Decoro y vestuario
Yo no soy ni diputado ni senador. No ocupo cargo público alguno y no cobro un céntimo del erario público. No obstante, en mi puesto de trabajo y de cara al público se me exige una uniformidad y una imagen cuidada y aseada. Llevar corbata todo el año incluso en verano es, hay que reconocerlo, incómodo. Así y todo lo comprendo y lo acato. No comprendo por tanto por qué un diputado, un senador o un alcalde pueden pasearse por el Congreso, el Senado o el salón de plenos ataviados como si fueran a lavar su coche en fin de semana. La ideología no debería estar reñida con el buen gusto, máxime porque...
Yo no soy ni diputado ni senador. No ocupo cargo público alguno y no cobro un céntimo del erario público. No obstante, en mi puesto de trabajo y de cara al público se me exige una uniformidad y una imagen cuidada y aseada. Llevar corbata todo el año incluso en verano es, hay que reconocerlo, incómodo. Así y todo lo comprendo y lo acato. No comprendo por tanto por qué un diputado, un senador o un alcalde pueden pasearse por el Congreso, el Senado o el salón de plenos ataviados como si fueran a lavar su coche en fin de semana. La ideología no debería estar reñida con el buen gusto, máxime porque nosotros pagamos sus nóminas.— César Ruiz Yunta.