Onanismo preventivo

La semana pasada se lanzaba Fallout 4, un esperadísimo videojuego. La noticia, además del éxito de ventas, fue que Pornhub, un sitio web de vídeos de sexo, notó un descenso en sus visitas desde Norteamérica que, en ciertos momentos del día, bajó hasta un 15%. Curiosamente, cuando llegó la noche, el tráfico en la web se recuperó de forma bárbara. Supongo que los usuarios de Tinder arrasaron con los ya agotados jugadores de Fallout 4. Y concluyo esto a partir de la teoría y práctica que me narró un amigo. Su forma de saber si realmente quería salir con una chica con la que había estado chateando...

La semana pasada se lanzaba Fallout 4, un esperadísimo videojuego. La noticia, además del éxito de ventas, fue que Pornhub, un sitio web de vídeos de sexo, notó un descenso en sus visitas desde Norteamérica que, en ciertos momentos del día, bajó hasta un 15%. Curiosamente, cuando llegó la noche, el tráfico en la web se recuperó de forma bárbara. Supongo que los usuarios de Tinder arrasaron con los ya agotados jugadores de Fallout 4. Y concluyo esto a partir de la teoría y práctica que me narró un amigo. Su forma de saber si realmente quería salir con una chica con la que había estado chateando en Tinder era practicar el onanismo antes de la cita acordada para chequearse en 3D. Si, tras desahogarse, lo que realmente le apetecía no era sentarse en un bar a contarle anécdotas falsas (e infalibles) y fingir que escuchaba lo que ella decía sobre su ex, sino una siesta o una partida de Fallout, cancelaba. Más que sobre la infalibilidad de la táctica, me dio por pensar en si esta sería unisex. Logré pensarlo sin excitarme. Aún no sé si eso es bueno o malo. Bocazas que es uno, se me ocurrió comentarle la táctica de mi conocido a una chica con la que estuve quedando una temporada. Fue letal. Una hora antes de cada cita me mandaba un mensaje preguntando si ya me había desahogado y si cancelábamos o no la cena. Harto de que se asumiera que estaba recurriendo al dopaje para sostener la relación, le pregunté si ella hacía lo mismo. Me respondió que, en su caso, le apetecía el onanismo justo después de verme. Aún no sé si eso es bueno o malo.