sus empleadas la oportunidad de suscribirse al servicio que permite escoger hasta tres prendas de diseño y quedártelas por un tiempo ilimitado. Después, pueden intercambiarlas por otras piezas. Las trabajadoras (la web solo ofrece ropa de mujer) pagarán 80 euros al mes, 43 menos de lo que vale habitualmente.

Rent the Runway asegura que un 60% de las mujeres profesionales gasta más de 2.600 euros al año en moda y un 20% llega a pagar más de 5.300 euros. La suscripción a su servicio Unlimited, cuesta 1.500 euros anuales. La idea es que las mujeres lo usen para alquilar piezas especiales que animen los básicos que ya tienen en su armario. Hasta ahora, las prendas más populares incluyen una chaqueta de cuero marrón de Carven, el bolso PS1 de Proenza Schouler y el mono de estilo militar de Marissa Webb.

La iniciativa de Condé Nast no está solo motivada por la preocupación por el aspecto de sus empleadas. La compañía matriz, Advance Publications Inc., invirtió 17 millones de euros en Rent the Runway en 2012 y participó en otra ronda de financiación dos años más tarde, según la revista Bloomberg.

Cuando Rent the Runway entró en el mercado, hace más de seis años, consiguió miles de clientas que querían poder lucir un vestido de pasarela en galas, graduaciones y bodas sin tener que pagar un precio desorbitado. Las consumidoras les contaron que pasaban la mayor parte del tiempo en ropa de oficina y, a veces, cogían esa blusa alquilada para una ocasión especial e intentaban adaptarla para el trabajo bajo un blazer. De ahí que pensaran que habría muchas mujeres interesadas en alquilar no solo ropa para eventos, sino piezas para el día a día. Desde marzo, el servicio Unlimited ofrece tops, chaquetas y faldas de marcas como Proenza Shouler, DVF, Elizabeth and James, Theory, Preen y Prabal Gurung.

La plataforma ha tenido éxito en convencer a las mujeres de que es más lógico y rentable alquilar un vestido de gala que solo se pondrán una o dos veces. Pero está por ver si es una buena inversión gastar 1.500 euros al año en ropa de oficina que luego no ternima en el armario. Otras empresas como Trunk Club y StitchFix ofrecen estilistas online y entregan las prendas compradas a domicilio. Rent the Runway confía en que su modelo funcionará porque sus clientas ya están acostumbradas a usar servicios como Spotify, Uber, AirBnb y Netflix. Su apuesta es que si alquilamos de todo, desde música a libros y medios de transporte, también podemos hacerlo con nuestra ropa. Hoy están negociando subvenciones a su servicio con otras empresas. Eso sí, habrá que ver qué ocurre si dos colegas de Vogue aparecen un día en la oficina del 1 World Trade Center de Nueva York con el mismo modelo alquilado.

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