A vueltas con las vacunas
Hace poco menos de una semana supimos de la muerte de un lactante en Canadá por meningitis. Sus padres decidieron tratarlo con remedios caseros. Luego conoceríamos su negación hacia tratamientos convencionales y su rechazo hacia las inmunizaciones. Esta situación me recuerda lo que ocurrió en junio del año pasado cuando falleció un niño español por difteria; sus padres manifestaron una posición similar en torno a las vacunas. Me preocupa cómo la población puede cuestionar la efectividad de este método de prevención de enfermedades mortales basándose en artículos no validados científicamente, s...
Hace poco menos de una semana supimos de la muerte de un lactante en Canadá por meningitis. Sus padres decidieron tratarlo con remedios caseros. Luego conoceríamos su negación hacia tratamientos convencionales y su rechazo hacia las inmunizaciones. Esta situación me recuerda lo que ocurrió en junio del año pasado cuando falleció un niño español por difteria; sus padres manifestaron una posición similar en torno a las vacunas. Me preocupa cómo la población puede cuestionar la efectividad de este método de prevención de enfermedades mortales basándose en artículos no validados científicamente, señalando además un negocio perverso detrás de estos productos. En mi opinión, las vacunas son uno de los grandes descubrimientos de la humanidad y les debemos millones de vidas. Esto está respaldado por múltiples estudios de prestigiosas universidades y organizaciones científicas de manera contundente.
Es momento de ser críticos con la información a la que accedemos, no podemos dejarnos persuadir ni seguir tendencias conspiranoicas en temas tan sensibles como lo son la salud de nuestros niños y, finalmente, la salud de la población en su totalidad.— Natalia López Contreras.