Cartas al director

Debates electorales

Siempre es una buena noticia que un medio de la relevancia de este diario organice un debate electoral —el primero de estas características— entre quienes aspiran a ocupar La Moncloa la próxima legislatura. Que el actual presidente del Gobierno y líder del PP no acuda a defender su programa y dar a conocer sus propuestas sería motivo de mayúsculo escándalo para cualquiera, si no estuviéramos hablando de Mariano Rajoy. Durante cuatro años, el líder del Ejecutivo nos ha tenido sometidos a una estrategia de no imagen basada en una política de inmovilidad, de silencio, de esperar a que pase el tem...

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Siempre es una buena noticia que un medio de la relevancia de este diario organice un debate electoral —el primero de estas características— entre quienes aspiran a ocupar La Moncloa la próxima legislatura. Que el actual presidente del Gobierno y líder del PP no acuda a defender su programa y dar a conocer sus propuestas sería motivo de mayúsculo escándalo para cualquiera, si no estuviéramos hablando de Mariano Rajoy. Durante cuatro años, el líder del Ejecutivo nos ha tenido sometidos a una estrategia de no imagen basada en una política de inmovilidad, de silencio, de esperar a que pase el temporal. Un debate de estas dimensiones era una gran oportunidad para comunicar las intenciones frente a la difícil empresa de presidir la nación, oportunidad que Rajoy ha dejado pasar.— Jesús Alberto Mesas Núñez.

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