Kelly Rutherford pierde la custodia de sus hijos

La actriz de 'Gossip Girl' solo podrá visitar a sus dos vástagos en Francia o en Mónaco

Kelly Rutherford y sus hijos Hermes y Helena.Cordon press

Las madres de Hollywood perdieron la batalla. El exmarido de Kelly Rutherford, Daniel Giersch, ha conseguido arrebatarle a la actriz de Gossip Girl la custodia de sus dos hijos pequeños. De nada sirvió que estrellas como Melanie Griffith, Selma Blair, Marcia Cross o Kris Jenner participaran el pasado mayo en una gala benéfica d...

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Las madres de Hollywood perdieron la batalla. El exmarido de Kelly Rutherford, Daniel Giersch, ha conseguido arrebatarle a la actriz de Gossip Girl la custodia de sus dos hijos pequeños. De nada sirvió que estrellas como Melanie Griffith, Selma Blair, Marcia Cross o Kris Jenner participaran el pasado mayo en una gala benéfica donde acudieron a dar su apoyo a Rutherford en su lucha para conseguir el regreso de sus hijos a EE UU.

Rutherford llevaba seis años intentando ganar la custodia de sus hijos. Se separó del empresario alemán y compartían la custodia de sus hijos, pero en abril de 2012 Giersch fue considerado persona non grata en EE UU y se le negó la entrada en el país después de que Rutherford le denunciara por fraude y tráfico de armas. Fue entonces cuando un juez en California decidió que los niños debían vivir en Mónaco con su padre dado que de otro modo él no podría verlos nunca. La actriz de Melrose Place y Gossip Girl asegura que esta batalla legal le lleva costados más de un millón de euros y la ha llevado a la bancarrota. A partir de ahora la actriz deberá viajar a Mónaco para poder ver a Hermes y Helena.

La actriz ha asegurado que no se conformará con la sentencia y que luchará por recuperar a sus niños y ha denunciado públicamente que sus hijos serán deportados inconstitucionalmente. “No sólo me los han quitado, sino que se los han llevado a un país extranjero", declaró. "¡No sé cómo explicar cómo me siento! Puedo estar sin verlos durante semanas. No puedo llevarlos ni recogerlos de la escuela, ni vestirlos, ni olerlos, ni abrazarlos...", lamentaba.

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